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Los 16 pecados capitales de la Comisión Deportiva

La UD Las Palmas jugará la próxima temporada en LaLiga 123, tras un descenso que se ha ido gestando desde hace más de un año con decisiones erróneas una tras otra. Demasiados errores de gestión y planificación que han tirado por tierra la base que logró crear Setién.

«Todo ha salido rematadamente mal», decía Paco Jémez al término del partido ante el Alavés, en relación a las decisiones tomadas en la UD desde su llegada. No obstante, las malas decisiones se remontan a mucho antes, desde que se produjo el divorcio con Setién y se tambalearon los cimientos de una base que funcionaba y prometía mayores ilusiones. Todo se ha dilapidado en un año en el que prácticamente se ha hecho todo mal, haciendo el descenso más que merecido.

1- Salida de Quique Setién. El tiempo le ha dado la razón al preparador cántabro. Todo funcionó hasta que en el club se comenzaron a tomar decisiones deportivas a espaldas del técnico, especialmente en materia de altas y bajas durante aquel mercado invernal. Aquello provocó una ruptura entre el técnico, al que no se quiso dar poder de veto en la materia de confección de plantilla, y la comisión deportiva. Hubo más puntos de desencuentro, desembocando un divorcio que fue el principio del fin.

2- La elección de su sucesor. La UD Las Palmas fue el primer equipo en saber que no seguiría con el mismo entrenador la siguiente temporada y contó desde finales de marzo con tiempo para elegir a su sustituto. La elección final fue Roberto De Zerbi, un italiano sin apenas experiencia que además no conocía LaLiga. No obstante, los informes de la dirección deportiva prevalecieron y se comenzó a trabajar junto al técnico en la planificación de la nueva temporada. Pero pasaban los días de junio y la firma no se producía, produciéndose finalmente un desencuentro poco antes de iniciarse el mes de julio, en el que el italiano finalmente rechazó entrenar a la UD y el club no lo vio con malos ojos, dando la alternativa a última hora y por sorpresa a un Manolo Márquez que ya preparaba la temporada en Segunda B con el filial. La elección del catalán contaba con el apoyo de Tonono, Valerón y algunos pesos pesados del vestuario. Finalmente se formó un cuerpo técnico donde el único con experiencia en un banquillo de élite era el preparador físico.

3- Las Campañas de Abonados y alejamiento de la afición. La relación entre club y afición está más alejada que nunca en buena parte por unas políticas de precios y declaraciones de mandatarios que, lejos de tratar de buscar la unión, generó todavía mayor rechazo. Que el último lleno en el Estadio Gran Canaria se produjese en el partido del ascenso ante el Zaragoza no habla bien de cómo se ha gestionado este asunto. Tras tres años en Primera, la pérdida de abonados y aficionados en el recinto amarillo ha ido creciendo hasta el punto de situarse la asistencia al estadio en cifras de campañas en Segunda División. Otras cosas que no sentaron nada bien en el aficionado fue el plagio en la Campaña de Abonados, la bandera en la visita al Nou Camp y algunos otros detalles que han hecho sentir al fiel amarillo menos identificado con el club de sus amores.

4- Venta de Roque y falta de reflejos para encontrar sustituto. Impera en la comisión deportiva la idea de que ahí se confecciona la plantilla y a esos jugadores el entrenador les debe sacar rendimiento. Lo primero que aconteció prácticamente fue la venta de Roque Mesa al Swansea por 12,5 millones, antes de iniciar la pretemporada en el sur de Gran Canaria. Se marchaba uno de los pilares de la UD de Setién. Su sustituto la temporada anterior, Ángel Montoro, no había sido renovado y también abandonó el club. Se quedaron como reemplazos Hernán Santana y Javi Castellano, sin apenas continuidad las dos temporadas anteriores por sus problemas con las lesiones y muy alejados del perfil de futbolista que hasta entonces usaba la UD en el pivote. También estaba Vicente Gómez, aunque recién operado de una hernia discal que le mantendría todo el verano fuera de combate. Márquez dio la alternativa a Fabio durante toda la pretemporada y, tras sentirse indispuesto en el debut liguero en Mestalla, se estrenó ante el Atlético de Madrid en la segunda jornada. Días después, a escasas horas de cerrarse el plazo de fichajes, llegaron a coste cero para esa demarcación Sergi Samper y Alberto Aquilani, mientras que el canterano desapareció del mapa del primer equipo. Una serie de improvisaciones en un puesto clave del esquema que no auguraban nada bueno, tanto, que en el mercado invernal se fichó a otro mediocentro.

5- El fichaje de Vitolo. Acabó siendo uno de los mayores fiascos de la temporada en LaLiga. Tras un culebrón en el que primero se anunció su renovación con el Sevilla y 24 horas después se pagaba su cláusula de rescisión, el regreso del grancanario a la UD como puente a su pase al Atlético de Madrid en enero no pudo salir peor. Una operación en la que perdieron las dos partes: el club mucho dinero en pagar parte de su elevada ficha y el deterioro de la relación con el Sevilla; y el jugador una pérdida de nivel competitivo hasta el punto de tener un rendimiento irregular también en el Atlético de Madrid que le puede dejar sin ir al Mundial. Además, está por ver que la UD reciba los casi cuatro millones que le corresponderían por el 12,5% de beneficio en una futura venta que firmó con el Sevilla. El asunto está en los tribunales y el club todavía ni ha visto ni sabe si verá ese dinero.

6- La marcha de Prince Boateng a dos días de empezar LaLiga. Si un mes antes había sido Roque Mesa, justo antes de empezar el campeonato se caía de la plantilla otro de los pilares de la temporada anterior. El germano-ghanés, cuya renovación por tres años se anunció antes de finalizar la campaña anterior como gran alegría en un final de campaña para el olvido, aludió a problemas personales y el club no sacó nada por su marcha. La ausencia de un futbolista así se ha acabado notando durante esta temporada.

7- Cuatro fichajes y una salida en los últimos días del mercado. Como el estudiante que deja todo para el último día, la falta de planificación de la UD obligó nuevamente a improvisar ante las pésimas sensaciones que dejaba el equipo incluso pese a ganar en pretemporada. Sobre la bocina llegaron al club Alberto Aquilani, Sergi Samper, Loïc Rémy y Oussama Tannane, mientras se le abrió la puerta de salida a un Sergio Araujo que se mostraba más motivado que nunca y que no sobraba en la plantilla, como ha demostrado saliendo campeón de liga en Grecia, aspirando al doblete -el AEK disputará la final de Copa-. Muchos movimientos con la liga ya empezada, de futbolistas que además de no hablar castellano, no habían hecho pretemporada con el resto de compañeros y necesitaban de tiempo para adaptarse al equipo.

8- Fichajes low-cost. La UD Las Palmas presumía de tener el mayor presupuesto de su historia e incluso en palabras de su presidente, la mejor plantilla de la historia, dada la trayectoria y experiencia internacional de varios de sus integrantes, muchos cuesta abajo en sus carreras. Pese a contar con el montante del traspaso de Roque -que percibe a plazos- y una gran salud económica, el plantel se llenó de jugadores cedidos y fichajes que llegaron libres, rechazando incorporar jugadores que llevaran consigo el desembolso de una cantidad como el guardameta Monetti, por citar un ejemplo. La política de cedidos y gasto cero en traspasos se multiplicó en el mercado invernal. En cambio, se llevó a cabo el mayor gasto en salarios de la historia del club, un gasto que, visto lo visto, acabó siendo otra gestión nefasta.

9- Dimisión de Márquez y elección de Ayestarán. La relación entre dirección deportiva y el técnico catalán no era la idílica. Eso unido a las malas sensaciones a nivel de juego que estaba dejando la UD, pese a sumar dos victorias en seis partidos, acabaron propiciando la dimisión del técnico que se va a marchar con el mejor porcentaje de puntos del equipo en la temporada. La elección como sustituto fue Pako Ayestarán, quien llegaba avalado por la dirección deportiva y cuyo único éxito fue ganar 1-4 ante un rival con un jugador menos en Copa del Rey, un resultado que a punto estuvo de ser remontado en la vuelta. En liga sólo sumó un punto de 21, cayendo en casa ante rivales directos como Deportivo o Levante.

10- Ridículo con Almirón y un mes de espera por Jémez. Con Ayestarán fuera, al que se mantuvo una jornada más en el cargo por la negativa inicial de Juan Antonio Pizzi a hacerse con las riendas, el elegido fue Paco Jémez para asumir el reto. No obstante, el técnico andaluz estaba finalizando su etapa en Cruz Azul y puso como condición pasar las navidades con su familia. Ante esta tesitura, la UD se lanzó a por Jorge Almirón, a quien seguía desde tiempo atrás. No obstante, una vez alcanzado el acuerdo con el técnico argentino se percataron de que podría no cumplir la normativa para entrenar en Europa. Tras dos semanas de intercambio de documentación, consultas y trabas burocráticas, finalmente se descartó su fichaje, quedando Paco Jémez como única alternativa, pero habiendo tardado tres partidos más de los esperados, en los que la UD sólo sumó un punto ante el Espanyol.

11- Revolución invernal. La UD Las Palmas era colista y Paco Jémez llegó como un huracán, teniendo el poder de hacer y deshacer que no se le dio a Setién. El primer día descartó a Rémy, máximo goleador del equipo, y un Oussama Tannane cuyo único recuerdo como amarillo habrá sido ser objeto del penalti más claro no señalado a favor de la UD, en Vitoria ante el Alavés. Ambos, por temas disciplinarios. Araujo se ofreció a volver pero fue rechazado por el técnico, quien esperaba mejores incorporaciones por parte de la dirección deportiva para la parcela ofensiva. En total, 15 movimientos en el mercado invernal para sacudir una plantilla ya a remolque y que se movía a la desesperada para salir del pozo.

Foto: UD Las Palmas

12- El caso Emenike. Uno de los mayores fiascos en la historia reciente de la UD Las Palmas. La dirección deportiva incorporaba en la última hora del mercado a un futbolista que no jugaba por lesión en el Olympiakos desde el mes de octubre. Llegó el día siguiente con sobrepeso y una lesión crónica de rodilla que no sólo le ha impedido casi entrenar con el equipo, sino además va a hacer que se vaya sin haber debutado. Además, negocio ruinoso para el equipo amarillo, que pagó salario y coste de cesión por un jugador que sólo se puso la camiseta amarilla el día de su presentación. Como consecuencia, llegó Imoh Ezekiel, que estaba sin equipo, pocos días después. El balance fue nefasto, puesto que la UD perdió a su máximo goleador por jugadores que no han aportado prácticamente nada.

13- Salida de Jonathan Viera a China. La puntilla llegó a mediados de febrero. Con el mercado cerrado para los equipos europeos, se consumaba la marcha del mejor jugador de la plantilla, la tercera pieza fundamental que acabó jugando en otra parte con respecto a la temporada anterior. En una operación enigmática puesto que no han trascendido las cifras, la venta de Jonathan Viera al fútbol chino dejó las arcas amarillas llenas de millones pero el terreno de juego desértico de fútbol. Sin ir más lejos, sin él la UD todavía no ha logrado ninguna victoria. Fue casi la sentencia de descenso para los amarillos. El propio Paco Jémez ha confesado en repetidas ocasiones que debió haber dimitido tras la marcha de Viera. Una marcha que se intuía de lejos, puesto que aunque la relación del futbolista con el presidente aparentase ser de máxima cordialidad, el aumento de sueldo que solicitó el de La Feria en pretemporada jamás llegó.

14- Negociaciones por Samir Nasri. La dirección deportiva quiso reaccionar a la salida de Viera haciéndose con un jugador de renombre como el internacional francés. Sin embargo, obviaron que, pese a estar sin equipo, pesaba sobre él una amenaza de sanción por dopaje cuya resolución estaba cerca de ser publicada. Nasri fue sancionado por dopaje sólo una semana después de que estuviera a punto de firmar como jugador amarillo, una operación que evitó Paco Jémez, que veía venir el desenlace.

15- Lesiones y errores de diagnóstico. No ha sido tampoco una temporada fácil en lo que a lesiones se refiere, pero los servicios médicos del equipo amarillo han estado a la altura del resto de la entidad. A Halilovic se le diagnosticó una lesión de tres semanas que al final fueron cuatro meses tras pasar por quirófano. Pedro Bigas también tenía para tres semanas que acabaron siendo tres meses también tras ser operado. Gaby Peñalba fue diagnosticado con una lesión que en dos semanas debía estar solventada. Sin embargo, el argentino, clave para Jémez, lleva dos meses fuera de combate por un error en los plazos marcados para su recuperación, que le llevaron a una recaída. El colofón llegó con Emenike, quien pasó la revisión médica antes de firmar.

16- Desaparición del presidente del palco. No por ser el último punto es el menos importante. La afición busca responsables y no encuentra al máximo mandatario en el palco. Durante la segunda vuelta las intervenciones de Miguel Ángel Ramírez se han limitado a contadas entrevistas en periódicos. Alude a sus continuos viajes por motivos profesionales, pero los aficionados exigen que dé la cara tras una nefasta temporada en la que es el máximo responsable del descenso de categoría. La primera reacción del Consejo de Administración ha sido un comunicado escueto y ambiguo donde piden perdón y prometen trabajar para devolver al equipo a Primera. Sin embargo, un año tan nefasto con tantas decisiones controvertidas exigen más movimientos.

Este artículo se modificó el 24/04/2018 20:53 20:53