La Unión Deportiva Las Palmas olvidó algunos argumentos que le han hecho llegar a lo más alto, confiándose ante un Mirandés que realizó un partido perfecto en nivel defensivo. Los amarillos prácticamente no probaron el disparo a portería y se vieron atrapados por la presión del equipo de Carlos Terrazas. A pesar del empate, Las Palmas llegará líder a Pucela.
Las Palmas tenía que defender su liderato pero no tuvo su tarde. A pesar de un día aciago a nivel ofensivo, donde no funcionó el esquema de Paco Herrera, la Unión Deportiva llegará líder al encuentro ante el Real Valladolid. Los amarillos se vieron asfixiado por la presión del Mirandés, por la incomodidad que producía no encontrar espacios. Empate justo.
Advertía Paco Herrera durante la semana que había notado relajación durante los distintos ensayos. Tras la consecución del liderato, lo difícil es mantenerse y ser consciente que el camino recorrido es todavía corto. En los primeros minutos la predicción de Herrera se cumplió: el Mirandés salió con mucha intensidad y la Unión Deportiva Las Palmas jamás puedo acercarse en ese aspecto. Fue superior el cuadro de Miranda de Ebro, al que la falta de alternativas en ataque le lastró para no ponerse por delante.
La baja de última hora de Culio produjo la entrada de Nauzet Alemán en el centro. Las Palmas se notó más perdida, menos equilibrada sin el argentino en el centro. El sistema táctico de Carlos Terrazas, basado en la presión en la salida de Javi Castellano y Roque, ahogó a los amarillos, indispuestos durante los primeros 25 minutos. En el minuto 10 el Mirandés tuvo la mejor ocasión de la primera mitad. Igor Martínez enganchó un balón fuera del área que obligó a Casto a hacer una estirada muy plástica mandando el esférico a córner. Anteriormente, Urko Vera, la gran baza visitante, remató en el área chica alto.
Habla muy bien del planteamiento de Terrazas, o muy mal de la Unión Deportiva, las pocas ocasiones que dispusieron los de Herrera de cara a portería. Un disparo alto de un poco acertado Nauzet Alemán —pitado en su cambio tras el descanso— fue el único bagaje en cuanto a aproximaciones a la portería de Imanol, suplente del Club Deportivo Mirandés. El cuadro burgalés, más entero, supo qué partido hacer en todo momento. Juntos, sin conceder espacios, Las Palmas se vio en una tesitura complicada. Al descanso, nada de nada.
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El travesaño de Momo y el hastío
Un disparo de Momo nada más comenzar la segunda mitad al travesaño fue la única ocasión clara que dispuso la Unión Deportiva Las Palmas. En la reanudación los amarillos salieron con más intensidad, aunque el guión del partido lo escribía con buena letra el conjunto de Carlos Terrazas. Pasaron los minutos y las opciones se fueron esfumando mientras el nerviosismo aumentaba.
Herrera dio entrada a Asdrúbal y Valerón tratando de buscar más control y contacto, según explicó en la rueda de prensa posterior, pero no hubo manera de abrir al Mirandés. El delantero de Guanarteme tuvo una opción, al salir de un recorte, de buscar la portería pero trató de ampliar una jugada individual que le llevó a la nada. Héctor Figueroa, que también entró para tratar de tener más pólvora en ataque, no participó en prácticamente ninguna jugada en veinte minutos. Dice mucho de una Unión Deportiva que, como argumento de consolación a su actual estado, mantiene el liderato. Se va, eso sí, una oportunidad de oro para abrir brecha. Próxima parada: Valladolid.
Unión Deportiva Las Palmas 0-0 Club Deportivo Mirandés
Unión Deportiva Las Palmas: Casto, Simón, Marcelo, Aythami, Ángel; Javi Castellano, Roque, Nauzet (Héctor Figueroa, min. 72), Momo (Asdrúbal, min. 53), Guzmán (Valerón, min. 53); Araujo. Entrenador: Paco Herrera.
Club Deportivo Mirandés: Imanol; Corral, Kijera, Aitor, Caneda; Docal (Álex García, min. 60), Carnicer (Pedro Martín, min. 68), Rúper, Pablo (Provencio, min. 82), Martínez; Urko Vera. Entrenador: Carlos Terrazas.
Goles: No hubo.
Árbitro: David Pérez Pallás, comité gallego. Amonestó a los visitantes Corral, Jordi Pablo y Pedro Martín.
Incidencias: 16.049 en una tarde lluviosa en el Estadio de Gran Canaria.
