Las Palmas sigue soñando con la Primera División después de una eliminatoria sufridísima ante el Sporting de Gijón. Asdrúbal sentenció en el minuto 94 después de un partido donde rayó la perfección en defensa. Espera en la final el Córdoba. Con esta actitud los amarillos tienen muchas esperanzas por el ascenso. Solo quedan dos pasos.
Con varios kilos de menos, después de 95 minutos de sufrimiento extremo, y con un premio final acorde a semejante estado de nerviosismo. Llegaba la Unión Deportiva a un escenario, El Molinón, que apretó lo indecible confiando en la remontada. El conjunto de Josico sabía del territorio hostil al que se enfrentaba, supo gestionar los momentos más calientes del encuentro, y finalmente se demostró con más empaque. Las Palmas sigue en la lucha por su sueño. Solo queda una última parada.
Las Palmas roza la gloria después de una eliminatoria donde ha dado la cara, donde ha vuelto como conjunto solidario y ha recuperado la actitud. Gran parte del éxito ha sido la solidez en defensa, maniatando al equipo con mayor poderío ofensivo de la categoría en liga regular. Dos chispazos le han bastado para seguir adelante. Espera el Córdoba el próximo jueves en el Nuevo Arcángel y el domingo, en el último partido del curso, en el Estadio de Gran Canaria.
Apostó Josico con la entrada de Vicente Gómez por Valerón con respecto al partido del pasado miércoles. En el guión del partido, de un encuentro con mucho desgaste e intensidad, la entrada del jugador de Schamann buscaba precisamente sumar kilómetros en defensa y tratar de encontrar por sorpresa jugadas entrando desde segunda línea. Vicente se dejó todas las energías y dio entrada a un Valerón que cambió, de forma diferencial, el encuentro. El de Arguineguín sigue demostrando un nivel extraordinario.
Comenzó el Sporting levantando las cartas. Jony, que fue de más a menos, puso un centro al segundo palo y Carmona, apareció desde atrás, y a punto estuvo de sorprender a Mariano Barbosa. Era el primer aviso de un conjunto sportinguista espoleado por El Molinón. Vicente Gómez respondería poco después con un disparo tapado por Bernardo tras una deliciosa asistencia de Momo. Tenía ritmo el partido.
Los primeros veinte minutos eran claves para descifrar el encuentro. Con un Sporting a todo gas, era fundamental para los intereses grancanarios no recibir un tanto tan temprano. En el minuto diez, Lekic, tendría una gran ocasión de cabeza pero se encontró con Mariano Barbosa. De nuevo Vicente respondía con la mejor ocasión de los visitantes: Nauzet Alemán puso un centro a las espaldas de Iván Hernández, apareció Vicente en plancha, pero su remate se fue fuera. El gesto en el futbolista era claro: ahí estaba el gol de la eliminatoria. Pero nadie bajó los brazos.
Bajó un poco el pistón el equipo de Abelardo, coincidiendo con una Unión Deportiva que tuvo el mando durante esta fase final antes del descanso. El último susto lo daría Stefan Scepovic con un remate al palo a la salida de un córner. Prácticamente, la única oportunidad que daba una defensa amarilla extraordinaria en todas las numerosas acciones que tuvo.
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Las Palmas domina y saca su experiencia
Quedaban cuarenta y cinco minutos de sufrimiento, pero la Unión Deportiva ya había demostrado que sabía como desconectar a un Sporting previsible en su fútbol, pero siempre peligroso en sus aproximaciones a la portería de Mariano Barbosa. Abelardo dio entrada a un futbolista de corte creativo como Nacho Cases en lugar de un desaparecido Mandi. Un movimiento que pretendía poner toda la carne en el asador.
En el minuto 58 aparecía la figura de Barbosa para detener las ambiciones sportinguistas. Un disparo en parábola de Carmona culminaba con una intervención elástica del argentino, que ponía en evidencia la solvencia de cada uno de los hombres de Josico.
La Unión Deportiva Las Palmas se haría con el partido justo con la entrada de Juan Carlos Valerón. El ‘Mago’ de Arguineguín sustituía a un enchufado Momo, para dar pausa, sentido común e inteligencia justo cuando más se requería. Valerón comenzó a escribir su propio libro, con un Sporting al que le flaqueaban las fuerzas y le podía la impotencia de un muro infranqueable.
Los minutos parecían que tenían 120 segundos, que el reloj no avanzaba para los grancanarios. Sin ser un incordio para la Unión Deportiva, que estaba segura, concentrada, sabedora de lo mucho que se jugaba en los minutos finales. Con cinco minutos de alargue llegó la sentencia. Apoño filtró un balón a Nauzet, viendo su desmarque. El de Las Mesas se plantó delante de Cuéllar, se hizo un lío, recuperó el balón y se lo sirvió a Asdrúbal para hacer enloquecer a su afición. Una sentencia que planta a la Unión Deportiva en la final por el ascenso a Primera División. Solo dos pasos separan a los amarillos de un sueño. Queda el Córdoba y el poso que con esta actitud, esfuerzo y sacrificio, pocos equipos podrían con el representativo. El fútbol dirá en una semana que promete un sinfín de emociones.
Real Sporting de Gijón 0-1 Unión Deportiva Las Palmas
Real Sporting de Gijón: Cuéllar; Lora, Luis Hernández, Bernardo, Canella; Carmona, Sergio, Mandi, Jony; Scepovic y Lekic. Entrenador: Abelardo.
Unión Deportiva Las Palmas: Barbosa; Ángel, Deivid, Aythami Artiles, Castillo; Javi Castellano, Apoño; Nauzet, Vicente, Momo; Aranda. Entrenador: Josico.
Goles: 0-1, Asdrúbal, min. 94.
Árbitro: David Medié Jiménez, comité catalán. Amonestó por los locales a Bernardo y Canella; y a los visitantes Aythami Artiles y Barbosa.
Incidencias: El Molinón, 25.000 espectadores.
