S
uenan las campanas del fútbol chino y la continuidad de Jonathan Viera peligra para la UD. El dinero que trae el conjunto asiático es irrechazable como bien reconoce el propio mediapunta de La Feria. Todos los astros parecen acoplarse para provocar que el futbolista más importante que tiene ahora mismo Paco Jémez en nómina se acabe marchando en el mejor momento de su carrera.
La realidad es que esta es la primera vez que la salida de Viera es una opción real. Su evolución ha sido notable hasta el punto de llegar a convertirse en internacional. El centrocampista grancanario ha crecido desde que regresase a la isla y le ha dado a Las Palmas todo lo que tenía, pero a la hora de la verdad hay que reconocer que el lujo de tenerle vistiendo de amarillo, con el caché que ha tomado, es una misión imposible.
La UD ya no puede retener a un jugador que es muy apetecible. No hay dinero que pueda retener al ’21’ y es normal que se quiera marchar. Las cantidades que le ofrecen fuera de España harían a más de uno caerse de la silla o desmayarse. Esta situación ya no es una cuestión de sentimientos hacia Las Palmas, sino más bien de querer apostar por un futuro completamente resuelto para sí mismo y para toda su familia.
Los sentimientos de Viera creo que están más que probados. Su compromiso y liderazgo se ha dejado notar desde que los amarillos lo rescataran de Bélgica. ‘El Mago’ ha sido pieza clave del proyecto, rechazó propuestas en verano para seguir de amarillo y no se ha cansado de dar la cara tanto en las buenas como en las malas. De hecho, si se produce su salida Las Palmas cerraría de forma definitiva una era que se inició con el ascenso.
Por todo, no hay que juzgar a Jonhy si finalmente hace las maletas para jugar en China. Es cierto que, seguramente, no es el mejor destino para explotar su mejor versión como futbolista, aunque creo se debe comprender que quiera volar. Sin reproches de ningún tipo hay que intentar entender que quiera bajarse del barco porque, tarde o temprano, esto iba a suceder a pesar de que todos deseábamos todo lo contrario.
Si Viera dice adiós dejará heridas más o menos abiertas entre los aficionados y no podrá evitarlo, provocando un antes y un después para una afición que se va a quedaría huérfana de ídolos. La salida del mediapunta supondría un golpe difícil de digerir y complicado de aceptar, pero no quedará otra. Jonathan le debe mucho a la UD y viceversa también, una cuestión por la cual tiene derecho a decidir qué hacer con su futuro.
Este artículo se modificó el 12/02/2018 18:21 18:21