CONTRACRÓNICA | Decía John Guidetti el pasado miércoles en la zona mixta del Vicente Calderón que ante las dudas con su nombre la prensa debería llamarle SuperGuidetti. Este domingo el sueco se enfrentaba a la Unión Deportiva Las Palmas que tiene en su ataque a un futbolista tímido, extrovertido, que juega al fútbol con una tranquilidad propia de quien pasea por un parque. No obstante, ese futbolista volvió a ser decisivo en el Estadio de Gran Canaria con un gol decisivo: Willian José ya se ha convertido SuperWillian.
Saber estar en el lugar correcto y en el momento preciso. Ese arte tan complicado y por el cual destacan los grandes delanteros. Quizá se encuentra en una escala menor a la de los grandes arietes de la categoría pero Willian José posee esa cualidad. Y es a partir del buen uso de esa virtud como ha logrado convertirse en el salvador por excelencia de la Unión Deportiva Las Palmas. Ya ocurrió ante el Real Betis y volvió a repetirse este domingo con el Celta de Vigo. En un partido que se les escapaba a los amarillos, apareció el de Porto Calvo para vestirse de héroe y rematar en el área un balón que parecía perdido.
Como si de una reafirmación a las palabras de su técnico se tratase, en una semana en la que Quique Setién ha dicho por activa y por pasiva que no ha pedido ningún refuerzo para la delantera, Willian José completó un partido soberbio. Ya no sólo por el gol en el minuto 90 sino por su gran repertorio de movimientos y acciones individuales a lo largo del partido. Además, fue siempre un desahogo para sus compañeros que lo buscaron en largo cuando no había huecos para salir en corto y el delantero bajó continuamente con acierto todos los envíos anticipándose a Cabral.
Su puesto como titular es ya indiscutible en el equipo. En ello influye, obviamente, la escasa y poca exigencia de la competencia pero también su propio rendimiento. Willian ha sabido adaptarse al estilo de juego de Quique Setién y produce cosas para el equipo tanto en el área – donde es fundamental ya que es el único que acude de forma natural a ella – como en línea de tres cuartos. No es ningún prodigio técnico pero sí que se asocia bien con los peloteros de la medular para, inmediatamente, hacer un desmarque de ruptura en busca de la portería. Así lo reconoció también su entrenador en la rueda de prensa posterior al choque declarando que «ya no sólo es importante por sus goles sino también por el trabajo que realiza».
Y es que, realmente, le llegaron pocos balones en las inmediaciones del área contraria, o al menos no muchos en condiciones idóneas para encarar de primeras el arco rival. Sin embargo, supo generarse sus propias ocasiones y en una de esas maniobras llegó el primer susto para Sergio, portero del Celta. Willian recibió de espaldas, orientó la pelota, se hizo su propio espacio y soltó un latigazo desde más de veinte metros que se estrelló en el larguero e hizo temblar la portería. Era el primer aviso.
Finalmente tuvo que esperar a los minutos fatídicos para que su gran partido se viese recompensado con el gol que tanto había merecido. En una acción a la desesperada en la que el ímpetu de Roque hizo que el balón llegase al área, el brasileño se las ingenió para sacar un remate con el que batir a Sergio y poner el delirio en las gradas. Otra vez Willian José en el descuento y de nuevo para sumar tres puntos vitales que catapultan a Las Palmas fuera del descenso. Y todo porque estaba donde debía y cuando debía, algo que todo buen delantero debe intuir.
Este artículo se modificó el 01/02/2016 15:32 15:32