Martes 30 de abril. Estamos inmersos en una semana que nos lleva directos a la jornada número 37 de la Segunda División. Sólo restan seis jornadas para que la temporada regular acabe. La hora de la verdad es esta. Y ya ha empezado.
Es sin duda, una fase del campeonato donde la inercia no es lo único que vale para ganar. Esta inercia ganadora, la fuerza inherente que te lleva a conseguir puntos en situaciones límites, a veces se vuelve en tu contra y ya no es lo único que vale para arrancar una victoria.
En esta situación se encuentra la Unión Deportiva Las Palmas. Después de la debacle en Córdoba —discusión arbitral aparte— y tras dos fiascos en casa frente al Guadalajara (0-1) y el Hércules (0-0), recuperar al Gran Canaria para el ascenso se vuelve vital. Los de Sergio Lobera, deben recuperar su tono y convertirse de nuevo en un anfitrión temido en la categoría en la recta final del campeonato.
Sin embargo esta ráfaga de convencimiento en el juego no se generó esporádicamente. Catorce partidos sin perder fraguaron que la convicción de un equipo en sus posibilidades y su método fuera total. No obstante, parece que el empuje ha remitido y ya esto no sólo vale para llevarse los tres puntos. Como viene, se va.
Y la Unión Deportiva no puede dejarlo escapar. Remontar el vuelo es posible y todo está en manos de los jugadores de Lobera. Este sábado, y ante un ‘gallo’ como el Sporting, es el momento de volver por nuestros fueros, de recuperar el fútbol que la afición anhela y que seguro, responderá en las gradas. De volver a sentir que el juego amarillo es el único que podrá acercar el objetivo hasta Gran Canaria. De olvidarnos de conspiraciones y de arbitrajes suspicaces. De que la suerte se ponga de nuestro lado. De salir a ganar con el balón y el corazón. De demostrar que esta Unión Deportiva Las Palmas puede ser de Primera.
por Edu López
Más artículos de Eduardo López
Este artículo se modificó el 30/04/2013 02:34 02:34