La UD Las Palmas suma cuatro derrotas consecutivas pero ha disfrutado de numerosas ocasiones para puntuar o incluso ganar en estos cuatro choques. Más que un problema de juego, estilo o propuesta, lo que le está ocurriendo al equipo de Quique Setién está más cerca de una cuestión de efectividad. Sólo ha marcado un gol en los últimos 62 remates.
El gafe interminable. La UD Las Palmas termina el mes de febrero con cuatro derrotas y sin sumar ni un sólo punto pese a las buenas sensaciones en cuanto al juego, así como al gran número de ocasiones creadas. Porque el problema amarillo no está teniendo que ver con el estilo, sino con el apagón de cara al gol.
Quique Setién insistió tras caer ante la Real Sociedad que estaba tranquilo pese a la mala racha, y que pocas más cosas se podían hacer para ganar los partidos. En cierto modo las cifras le dan la razón, ya que aunque los números no mienten y las cuatro derrotas consecutivas minan la confianza de los futbolistas y empieza a haber sectores entre los aficionados que piden cambios en la idea -a los que Setién se ha dirigido en alguna ocasión como «resultadistas»-, hay motivos en la estadística que invitan a pensar que esta dinámica es simplemente cuestión de tiempo que esto cambie. Porque a los futbolistas no se les ha olvidado hacer goles.
Cierto que los amarillos suman cuatro derrotas consecutivas y que ante el Málaga o incluso en Granada estuvieron alejados del nivel esperado, pero en estos cuatro encuentros la UD ha disfrutado de más remates a portería que sus rivales, además de mucha más posesión. Pero se topó con Ochoa, Sergio Rico y Gero Rulli, mientras que sus rivales sí han tenido la efectividad que solía mostrar habitualmente el equipo grancanario.
Sólo un gol anotado
Según datos recogidos por whoscored.com, en Granada y ante el Sevilla fueron 15 remates amarillos -5 y 7 entre los tres palos-, 14 en Málaga -4 a portería- y 18 ante la Real Sociedad, de los que nuevamente 7 obligaron a intervenir a Rulli. 62 remates, 23 de ellos a portería, y el único botín ha sido el gol de falta directa de Mauricio Lemos en La Rosaleda. Dicho de otra manera, del total de lanzamientos en las cuatro derrotas, la UD sólo ha convertido en gol el 1,6 por ciento. Unas cifras totalmente anormales, como lo es que los guardametas rivales hayan detenido 22 ocasiones sumando los cuatro choques.
Estas cifras indican que actualmente el problema amarillo no reside en la idea sino en el acierto y efectividad ante la portería rival. Por otra parte, las estadísticas le siguen dando la razón a Setién, ya que en las cuatro derrotas ha superado en posesión al rival, llegando a colocarse actualmente como segundo equipo que más tiene el balón sólo por detrás del Barcelona, y no a mucha distancia. Especialmente curiosos son los datos de posesión en Granada (73%), así como en Málaga (62%) y ante la Real Sociedad (61%). Ante el Sevilla fue de casi el 56 por ciento.
Esto al menos en lo referente al aspecto ofensivo, que está siendo el más llamativo y sorprendente en este mes de febrero por lo inusual que resulta atendiendo a los registros de la UD el resto de la temporada. Defensivamente hablando, probablemente pueda estar faltando algo de oficio o una mejor atención, pero esto es algo que sí ha sido de alguna forma regular durante esta campaña.
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