jajaja... sí, es la verdad. Siembra dudas con su actitud timorata en todos los partidos, echando el equipo atrás. El cambio de Hernán por Momo y de Javi Castellano por Tato fueron de traca. Y yo creo que a Chrisantus le dió entrada por lo que le gritaba toda la grada detrás de su banquillo: que sacara a Chrisantus y que se quitara el pañal de una vez y echara el equipo arriba. No fue evidentísimo que se murió de miedo, por no decir otra palabra más contundente, cuando el Numancia consiguió el 2-1? Pues lo que no entiendo es por qué en la rueda de prensa post partido dijo que los jugadores tuvieron miedo y se echaron atrás, cuando quedó claro que fue él con su táctica y sus cambios el que ordenó el repliegue. Es más, en un córner que saca Nauzet, algunos jugadores le dijeron de subir arriba para rematar y él les ordenó que se quedaran en una linea de 4 pegados atrás sin subir. Por qué no asume que son decisiones suyas y le echa la culpa a los jugadores? Hay que tener valor para defender lo que uno hace, si está convencido de ello.carloslp escribió:¿Vino de La Masía o del Sestao?
Javi Guerrero no debió salir en la 2ª parte, ya tuvo bastante con ser titular antes que Chrisantus, no veía que ya no cortaba una ni se llevaba a nadie desde la mitad de la primera parte?
Vicente estuvo mejor, más trabajador, aunque para nada es el medio que necesita la UD Las Palmas para crear juego y hacerse con el control del centro del campo. A Momo y Vitolo les tiene pasando por una etapa gris y oscura. Vitolo todavía solventa los cambios de posición a los que les somete, pero a Momo lo tiene hundido. No tiene confianza ninguna.
Con todo, la primera parte fue la mejor de los últimos partidos y también hay que dar gracias que por fin, pita un arbitro que no nos viene a fastidiar la tarde, sino a hacer su labor y pasar desapercibido.
Muchos nervios al final, confío que juguemos el play off, pero con más argumentos futbolísticos que meter un gol y cerrarte atrás, porque los mejores no van a perdonar.No nos pueden hacer sufrir tanto, hay que ganar con más solvencia y más fe en las posibilidades de todos y cada uno de los integrantes de la plantilla. Se lo tienen que creer y tienen que trabajar sin desmayo hasta el último minuto.