El canterano amarillo fue titular en la noche de este jueves en Riazor. El meta grancanario volvió a tener una oportunidad, la primera en la etapa liderada por Pako Ayestarán. Su buena actuación le ayudará a coger confianza y afrontar el futuro con mejor perspectiva.
Raúl Lizoaín se vistió de corto para ponerse de nuevo bajo palos. Lo hizo por primera vez en una temporada convulsa para Las Palmas, sobre todo en términos de goles encajados. Las actuaciones del portero grancanario han estado en el punto de mira del aficionado desde hace tiempo, abriéndose incluso el debate sobre sus aptitudes para desempeñarse en Primera División.
El cancerbero canterano de la UD ha ido, por lo general, a remolque de la coyuntura de turno. El banquillo ha sido su lugar durante gran parte de las temporadas que acumula en el club, aunque Lizoaín acostumbra a querer reivindicarse cuando se le da la posibilidad, normalmente en competición copera. Ante el Deportivo fue una de esas veces.
El arquero amarillo tuvo varias intervenciones providenciales, en las que sacó a su equipo de un hipotético atolladero. Y es que su buen nivel de juego y su alto grado de concentración sirvieron para mantener el resultado y aguantar las embestidas de la escuadra gallega en los primeros compases de la segunda mitad. Esto acabó repercutiendo a nivel coral en los últimos minutos y permitió abrir brecha hasta el 1-4.
El efecto Chichizola
Raúl Lizoaín tuvo minutos de manera regular en la última campaña de Quique Setién al frente de la nave isleña. El entrenador cántabro repartía minutos entre el meta capitalino y Javi Varas, intercalando partidos entre ambos sin permitir la más mínima relajación. La perseverancia era la única vía de trabajo posible en este ambiente para recoger los mejores frutos.
Con la marcha del santanderino y el inicio de la pretemporada, en las oficinas de la entidad se pusieron manos a la obra en la búsqueda de un nuevo portero. Poco después llegó Leandro Chichizola, proveniente del Spezia Calcio de la Serie B italiano. No le costó adaptarse ni encandilar al respetable local con sus primeras actuaciones en pretemporada.
El argentino responde a un perfil que atrae y mucho en Gran Canaria. Su capacidad de mando y su velocidad de reacción, entre otras cosas, le han erigido en la primera opción, primero para Manolo Márquez y ahora para Pako Ayestarán. Tanto es así que no le ha perjudicado directamente el hecho de ser el portero más goleado de la categoría ha pasado, dado que la principal causa no es otra que la fragilidad defensiva.
La opción más probable, al menos en el corto plazo, parece ser la de mantener los roles actuales entre los dos. No se prevé, por el momento, un cambio en la portería para competición doméstica, pero Lizoaín ha enviado ya el primer aviso a navegantes esta temporada.
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Este artículo se modificó el 28/10/2017 22:07 22:07