Durante la rueda de prensa que Juan Manuel Rodríguez dio ayer en Barranco Seco, se le informó de que el Club Deportivo Tenerife convocó a ocho jugadores de su filial, a lo que el técnico de Las Alcaravaneras respondió con la reglamentación en su cabeza, recordando a todos los presentes que no se permite que haya más de cuatro jugadores que no pertenezcan al primer equipo blanquiazul.
Las normas obligan a que un equipo mantenga en el campo a siete jugadores inscritos en la categoría. «Los equipos deberán estar integrados durante todo el desarrollo del partido por siete futbolistas, al menos, de los que conforman la plantilla de la categoría en que militan. Si por alguna circunstancia no se completase este número, o se redujera la diferencia hasta el obligado de siete, no podrá cubrirse con jugadores de otra clase o categoría«, explica el articulado.
Si tenemos en cuenta que de los 10 jugadores profesionales que ha convocado David Amaral, ocho de ellos son jugadores de campo mientras que dos son porteros, esto hace que el técnico de Arico pueda contar como máximo con nueve jugadores del primer equipo, mientras que dos jugadores serían del filial. Por ello, esta norma puede trastocar durante el partido los planes del técnico tinerfeño, que como mucho, podrá tener a cuatro jugadores del Tenerife B.
La alineación que saque de inicio condicionará mucho el encuentro porque de usar sólo a siete jugadores profesionales desde el principio, haría que todos los sustituidos sean jugadores del Tenerife B, ya que de sustituir a un profesional y dejar al equipo con seis, la victoria sería directamente para la Unión Deportiva Las Palmas.
Este artículo se modificó el 04/06/2011 12:55 12:55