El cuento de nunca acabar

CONTRACRÓNICA | La historia de cada quince días se volvió a repetir. La Unión Deportiva Las Palmas pierde en su salida fuera de Gran Canaria y, esta vez sí, dice adiós al ascenso directo a la Primera División a falta de cinco jornadas para que concluya la temporada regular.

Reza el dicho que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pues bien, la Unión Deportiva es ese equipo que ha hecho lo propio en todos y cada uno de sus partidos a domicilio en la segunda vuelta, de los cuales no ha ganado ninguno.

Como el doctor Jekyll y Mr. Hyde, el conjunto de Paco Herrera tiene dos versiones. Una alegre, ilusionante y vivaracha bajo el cálido ambiente que se establece en el Estadio de Gran Canaria y otra más opaca, triste y decepcionante cuando el terreno de juego es distinto al recinto de Siete Palmas. Al menos así ha sido a lo largo de toda una segunda mitad de temporada en la que el cuadro grancanario ha echado por tierra todo los méritos que acumulo hasta el mes de enero, cuando era el líder intratable de la Segunda División.

Este sábado, en Butarque, Las Palmas repitió una historia que de tan repetitiva que ha sido, se ha convertido en previsible. Tras una primera parte soporífera en la que los amarillos apenas generaron peligro de cara a la meta de Serantes, el entrenador decidió realizar una variante táctica novel durante el curso que consistió en implantar un 5-3-2 con David Simón y Dani Castellano como carrileros largos.

El plan, en principio, invitaba a pensar que el combinado insular iba a subir sus líneas de presión para, a partir de entonces, comenzar a dominar el guión del choque. Sin embargo, el gol de Prendes hizo caer como una torre de naipes el ideal del técnico, provocando que la Unión Deportiva tuviese que tirar una vez más de la heroica para remontar.

Igualó pronto el partido David Simón aprovechando el rechace del guardameta después de una acrobacia de Araujo pero la escuadra pepinera no quiso ser menos que Numancia o Mirandés y explotó las debilidades defensivas de los grancanarios para volver a imponerse en el tanteador. Este segundo mazazo fue el definitivo, Las Palmas bajó los brazos y se despidió así de los tres puntos y de sus opciones de alcanzar la segunda plaza.