Transcurría el minuto 87 del encuentro. Jorge Larena recibe un rechace, alza la mirada al costado izquierdo. Allí, Quero recibe el esférico: la prepara, deja que bote, y lanza un peligroso centro a pierna cambiada al corazón del área. Mauro Quiroga, con un desmarque, logra zafarse de su marca y, con un remate con la izquierda, logró el empate. La alegría cualitativa fue inmensa. Un punto que sabe a victoria, sobre todo, por la forma de su consecución.
Pero, sin duda, más allá de la celebración del tanto por la afición y por el propio Mauro Quiroga, la imagen de la jornada se fotografió varios minutos más tarde. Paco Jémez, el primero de la plantilla, salió a agradecer a la afición amarilla su apoyo. Cuando llegaron los futbolistas, decidieron mantear al técnico amarillo. Una señal que la unión técnico-plantilla pasa por un momento inmejorable.