Las Palmas volvió a caer fuera de casa en el que era su último desplazamiento en la élite del fútbol hasta un futuro regreso. El solitario tanto de Charles tras jugada de Orellana dio los tres puntos al Eibar.
La UD tomó el avión a Guipúzcoa este pasado jueves sabiendo que sería su último viaje hacia la Primera División. El cuadro grancanario no tocará más el cielo de la élite del fútbol español durante un tiempo, ni irá más a esos estadios de la península donde se han cocinado tantas historias. El escenario era el teatro en el que se han fraguado muchos de los sueños más humildes de las últimas temporadas.
Ipurua acogía el ya intrascendental duelo entre Eibar y Las Palmas. Los armeros habían perdido sus opciones europeas el miércoles con la victoria del Sevilla ante el Real Madrid. Sin embargo, la posibilidad de alcanzar la mejor posición clasificatoria en Primera de su historia sí estaba más viva que nunca.
Saltó la escuadra de Paco Jémez con varios cambios en su alineación. El principal y más relevante, la inclusión de hasta tres futbolistas de la tierra en el once después de la ausencia de sangre canaria contra el Getafe. De hecho, uno de ellos, Vicente Gómez, ejerció como capitán esta tarde.
Echó a andar el balón en medio de una fina capa de lluvia, constante durante todo el sábado en la ciudad. Las Palmas trató de salir con ahínco y valentía, como agotando sus últimas opciones de salvar el orgullo antes de descender de categoría. Gálvez tuvo la primera ocasión del partido a través de un potente disparo de falta que no consiguió sorprender a Dmitrovic.
La chistera de Orellana
Tras algunos saques de esquina inofensivos para los amarillos, el enésimo error defensivo de la temporada provocó el tempranero gol de Charles. Balón impresionante de Inui entre líneas, recibe Orellana y tras un gran movimiento consigue dejar en bandeja para Charles. Ni cinco minutos consiguió aguantar la UD sin encajar en su último partido en la élite a domicilio esta temporada.
Sin embargo, la alegría inicial del gol para los armeros se tornó en un silencio sepulcral con la lesión de Papu Diop. El senegalés se marchó en camilla y en su lugar tuvo que entra Escalante. Primer contratiempo para el conjunto de Mendilibar. Acto seguido respondieron los amarillos en forma de oportunidad de cara a gol. Centro de Halilovic y remate de Calleri que se marchaba alto.
Rondando el cuarto de hora de partido, Las Palmas dio ciertos atisbos de reacción. Algunas combinaciones lentas mostraban que la intención existía, pero la intensidad del Eibar estaba impidiendo ir más allá. No progresó ese ímpetu insular y los locales volvieron a hacerse más pronto que tarde con el control del encuentro.
El equipo guipuzcoano buscaba los balones en largo para encontrar huecos a espaldas de la zaga. Con todo y con ello, el partido se dio un pequeño respiro traspasado el ecuador de la primera mitad. El ritmo agitado de los primeros diez minutos empezaba a compensarse con errores e imprecisiones por parte de uno y otro. Entretanto, la UD tuvo alguna ocasión como un centro chut de Macedo que se marchó al larguero.
Tanteo y poco riesgo
Después de unos primeros diez minutos muy vertiginosos, Eibar y Las Palmas se dieron una pequeña tregua que, no obstante, podía ser engañosa. Ninguno parecía querer tomar más riesgos de los necesarios, aunque eran los locales quienes más posiciones estaban adelantando en el terreno de juego.
En las filas visitantes, Chichizola se erigía como principal protagonista. Una acción por la banda de los armeros terminó con el meta argentino tomando una decisión muy arriesga al ir hasta el borde del área para, con una mano, mandar lejos el balón cuando Charles tenía la caña preparada. Sus buenas intervenciones coincidieron con los momentos de mayor fervor ofensivo de los rojinegros.
Y es que el Eibar quiso terminar la primera mitad con buenas sensaciones, llegando con cierto peligro y dejando claro que el resultado parcial al descanso no era mera casualidad o fruto de una jugada aislada. La UD no había dado pruebas reales de querer disputar los tres puntos y su rival, siempre intenso y pendiente de todos los detalles, estaba aprovechándose de la tesitura.
La segunda parte dio comienzo sin cambios en los onces, excepto la sustitución de Diop en la primera mitad. Tampoco parecía haber variaciones en la dinámica del encuentro. Lo único que cambió fue el cielo, y de color. La lluvia del comienzo del partido cesó y salió el sol, como si quisiera también despedir a la escuadra guipuzcoana de la temporada.
Jémez y Mendilibar, duelo sobre el tablero
Esta vez no fue al descanso, pero tampoco tardó demasiado el técnico cordobés. No habían pasado ni diez minutos de segundo tiempo cuando Paco Jémez quiso mover ficha y dio entrada a Ezekiel. El damnificado, de nuevo, fue Jairo Samperio, prácticamente inédito en términos de participación durante todo el choque.
El primer susto de los segundos cuarenta y cinco minutos lo dio Rubén Peña. El polivalente futbolista avilés probó suerte con un disparo fuerte que se marchó ligeramente alto. La réplica no se hizo esperar a través de una buena oportunidad de Macedo por la banda. El brasileño no tomó la mejor decisión y provocó las protestas de Calleri.
Siguió acercándose tímidamente Las Palmas al ataque hasta que de verdad dio el susto con la jugada más peligrosa de los suyos en todo el partido. Ezekiel dispuso de un mano a mano inmejorable para batir a Dmitrovic y colocar el empate en el electrónico, pero el meta le sacó el balón con un pie prodigioso.
El Eibar había conseguido mantener el partido en su parcela y del modo en que se sentía más cómodo. Sin embargo, la UD había logrado romper los esquemas y sacar bravura de sus adentros. Hasta que Mendilibar también hizo cambios en el tablero. Entraron Arbilla y Ander Capa, este último para disputar su último encuentro en Ipurua, y el Eibar mejoró sobre el césped.
Arreón final sin éxito
Las Palmas había ido in crescendo a lo largo de la segunda mitad, sobre todo en el último cuarto de hora de partido. Los cambios habían conseguido agitar en cierto sentido el ataque amarillo. Aun así, la disposición táctica en defensa de José Luis Mendilibar no daba lugar a romper esa fortaleza que tan bien sabe construir el cuadro guipuzcoano.
Varios saques de esquina casi al final pusieron la última gota de emoción en Ipurua, que independientemente de cómo acabara el encuentro ya celebraban desde las gradas la actuación de los suyos este año en Primera. Una afición se despide de la élite por unos meses, porque pronto volverán a saborear las mieles de estar en lo más alto del fútbol español. Otra afición tendrá que despedirse en una semana, dolida y pensando todavía en lo que pudo ser y no fue.
Sociedad Deportiva Eibar vs Unión Deportiva Las Palmas
Eibar: Dmitrovic; Peña, Oliveira (Arbilla, 70′), Lombán, Cote; Pape Diop (Escalante, 8′), Jordán, Dani García, Orellana, Inui; y Charles (Ander Capa, 74′).
UD Las Palmas: Chichizola; Michel Macedo, Gálvez, Ximo, Dani Castellano; Javi Castellano, Vicente (Erik, 79′), Halilovic (Momo, 65′), Nacho Gil, Jairo (Ezekiel, 52′); Calleri.
Goles: 1-0, Charles (4′).
Árbitro: Mateu Lahoz (Colegio valenciano). Amonestó a Escalante (32′), Vicente Gómez (36′), Dani García (44′) y a Inui (93′).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 37 de LaLiga Santander 2017-18, disputado en el Estadio Municipal de Ipurua ante 5.107 espectadores.
Este artículo se modificó el 13/05/2018 20:49 20:49