La gran noche de Nili Perdomo

CONTRACRÓNICA | Desde hace algún tiempo ya no es una novedad ver a Nili Perdomo jugar con regularidad con la Unión Deportiva Las Palmas en Copa del Rey. El canterano se ha ganado un sitio con los profesionales y es normal verlo convocado con la primera plantilla en la competición del k.o. y también cuando las lesiones le abren un hueco en la Liga. Sin embargo, lo de la noche de este jueves sí que ha sido distinto a lo visto hasta ahora: el joven jugador fue el mejor de los amarillos sobre el césped de una catedral del fútbol como Mestalla.

No hace ni siquiera un año desde que Mingo Oramas decidiese que Nili debía jugar con regularidad como lateral derecho en Las Palmas Atlético. Hasta ese momento, su perfil se limitaba al de un extremo fino y veloz cuyo único desempeño era el de atacar, ganar línea de fondo y poner buenos centros al área. Su cambio de posición dio buenos brotes al principio en la vela chica y le abrió las puertas del primer equipo de la mano de Paco Herrera en Segunda División. Menos de un año, sí, pero mucho ha cambiado desde aquel debut ante el Alavés hasta la hazaña copera en Mestalla. El imberbe futbolista que debutaba en junio en un partido intrascendente se ha doctorado en enero del año siguiente en todos unos Cuartos de Final de la Copa del Rey ante el Valencia. Casi nada.

Porque nunca Nili había mostrado una actuación tan completa como la que ha desarrollado en la capital del Turia este jueves. Inició eléctrico, con ganas y atacando con saña la banda defendida por Gayà. De hecho, las primeras jugadas del partido que ofreció el equipo amarillo llegaron a través de sus botas. Hasta tres buenas internadas tuvo en el primer acto del partido que llevaron mucho peligro ante la meta de Ryan pero nunca encontró rematador en sus envíos. Mientras, en la retaguardia, se mostró sólido ante la exigente prueba con Piatti enfrente.

Si bien en el segundo tiempo no tuvo tanta presencia ofensiva, siempre ofreció una solución por su carril para que el conjunto avanzase metros. Además, fue determinante en acciones defensivas marcando bien a De Paul cuando éste ingresó en el campo y evitando una clara ocasión de Alcácer en el área desestabilizando lo suficiente su equilibrio, sin cometer penalti, para no permitirle rematar.

Ya en los minutos finales parecía que le costaba más llegar a las coberturas, algo comprensible visto su esfuerzo durante los minutos anteriores, pero pese a todo no desentonó y estuvo siempre bien posicionado. Con una defensa tan demacrada por las lesiones, Nili se ha convertido en un soplo de aire fresco para Quique Setién, que tiene un activo más que ya reconoce como fiable. «Me ha sorprendido mucho y ha hecho un gran partido», dijo el entrenador en sala de prensa. En un escenario como el que afrontaba, frente a un rival de gran talla y en una posición que no le es natural por su formación en el fútbol base amarillo. No será habitual verle jugar con asiduidad e incluso volverá a bajar con el filial en muchas ocasiones. Aún así, el recuerdo de su gran noche con la camiseta amarilla ya no se le olvidará nunca. Nili se ha doctorado.