Mucho ruido y pocas nueces

Nauzet se lamenta de una ocasión malograda por Roque / Toño Suárez (udlaspalmas.net)

CONTRACRÓNICA | Partido descafeinado en el Estadio de Gran Canaria que no respondió a las expectativas generadas en torno al mismo. El miedo a perder y la presión agarrotó a ambos equipos y sólo al inicio de la segunda parte hubo algo de fútbol para destacar, después de una primera parte insulsa en la que apenas hubo ocasiones claras de gol.

Hubo más parafernalia que fútbol en el segundo derbi canario de la temporada. La fiesta estuvo en los alrededores del recinto de Siete Palmas antes del partido y en las gradas, durante, pero no hubo ni rastro de ella sobre el césped. La Unión Deportiva no fue capaz de penetrar en el sistema defensivo de un Tenerife que planteó el encuentro contragolpe a pesar de que sí presionó con sus dos puntas la salida de balón desde atrás por parte de los amarillos.

El verdadero derbi, el que realmente estuvo a la altura del espectáculo prometido, se empezó a producir al inicio de la segunda mitad de partido. El cuadro visitante se adelantó en el marcador tras un fallo defensivo de la UD que Maxi Pérez supo aprovechar. Sin embargo, Las Palmas reaccionó en un momento importante del partido ya que lo hizo sólo un minuto después del tanto encajado. Hernán remató de cabeza un buen centro de Momo y puso patas arriba las gradas.

Desde entonces, el partido fue otro. Las Palmas intentó la heroica con el aliento de los más de 28.000 espectadores que poblaron el Estadio mientras que el equipo tinerfeño daba por bueno el punto y trataba de parar el juego continuamente, a expensas de que un nuevo error del conjunto local les sirviese para poner la puntilla al choque. Pero el gol no llegó, ni para unos, ni para otros.

Lo que prometía ser una fiesta del fútbol canario en todos los sentidos lo fue menos en el plano más importante, en el que verdad importa. Además, los incidentes producidos al final del encuentro en el túnel del vestuarios afearon un poco más la imagen de un enfrentamiento que ya de por sí fue bastante feo. Mucho ruido y pocas nueces en el derbi.

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