Asterix escribió:Asumiendo que es bastante posible que Padrón esté detrás del contínuo maltrato arbitral a la UD, maltrato que no es exclusivo de este año, a mí lo que se me escapa es por qué el colectivo arbitral históricamente ha acogido tan bien esas instrucciones/consignas de maltrato a la UD. ¿ A alguien se le ocurre por qué?
Pues porque el colectivo arbitral siempre ha sido, históricamente, un nido de ratas, de corruptos, de auténtica chusma, víboras que llegan al arbitraje a medrar y sacarse un enorme sobresueldo.
En la actualidad al menos hay más controles físicos, por ejemplo. Pero hasta hace unos pocos años era norma ver bultos sospechosos de negro que eran auténticas ballenas, hombres de enorme barriga casi sin poder correr, andamios vergonzosos que dirigían desde el centro del campo y arbitraban exclusivamente en favor del Real Madrid franquista, y luego del resto. Hasta hace poco, las Islas Canarias eran miradas como una colonia de monos en taparrabos, casi como ahora. La UD siempre, siempre, ha tenido problemas gravísimos con los arbitrajes.
Eso por una parte, que denota muy escasa preparación y una penosa cualificación, en un colectivo que se aferra al pasado con uñas y dientes para mantener un status sospechoso, de ahí la negativa perpetua a actualizarse tecnológicamente, más allá de un estúpido auricular y un bultito ahora de colorines, en la banda. La tecnología brilla por su ausencia porque de implantarse su uso, caerían como moscas, y el ridículo y el escándalo quedarían grabados y probados sin más discusión.
La otra parte de la ecuación es Juan Padrón, del que ya he relatado más que suficiente, lleva un porrón grosero de años en la federación acumulando poder y prebendas, y no hay ni uno que le tosa, porque lo que hay en ese estamento a manos de Padrón y Villar es el imperio del terror.
Obviamente, el primero ejerce de lo que es, un ultrachicharrero más antiguo que los dinosaurios, y como tal, odia amargamente cualquier cosa que tenga un centímetro de color amarillo o huela a Gran Canaria.
Cualquier árbitro que desee progresar debe cumplir su decálogo, el del padronato, y si por casualidad nos encontramos con un tipo preparado, un joven con talento arbitral pero con honor, o dicho en plata, con dos cojones, lo manda a tomar por culo y se busca la vida en su profesión.
Así que los que llegan, ya sabemos lo que son: putas ratas traidoras, pelotas, sumisas y manipuladas.
Y aunque lo parezca, el caso de la UD Las Palmas no es el único, porque sólo hay que escuchar cada jornada los lamentos de la mayoría: eso sí, el panorama terrorífico que está sufriendo nuestro club, no tiene parangón. No se puede comparar el nivel de perversidad que estamos sufriendo con cualquier otro equipo de la liga profesional.
Esto es lo que hay. Así eran los angelitos. Hoy sólo cambian las caras y 20 kilos menos. Pero de hijoputismo, igual.