El próximo sábado el Estadio de Gran Canaria acogerá un partido que si bien en lo puramente futbolístico aún no se ha declarado el inicio del choque, ya ha comenzado a jugarse desde hace varias semanas en el entorno de ambos clubes. Y es que el encuentro entre la Unión Deportiva Las Palmas y el Real Sporting de Gijón es una de esas fechas que se señalan en el calendario.
Tan cierto es que Sergio Lobera ha defendido siempre la filosofía del “partido a partido” y de no mirar más allá de lo que acontece en el fin de semana inmediato, como que el aficionado ha ignorado tal filosofía una vez veía como el equipo aumentaba sus opciones de hacer algo grande. Todos los aficionados, me incluyo entre ellos, miraban con avidez el calendario y comparaban las citas que le deparaba a los de Pío XII con las de sus rivales directos. Si en algo coincidía la mayoría era en que el partido ante el Sporting de Gijón del día 4 de mayo sería uno de los puntos clave para determinar el futuro de la Unión Deportiva a final de temporada.
Pues bien, ha llegado el momento. El equipo insular llega a la cita tras haber recibido un duro varapalo en tierras cordobesas merced a la goleada recibida sobre el terreno de juego y a la crispación generalizada respecto al lamentable arbitraje de David Pérez Pallas durante el choque. La suerte sonrió a los amarillos ya que sus principales perseguidores no lograron vencer sus respectivos encuentros por lo que la sexta plaza aún permanece a buen recaudo.
Por su parte, el Sporting de Gijón afronta en el recinto de Siete Palmas su última oportunidad de engancharse al vagón de cola de la SD Ponferradina. Los hombres de Sandoval no lograron doblegar en su feudo al Hércules y la sexta plaza aún continúa a nueve puntos para ellos. Una victoria ante Las Palmas significaría recortar la distancia a seis puntos y aumentar su nivel de autoestima de cara al tramo final de competición que se avecina.
Ambos conjuntos son conscientes de que el partido del próximo fin de semana se ha convertido en mucho más trascendental de lo que cabía esperar hace unas semanas. En él se decidirán las opciones de ocupar puestos de playoffs para unos y la oportunidad de lograr reengancharse a la lucha por el ascenso directo, y de paso dejar atrás a un rival, para otros. Las Palmas no puede fallar de nuevo en su campo, donde además tiene una deuda pendiente con la afición.
Si no era suficiente de por sí el clima de tensión que se vive en torno a esta disputa, se ha designado que el colegiado que dirigirá el partido será Pino Zamorano – uno de los colegiados más criticados y discutidos por el público general –. Todo un aliciente añadido teniendo en cuenta las quejas ya comentadas sobre el arbitraje sufrido el pasado fin de semana.
En definitiva, el 4 de mayo el Estadio de Gran Canaria acogerá una cita a la cual estarán pendientes muchos ojos del panorama de la Segunda División. Aquello que en un principio era considerado un encuentro complicado es ahora una fecha de vital importancia. Una de esas que se marcan en rojo en el calendario.
por Nauzet Robaina
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Este artículo se modificó el 30/04/2013 02:32 02:32