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Escrito a los jugadores de la Unión Deportiva Las Palmas

Llegados a este punto los que firmamos esta carta casi no nos podemos creer que tengamos que recurrir a este documento para transmitirles lo que nos jugamos este fin de semana. La mucha o poca confianza que los aficionados habíamos depositado en ustedes nos las han ido quitando jornada tras jornada, no sólo por los pésimos resultados del equipo, sino por la lamentable imagen que han dado sobre el terreno de juego en muchísimos partidos.

El sábado tenemos un reto que puede ser vital para el futuro de esta entidad. Quizá la próxima temporada algunos de ustedes ya no estarán entre nosotros y busquen acomodo en otros equipos. Otros en cambio sí continuarán y suponemos que no tendrán el nocivo interés de tener que arrastrarnos de nuevo por los campos perdidos de ese pozo para el fútbol que es la Segunda División B. Lo cierto es que de una manera u otra el sábado nos la jugamos. Ya no valen las excusas de errores infantiles, fallos garrafales, falta de concentración a la hora de defender, influencia de rumores externos y menos aún la incapacidad para saber manejar un resultado a favor en los minutos finales del partido.

Imaginamos que la DIGNIDAD sea uno de los valores que más presente tengan en su memoria para su devenir en su vida diaria. Si es así le pedimos que por una vez lo trasladen al terreno de juego y cuando se enfunden la casaca amarilla saltando al Estadio de Gran Canaria comprendan que están jugando con los sentimientos de miles de aficionados que hoy por hoy están DECEPCIONADOS con ustedes. Ya nada arreglará el desastre de temporada que nos han brindado. Tampoco nadie nos podrá resarcir de los desencantos que hemos padecido cada siete días, pero al menos les quedará el atenuante de librarnos de esperar a la última jornada para evitar un descenso que sería uno de los mayores fracasos de esta entidad. Esperamos que sean conscientes que el sábado se disputa el partido más importante del último lustro para nuestro querido representativo.

Por eso para la cita queremos a once valientes comprometidos. Necesitamos a jugadores profesionales, honrados y mentalmente fuertes para afrontar un partido de esta naturaleza. Los temerosos, los que no puedan con la presión o los que se sientan débiles para saltar al ruedo, ¡que den un paso al costado! y cedan su puesto a otro compañero que sí tenga dignidad para cumplimentar el pírrico objetivo que se les presenta tras no cumplir con las expectativas.

Nosotros una vez más vamos a estar allí. La afición les va a responder [el ritmo de retirada de invitaciones garantiza más de 20.000 almas en el Gran Canaria] y por el espacio de 90 minutos nos vamos a olvidar de toda la temporada para centrarnos en este partido. De ustedes esperamos al menos las mismas ganas que pondremos nosotros en la grada y sobre todo el compromiso absoluto para sacar este partido adelante.

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