El delantero argentino cuajó una gran segunda mitad en el partido ante el Estrella mostrando el gran abanico de virtudes que abarca su juego. Fue actor principales en dos de los goles y participó en todas las jugadas de ataque del equipo mientras estuvo sobre el verde. Sabe que es uno de los grandes reclamos mediáticos durante esta pretemporada y se mostró atrevido y con ganas de demostrar cosas.
Jugó mucho mejor la Unión Deportiva en la segunda parte que en la primera durante el amistoso ante el Estrella del pasado martes y gran parte de culpa la tiene Sergio Araujo. El punta argentino trasladó sus ganas de agradar y participar en el juego, y contagió a sus compañeros, muchos de los cuales también afrontan esta pretemporada con ganas de reivindicar un puesto en el once.
Calzado con botas de un color rojo llamativo, el flamante fichaje de la UD era inconfundible sobre el verde. Araujo pasaba su segundo examen frente a la afición y podría decirse que aprobó con nota. Se situó por detrás de Benja, algo más cerca de los centrocampistas que del área rival, y quiso estar en contacto constante con el esférico.
La pedía una y otra vez, se giraba y buscaba soluciones. Estuvo muy participativo en tres cuartos de campo y se mostró generoso asistiendo a sus compañeros. No obstante, en el momento en que tuvo media baldosa de terreno libre en la frontal del área, el atacante armó la pierna buscando batir al meta del Estrella con un tiro raso y potente que se marchó cerca del poste y arrancó los primeros aplausos de la grada en el segundo acto. Estaba muy cómodo sobre el césped. Tanto que incluso se quiso lucir en exceso haciendo una apertura a la banda izquierda con un pase de rabona, pero se salió mal.
Posteriormente, tendría incidencia directa en dos de los tres goles que anotarían los amarillos en los segundos cuarenta y cinco minutos. Sobre él cometieron el penalti que se encargó de transformar Roque y de sus botas nació la asistencia para que Benja anotase a placer a puerta vacía. En ambas ocasiones pudo haber disparado a portería y, sin embargo, encontró una opción mejor dejando el egoísmo a un lado. Se fue del campo de marcar ningún gol pero dejó grandes sensaciones.
Han sido dos pruebas ante dos rivales de menor entidad pero Araujo ya ha dejado varias píldoras de fútbol de categoría. Gestos y detalles técnicos que le identifican como algo más que un jugador corriente. El equipo seguirá preparando la nueva temporada con tres encuentros consecutivos en la isla vecina en sólo tres días y lo normal es que en ellos vayan rotando todos los jugadores de la plantilla pero cuando juegue Araujo habrá que estar muy atentos. El argentino ya se hace notar y asoma la cabeza en el equipo.
