Valerón sonríe, Las Palmas avanza

Dos goles de Juan Carlos Valerón y uno de Macauley Chrisantus sirvieron a la Unión Deportiva para doblegar a un aguerrido Mirandés, que vendió muy cara su derrota. El Flaco completó su mejor actuación en su vuelta al representativo y anotó dos tantos de delantero. Las Palmas ya es cuarta.

Supo sufrir la Unión Deportiva Las Palmas ante el Mirandés para llevarse los tres puntos. Sigue buscando la identidad el conjunto de Sergio Lobera: es intermitente en el dominio, tiene fases de desconexión y tiene altibajos. Empezó con mucha intensidad los primeros veinte minutos pero después se desinfló. Cuando los amarillos encuentren la regularidad en el juego irán disparados hacia el ascenso directo. Mientras tanto, sigue acumulando victorias en su casillero.

Lo hizo ante un Mirandés muy aguerrido, que nunca perdió la cara al encuentro a pesar de parecer groggy. El conjunto de Gonzalo Arconada dejó a sus mejores efectivos en ataque en el banquillo, saliendo a mantener el empate inicial en el marcador aunque buscando el contragolpe con notoriedad. Jugadores como Pablo Infante, Muñiz, Goria o Díaz de Cerio se quedaron esperando su oportunidad. Sin embargo, el guión no fue el esperado para los rojillos. Y fue por un hombre, Juan Carlos Valerón.

En el minuto cinco Deivid se incorporó al ataque. Y cuando eso sucede, hay noticia. Buscó a Tana entre dos hombres, el canterano levantó la cabeza y puso el balón perfecto al corazón del área. Ahí apareció El Flaco. Desde segunda línea, entrando como un killer, metió la cabeza y cantó dieciséis años después un tanto con la camiseta de la Unión Deportiva Las Palmas. Su sonrisa, imposible de desdibujar, relució con más intensidad.

Hasta la mitad de la primera mitad los amarillos tuvieron el balón. Nauzet Alemán, que sustituyó en el once al iraní Masoud, se encontró cómodo por la banda derecha con Ángel López como escudero. Valerón se asociaba bien y Tana cumplía las expectativas con otro inicio plagado de talento. Las Palmas funcionaba, aunque fue perdiendo la posesión del esférico y el Mirandés comenzó a creerse que era posible hacer algo en el Estadio de Gran Canaria.

En el minuto 30, Mariano Barbosa desbarató un tanto cantado de Mújika. La Unión Deportiva cerró mal las filas en un córner, y en el despeje se quedó solo el rojillo. El argentino clavó las rodillas en el césped y con una parada parecida a una acción de balonmano evitó el empate. Los de Arconada pusieron en aprietos a la defensa grancanaria, sobre todo, en jugadas ensayadas donde demostraron ligera superioridad.

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En la segunda mitad el Mirandés fue a pecho descubierto a buscar el empate. Se hizo con el control del balón y los de Lobera esperaron atrás. La insistencia del conjunto castellano-leonés se incrementó con la entrada del habilidoso Pablo Infante en la banda izquierda. A partir de ahí, fue sobre ruedas. Tanto que el respetable amarillo recriminó a los suyos más valentía a la hora de buscar el segundo tanto para no sufrir. Pero eso es imposible, cuando en el abono se subraya tan claro que el sufrimiento es la bandera de este equipo. Forma parte de la idiosincrasia de ser amarillo.

Llegaría el segundo tanto amarillo quizá cuando menos merecimiento estaba realizando sobre el césped. Vicente Gómez realizó una apertura hacia la derecha y Nauzet Alemán encaró a su par. Se metió dentro del área, elevó la cabeza y vio a Juan Carlos Valerón en posición de empujarla. El de Arguineguín la pegó floja, colocada al palo largo, para hacer su primer doblete como profesional con 38 años a sus espaldas. Y sigue sorprendiendo. Su propio gesto de incredulidad en la celebración del gol le delata: con la sonrisa de Valerón todo parece ir como la seda.

Cuando parecía que la Unión Deportiva concluiría por fin un partido con tranquilidad, llegaría el mazazo. La alegría en la grada se cortó de raíz con un derechazo de Igor Martínez que se coló por la escuadra. Barbosa, soberbio hasta el momento, no pudo hacer nada con el rápido y sorprendente latigazo del veloz delantero mirandesista. Con el 2-1 en el marcador se volvieron a vivir escenas de cierta tensión, también en la grada, que veía como el triunfo podía esfumarse ante un Mirandés venido arriba. Infante, en el 77, pudo poner el empate en un disparo lejano.

La incertidumbre la cortó Macauley Chrisantus. El nigeriano recibió un pase de Valerón, avanzó, amagó con irse en velocidad, se frenó y con un toque sutil con la diestra coló el balón en las mallas ante la estirada imposible de Dani Jiménez. El ‘9’ amarillo vive un momento de gracia y se nota en la confianza que desprende: cinco goles en sus últimos cuatro partidos. No solo se ha hecho con un puesto en el once titular sino que oposita con claridad a tener un puesto con la selección de su país para el Mundial de Brasil 2014. Si sus actuaciones le siguen avalando de esta manera no sería una sorpresa.

Con el partido cerrado Tato pudo hacer el cuarto tras un robo de Hernán Santana, pero se encontró una gran intervención del portero rojillo. El Mirandés llegaba a Gran Canaria siendo el equipo menos goleado como foráneo con tan solo tres goles encajados. Los amarillos en 90 minutos lograron duplicar esa cifra. Un síntoma incontestable que este equipo, aún en evaluación interna y sin una personalidad definida, tiene una pegada a destacar. La regularidad y la confianza de jugadores claves como Nauzet Alemán pueden dar ese salto definitivo que necesita el equipo. Mientras tanto, sin brillantez, gana. Que es lo importante.

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Unión Deportiva Las Palmas 3-1 Club Deportivo Mirandés

Unión Deportiva Las Palmas: Barbosa; Ángel López, David García, Deivid, Xabi Castillo; Apoño (Hernán, min. 85), Vicente Gómez; Nauzet Alemán, Valerón (Tato, min. 87), Tana (Momo, min. 65); y Chrisantus. Entrenador: Sergio Lobera.

Club Deportivo Mirandés: Dani Jiménez; Flaño, César Caneda, Nagore, Iván Agustín, Mújika, Docal (Pablo Infante, min. 45), Ríos, Malón, Igor Martínez e Iriome (Muñiz, min. 73). Entrenador: Gonzalo Arconada.

Goles: 1-0, Valerón, min. 5; 2-0, Valerón, min. 57; 2-1, Igor Martínez, min. 65; 3-1, Chrisantus, min. 82.

Árbitro: José Ramón Piñeiro Cespro, comité asturiano. Amonestó a los locales Nauzet Alemán, Apoño, Chrisantus y David García; y a los visitantes Iván Agustín.

Incidencias: Estadio de Gran Canaria, 10.032 espectadores.