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El lastre de la fragilidad defensiva

Mikel San José gana en una pugna a Roque Mesa. | Foto: LaLiga.

La producción ofensiva de Las Palmas contrasta con la fragilidad que presenta defensivamente. Por una lado, sus números a nivel de goles realizados se encuentran a la altura de equipos que ocupan puestos europeos, pero por otro lado, su contundencia defensiva es similar a la de los equipos que ocupan los puestos de descenso.

El combinado dirigido por Quique Setién ha dado esta temporada un salto de calidad en cuanto a producción ofensiva. Se trata del sexto equipo que más goles ha marcado de la categoría, siendo superado sólo por el Barcelona, el Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Eibar y el Sevilla, todos ellos equipos que ocupan puestos europeos excepto el conjunto armero, que sin embargo es un serio aspirante a ocupar una de esas plazas cuando acabe el campeonato.

Parece que la mejora ofensiva ha traído como consecuencia que la UD haya empeorado en su faceta defensiva, ya que, a falta de seis partidos, el conjunto amarillo ya ha recibido cuatro goles más que en todo el año pasado. Sólo tres equipos han encajado más goles esta temporada: Osasuna, el Granada y el Sporting, por lo que Las Palmas ocupa el cuarto puesto en cuanto a equipos más goleados de la categoría.

Con su juego, el cuadro de Setién empuña una espada de doble filo: arriba es letal como los mejores pero atrás es endeble como el que más y parece que no encuentra equilibro entre una cosa y la otra.

Según las estadísticas de la cuenta de Twitter @FútbolAvanzado, los equipos de La Liga necesitan de media realizar alrededor de 96 pases en las inmediaciones del área o en el área contraria para lograr convertir un gol. Existen escuadras cuya contundencia defensiva supera con creces la media de la categoría, como es el caso del Villarreal, que exige que sus rivales realicen una media de 217 pases en los últimos 30 metros del terreno de juego antes de conceder un gol. Unos números que simbolizan el acierto defensivo del equipo dirigido por Fran Escribá.

La UD, en el polo opuesto

En este sentido del juego, la UD representa el otro extremo, el de un equipo desacertado en defensa y que concede demasiadas facilidades para que los rivales alcancen el premio del gol. Los que juegan contra el equipo de Setién necesitan realizar una media de 75 pases en zona de finalización antes de marcar. Esto quiere decir que se requieren 20 pases menos que la media para subir un tanto al marcador y simboliza la fragilidad defensiva que presenta Las Palmas. El estilo de juego hace que los delanteros rivales se encuentren en situaciones ofensivas ante una defensa amarilla totalmente deslavazada y sin capacidad para cortar la circulación de balón rival.

Esta fragilidad que ofrece la UD en faceta defensiva es similar a la de equipos como el Sporting y el Granada y ligeramente mejor que lo que puede ofrecer Osasuna. Estos tres, que ocupan puestos de descenso, junto con Las Palmas, son los cuatro equipos que menos exigen al rival a la hora de conceder goles.

La brillantez ofensiva que ha ofrecido la UD le ha llevado a soñar durante algunas jornadas con alcanzar Europa en este curso y también le coloca cerca de superar su mejor marca personal de 59 tantos en una temporada. Pero la vulnerabilidad defensiva empaña de manera notoria el trabajo realizado en campo contrario.

Quedan pocas jornadas para que acabe el curso y poco se puede hacer para cortar la sangría teniendo en cuenta el movimiento que habrá en el banquillo amarillo. No obstante, librarse de ese lastre manteniendo la producción ofensiva podría ser clave para las aspiraciones de la UD de cara a la próxima campaña.

Este artículo se modificó el 19/04/2017 11:50 11:50