Sergio Lobera se mostró satisfecho del trabajo realizado por sus pupilos en El Madrigal. Los jugadores supieron reponerse de un tanto de los llamados psicológicos —producido en el minuto 46 de la primera mitad—, a un penalti que finalmente detuvo Barbosa y a la propia entidad del Villarreal. Lobera se quedó con el esfuerzo de sus futbolistas.
Posteriormente, indicó que en el vestuario había «un sabor agridulce», ya que en el equipo «sabíamos lo importante que era sumar tres puntos, era un paso significativo», aunque matizó que conocía «la dificultad del campo, donde sólo ha ganado un equipo». Poco después, reiteró que aunque «veníamos a por los tres puntos», valoraba como positivo el empate «por las circunstancias que ha habido en el partido, como el penalti que detuvo Mariano Barbosa«.
Más tarde, cuestionado sobre el cambio en el descanso de Tato por Chrisantus, afirmó Lobera que eran «dos jugadores de perfiles diferentes», que su intención era «controlar más el juego». Valoró que Chrisantus había «trabajado bien, pero nos ha faltado continuidad en el juego», para acabar explicando que con Tato «queríamos bajar más el balón, tener más movilidad entre líneas y crear superioridad numérica, otro perfil en la segunda parte por la dinámica en la que había transcurrido la primera».
Para finalizar, el aragonés, como es habitual en él, no quiso valorar la actuación arbitral donde el Villarreal pidió un penalti de Murillo a Uche.
- CRÓNICA | Punto de oro en El Madrigal (1-1)
Este artículo se modificó el 25/02/2013 00:16 00:16