La UD Las Palmas debe de hacer creer a la totalidad de su afición para que les alienten hasta final de temporada a pesar de la dificultad del reto que supone seguir en Primera División el próximo curso.
En busca de un repunte de esperanza. La UD Las Palmas necesita volver a hacer creer a sus aficionados y lo necesita cuanto antes. La realidad refleja que los amarillos están obligados a dar un paso al frente en las 9 jornadas que quedan y para ello el apoyo de la grada y de sus hinchas es más vital que nunca. Sin embargo, ese apoyo está complicado porque ahora mismo los seguidores insulares están divididos en cuanto a la fe.
Hay gente que no cree en la salvación y otros que sí, siendo ambas posturas completamente lícitas y comprensibles. Los que sí creen piensan que queda tiempo, que hay un partido con el Levante de por medio y en que lo abrupto del calendario ya ha pasado. Mientras tanto, los que no creen se dejan llevar por las sensaciones que ha dejado el equipo durante casi toda la temporada, en los fichajes que no terminan de funcionar y en la distancia con los puestos que marcan la salvación.
Sea como fuere, Las Palmas todavía tiene opciones y con un parón de por medio todo puede pasar. Paco Jémez ha preparado una semana donde va a haber dobles sesiones y donde podrá corregir todos los errores que han cometido los amarillos durante los últimos partidos. Los jugadores y el cuerpo técnico están intentando poner todo de su parte sabiendo que es muy complicado porque no les queda otra que creer que se puede.
Lo cierto es que se puede tener fe o no en este equipo, pero hay que entender que la UD no está muerta todavía a pesar de estar tocada. El tiempo es el mayor enemigo ahora mismo de los grancanarios y deberán ser ellos, los jugadores, los que consigan convencer a los escépticos de que la machada es posible con sus actuaciones sobre el césped.
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Este artículo se modificó el 21/03/2018 13:04 13:04