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Perfil: Conociendo a Toni Otero

Foto: La Voz de Galicia

Siendo quizás un desconocido para el gran público amarillo, la figura del nuevo secretario técnico de la UD Las Palmas se forjó día tras día en A Madroa trabajando para un Celta de Vigo en el que ha sido y sigue siendo una figura muy respetada. Serio en su trabajo y discreto a la hora de marcar las distancias, intentamos conocer un poco más en profundidad la figura de Toni Otero. 

La niebla que cae sobre A Madroa impide ver con claridad los campos de fútbol en los que Celta de Vigo cuece sus próximas figuras. Desde hace ya algunos años, la ciudad olívica viene siendo un hervidero de jugadores más que interesantes, teniendo su máximo exponente a un Iago Aspas que está a pocos días de emprender un viaje con el Mundial de Rusia como destino. Sin embargo, no es casualidad que el cuadro celeste pueda presumir de una cultura de cantera que despierta aromas de pertenencia y del trabajo minucioso que conlleva, ya que le han dado la importancia y el papel que requiere.

Para cuidar un jardín hay que dedicarle tiempo, un aspecto en el que han incidido los vigueses hasta el punto de conseguir una cadena de filiales que tiene músculo suficiente como para producir sin prisa, pero sin pausa. Rodrigo Moreno, Denis Suárez, Santi Mina, Jonny, Hugo Mallo, Yoel Rodríguez, Joselu Mato Brais Méndez son algunos de los exponentes que confirman la buena labor que han realizado para que el club pueda seguir sobreviviendo entre los mejores, ya sea explotando el talento de los jugadores criados bajo su cobijo o mediante ventas con las que llenar las arcas gallegas.

Una de las claves para el buen desarrollo de dicha tarea ha sido la presencia de José Antonio Otero Fernández, más conocido como Toni Otero, en el organigrama de la cantera celtista. La implicación del nuevo secretario técnico de la UD Las Palmas a la hora de desarrollar su cometido como jefe de las categorías inferiores del Celta ha sido determinante para asentar un poco más las bases que Javier Maté, su predecesor en el cargo, le dejó en herencia, sabiendo continuar con la buena línea que se venía gestando.

«Toni Otero supo hacerlo estupendamente, la verdad es que hizo un trabajo estupendo el tiempo que ejerció como director de cantera. Mientras estuvo en el cargo, el Celta Juvenil llegó a disputar finales a nivel nacionales y el filial llegó a asentarse en la zona noble de la Segunda División B, participando incluso en algún Playoff de ascenso a Segunda», cuenta el periodista de Radio MARCA Vigo, Rafa Valero, cuando fue cuestionado por este medio sobre la figura del ahora miembro de Las Palmas.

Incansable y serio en su ocupación, el directivo vigués organizó como máximo responsable de los filiales un grupo de trabajo que estaba pendiente de todo lo que sucedía en el fútbol formativo en Galicia. Los hombres de confianza de Otero formaron una red de ojeadores cuyos tentáculos llegaban prácticamente a todos los rincones de la geografía gallega, manteniendo un contacto constante y elaborando informes que estaban rápidamente en las manos tanto de los distintos entrenadores a los que dirigía.

Bajo esa filosofía llegaron a A Madroa nombres como, por ejemplo, los de Borja Iglesias, una de las revelaciones de la Segunda División esta temporada, o un Pape Cheikh al que fichó siendo un niño y por el que el Celta ingresó el pasado verano 14 millones de euros.

Tras conseguir que el funcionamiento de la base del conjunto celeste mantuviese su correcto desarrollo, Otero decidió cambiar de aires. «Se fue a Lugo porque quería dar un salto y crecer. Después de un tiempo en la cantera del Celta buscaba otra cosa y la oportunidad que le dieron en el Lugo era interesante», comenta Rafa Valero. Aun así, su experiencia como director deportivo no fue demasiado positiva y su etapa en el conjunto lucense no duró demasiado, dando el salto a la base de un Barça que sería su última aventura profesional antes de acabar recalando en la isla para firmar con la UD.

El reto de Las Palmas

Ahora que lo han reclamado en la isla, su aportación estará más centrada en el primer equipo que en la cadena de filiales, una labor que no abandonará del todo. Para Rafa Valero, el nuevo directivo insular va a seguir mirando hacia los jugadores que vienen desde abajo, estando «muy pendiente de la cantera porque es lo que le gusta y lo que ha mamado. Encaja muy bien en Las Palmas porque su trabajo ha sido fundamentalmente con la cantera y en la UD tienen buena materia prima Ese trabajo lo bordará».

Más allá de lo que pueda hacer con los jóvenes futbolistas que los amarillos tienen en su base, su principal objetivo será hacer un equipo que pueda pelear por el ascenso a Primera División, una misión para la que Valero ve preparado al ahora secretario técnico: «Va a hacer un gran equipo que pueda competir por el ascenso, estoy seguro. Es una persona que conoce muy bien los mercados de España, especialmente los de la Segunda División B y la Segunda División. Durante estos años ha entablado contactos y ha conseguido hacerse con una cartera interesante», explica el periodista.

Queriendo buscar una palabra en el diccionario que pueda definir lo que Toni Otero va a tener que llevar a cabo en la UD Las Palmas es reto. El gallego deberá apretar los dientes y estrujarse la cabeza para armar un equipo que, por un lado pueda ser competitivo y, por otro, también devuelva la ilusión a una afición que está hastiada. No será nada fácil, pero queda claro que este enamorado del fútbol y amante de la cantera tiene los conocimientos suficientes para llevar a cabo esta prueba. Acierte o erre en su toma de decisiones lo realmente crucial es que, ante todo, le dejen trabajar.

Este artículo se modificó el 26/05/2018 20:35 20:35