Tres titularidad consecutivas consolidan al extremo franco-marroquí como uno de los jugadores importantes en los planes del nuevo técnico. Nunca había sido titular con Herrera y está demostrando su validez en sus últimas apariciones.
De cero a cien en un par de semanas. Nabil El Zhar ha visto cómo su situación en la Unión Deportiva ha sufrido un giro de 180 grados desde el preciso instante en el que Quique Setién aterrizaba en la isla para convertirse en el nuevo capitán del barco amarillo. Titular ante Villarreal, Real Madrid y Real Sociedad, el atacante se ha destapado siendo uno de los jugadores más destacados en el global de los tres partidos que ha dirigido el técnico cántabro.
Llegó en los últimos días del mercado estival para reforzar el ataque y, obviamente, le costó entrar en la dinámica grupal. Sin embargo, los pocos ratos que jugó mientras Paco Herrera era el inquilino del banquillo grancanario, Nabil mostró siempre sus virtudes: velocidad, regate, buen desborde y, sobre todo, verticalidad. Eso que tanto se anhelaba por algo el simple hecho de que no se contaba en la plantilla con un recurso similar.
Durante los últimos días de mercado, se echaba en falta para la confección de plantilla de Las Palmas un jugador diferente al resto, un agitador de partidos, un elemento diferencial. Por entonces un fenomenal grupo de peloteros en espacios cortos ya nutría la mayor parte del plantel del representativo canario en Primera pero eran pocos los futbolistas capaces de destacar en otras facetas. En todas las cabezas rondaba la idea de que sólo los carrileros (David Simón y Dani Castellano) aportaban una solución distinta al característico juego de sobar el esférico hasta agotar la paciencia, del toco y me voy pero muy lejos para poder seguir tocándola. Todos pensaban así hasta que El Zhar entró en escena, claro.
El franco-marroquí ha suplido el rol de flecha envenenada para las defensas rivales que el año anterior se buscó con Guzmán Casaseca. Eso sí, hay que tener en cuenta que el ex del Levante tiene muchas más cualidades que el extremeño para competir al máximo nivel. Quique Setién ha sabido verlo y ha apostado ciegamente por él durante sus primeros partidos como solución a esa falta de compañía que solía tener Araujo en los enfrentamientos anteriores a su llegada.
Nabil es incisivo, encara a su defensor y si falla vuelve a intentarlo, algo que la grada suele agradece. Además, se asocia muy bien con sus compañeros y ya resulta habitual verle combinar con Simón formando dúo en banda derecha o con Tana cuando percute hacia el centro. Ante el Villarreal tuvo una actuación correcta, no desentonó en el Bernabéu y frente a la Real Sociedad fue uno de los mejores del equipo, como le reconoció el público con una ovación tras su retirada del terreno de juego.
Se ha ganado el sitio en el once pero tiene la competencia de Nauzet Alemán por si se le ocurriese bajar los brazos. Otros como Asdrúbal o Wakaso, que aún no han debutado con el nuevo técnico y que están ávidos de minutos, también podrían ocupar esa demarcación. Pese a todo, de momento, El Zhar es el protagonista.
Este artículo se modificó el 15/11/2015 16:33 16:33