OPINIÓN | Trece años alejados de la élite del fútbol español son muchos años, sobre todo cuando has estado deambulando y sufriendo en el averno del fútbol nacional, pues ya conocíamos de primera mano cómo funcionaba la Segunda B y la no menos difícil Segunda A. Esta semana la Unión Deportiva inicia su andadura en la Primera División y acudiremos a un estadio que no visitamos en Liga desde el año 1988; un partido: Atlético de Madrid – Unión Deportiva Las Palmas, que en otros tiempos era un clásico en Primera.
Ahora bien, el fútbol ha cambiado mucho en estos últimos trece años. En otra época alcanzar una victoria en el Calderón o en el Nou Camp estaba al alcance de muchos, pero en estos tiempos que corren, llegar a puntuar en esos estadios es una hazaña al alcance de muy pocos. Así pues, vemos como en Primera División existe una diferencia abismal entre los superiores y los modestos.
Animo desde aquí a que no decaigan las fuerzas y no nos pongamos nerviosos, pues, por desgracia, perderemos muchos partidos y no precisamente por derrotas mínimas; sin embargo, la ilusión será la gran aliada de nuestro equipo amarillo, sobre todo por contar con todos estos jugadores de la tierra, a sabiendas de que muchos de ellos apenas han visto jugar a la Unión Deportiva en Primera.
Ahora les toca a ellos asumir la responsabilidad de mantener el esfuerzo y el trabajo en una comunión constante durante toda la temporada y hacer que todos los seguidores disfruten de la mejor liga del mundo. Aceptar este compromiso es y será todo un orgullo y, es por eso, que toda la afición confía en ellos.
Ya sé que será difícil, pero por ilusión y por historia este equipo merece que el regreso a Primera sea convincentemente un retorno definitivo.
por Francis Matas
Cadena Ser Las Palmas
