Con 1-0 en el marcador, Cristóforo desvió con la mano un remate de Tana dentro del área pero el árbitro del partido decidió no señalar una pena máxima que era clara y podría haber cambiado el partido.
Corría el minuto 28 de la segunda mitad cuando la Unión Deportiva Las Palmas atacaba en busca del empate tras el gol de Banega que había puesto por delante a los locales. Tana recibió en el área y probó fortuna con un disparo que rechazó en un rival y desvió la trayectoria del esférico. El acto reflejo de los jugadores amarillos fue claro: pedir una pena máxima que el colegiado decidió no señalar.
La repetición ofrecida por las imágenes de televisión no dejan lugar a la duda. Cristóforo sacó la mano y evitó con ella que el disparo del jugador canario cogiese portería. El brazo del jugador uruguayo estaba completamente abierto y extendido, provocando un penalti claro que el colegiado navarro Prieto Iglesias decidió no pitar pese a que estaba muy cerca de la jugada.
En declaraciones recogidas por Movistar+ al final del choque, Jonathan Viera admitía que el penalti «era claro» ya que él estaba inmerso en la propia jugada.
Este artículo se modificó el 15/02/2016 13:51 13:51