No ha tenido suerte la Unión Deportiva Las Palmas en las semanas previas a la gran fiesta del fútbol canario. El equipo que dirige Sergio Lobera ha visto como en las últimas semanas perdía de manera continuada a varios efectivos, de importancia capital, para la disputa del derbi ante el Club Deportivo Tenerife. Sin David García, Deivid, Apoño, Masoud y Tana, el entrenador aragonés se ve obligado a reestructurar su once tipo de cara al partido más deseado para el aficionado amarillo.
Como fichas de dominó. Así es como Sergio Lobera ha visto caer la columna vertebral de su once ideal en la última semana y media, a medida que las bajas se iban sucediendo. En el encuentro disputado ante el FC Barcelona B, el representativo grancanario perdía a David García tras caer este lesionado durante el transcurso del encuentro. Además, en los minutos finales del choque Masoud vería una tarjeta amarilla que posteriormente tendría mucha trascendencia. Y por si fuera poco, en la protesta por la amonestación del iraní, Apoño se marchó a vesturarios antes de tiempo después de haber visto dos cartulinas amarillas.
Inmediatamente después de ese encuentro, y una vez conocida el acta arbitral, ya se intuía que el mediocentro malagueño no iba a perderse sólo un partido. Las presuntas desconsideraciones que realizó al juez de la contienda daban lugar a una sanción de mayor calibre. Sin embargo, los seis encuentros de sanción que se le acabarían imponiendo al futbolista resultaron ser un mazazo inesperado al corazón de la familia amarilla.
No obstante, la cosa no quedo ahí. La derrota ante el Real Zaragoza del pasado sábado traía consigo dos malas nuevas añadidas. Tana tuvo que retirarse del terreno de juego por lesión mientras que Deivid, abandonaba el campo al término de los noventa minutos, cojeando y siendo ayudado por un miembro del cuerpo médico de la Unión Deportiva. A cuatro días del derbi, su presencia ya se antojaba muy complicada.
Una reestruturación obligada
Y en estas circunstancias se encuentra Lobera, en las horas previas a su primer derbi en partido oficial como entrenador de la UD Las Palmas. El técnico maño aún no ha vivido un partido de estas características —bolos veraniegos aparte— y será en su bautismo cuando el entrenador del equipo grancanario deba sacar lo mejor de sí mismo para hacer frente a las adversidades que se le avecinan.
Sin dos de sus tres centrales titulares, parece claro que uno de los puestos de central lo ocupará el único zaguero de su confianza que se encuentra en condiciones óptimas: Aythami Artiles. En otras circunstancias, el dilema de quién sería su pareja en el centro de la defensa habría resultado un quebradero de cabeza para el entrenador pero el pasado sábado Ernesto Galán presentó su candidatura realizando su mejor partido desde que se enfundó la elástica amarilla. Todo lo que no sea ver a Ángel López y Xabi Castillo en los laterales, resultaría una sorpresa mayúscula.
Así pues, si el debate en la defensa parece cerrado, las complicaciones comienzan en la medular. La ausencia de Apoño es el principal problema pues no existe otro jugador en la plantilla con sus mismas condiciones. Ante el Real Zaragoza fue Valerón quien ocupó el rol de cerebro del equipo pero su desgaste a medida que corría el reloj y las pérdidas de balón en zonas arriesgadas, evidenciaron que Juan Carlos no se encuentra todo lo cómodo que debería en esa demarcación. Es por ello que la presencia de Hernán Santana en el once gana enteros si bien, además, se entiende que es el jugador más parecido a Apoño y el único que permitiría que Vicente Gómez liberase su posición como lo hace cuando juega el ’10’ a su lado.
De todas las ausencias con las que cuenta Las Palmas quizá la de Tana es la que menor influencia tiene por el número de reemplazos con los que se cuenta en su posición. Asdrúbal, Nauzet Alemán y —en menor medida— Momo, parten con opciones de situarse en los costados. Como punta de lanza, Aranda y Chrisantus pelearán una semana más por un puesto.
