El anuncio por parte de Miguel Ángel Ramírez del regreso del futbolista francés complica un poco la continuidad de Paco Jémez al frente de la nave amarilla la próxima temporada. Las tiranteces entre ambos todavía siguen sin resolverse.
La UD Las Palmas tiene ahora mismo dos activos cuya relación está rota en mil pedazos. Loïc Rèmy y Paco Jémez chocaron el pasado 27 de diciembre cuando el segundo decidió enviar al primero directamente a casa por llegar tarde a la primera cena de equipo en el stage de Navidades y, desde entonces, no existe ningún tipo de afinidad. Por ese motivo, el club amarillo tendrá que lidiar directamente para decidir quién se queda.
Tal como informa La Provincia ambos no van a coincidir en el próximo proyecto grancanario en Segunda División. El pasado viernes Miguel Ángel Ramírez comentó que el francés tiene que regresar una vez finalice su cesión con el Getafe y cuentan con él, un aspecto que choca directamente con las palabras del propio presidente en una entrevista en la Cope en la que no descartaba para nada la continuidad del entrenador insular.
Aun así, es evidente que las tiranteces entre ambos harían muy complicada la convivencia de un vestuario que tiene que olvidar cuestiones extradeportivas para centrarse en el objetivo de regresar a Primera. De hecho, hace unos meses hubo un intercambio de palabras en el que tanto Rémy como Jémez dieron a conocer sus respectivas versiones sobre los acontecimientos que sucedieron en el Hotel AC aquel 27 de diciembre.
Lo que parece evidente es que, aunque el presidente haya explicado lo que podría suceder en ambos casos, no van a coincidir pase lo que pase la próxima temporada en la isla. Salvo milagro antológico, la relación entre el técnico y el delantero galo está rota y no existe solución alguna que pueda llevarles a compartir vestuario.
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Este artículo se modificó el 01/05/2018 10:15 10:15