La vida de Tana en la UD Las Palmas ha estado marcada por varios factores. Muchos de ellos, extradeportivos. Sobre el tapete verde solo ha conseguido enamorar a dos entrenadores, los únicos que quisieron primar su talento por encima de sus hábitos discutibles. Para otros técnicos, Tana era inexistente. ¿De qué lado estará Manolo Jiménez?
Pedro Tanausú Domínguez cumplirá el próximo mes de septiembre 28 años. Edad que, para muchos, supone la madurez futbolística en jugadores de primer nivel. Con Tana es imposible saber si este tópico llegará a buen puerto. Y es que con un currículum plagado de vaivenes, la única certeza es que el ’24’ necesita una cosa por encima del resto: un entrenador que le crea.
Y, en todos estos años como profesional, Tana solo ha tenido dos que cumplan ese requisito. Dos que creyeron ver en él a un jugador recuperable para la causa pese a que a los 20 años su carrera parecía que se vaciaba por el sumidero. El primero de ellos fue Sergio Lobera. En su segunda campaña en el banquillo de la UD Las Palmas, el técnico aragonés le dio la alternativa a un Tana que ofreció un notable rendimiento al lado de jugadores como Valerón, Masoud, Apoño o Vicente Gómez.
En esa temporada 2013-2014, Tana disputó 24 partidos de Liga, 15 de ellos como titular. Anotó tres goles y dio una asistencia. Tras recuperarse de una lesión producida ante el Real Zaragoza, Lobera siguió confiando en él… hasta el momento de su fulminante despido. Josico tomó las riendas del primer equipo a solo dos jornadas del playoff, y Tana desaparecería del mapa. No entró en los esquemas del entrenador manchego en sus seis encuentros al mando. El equipo cayó de aquella manera ante el Córdoba, y se abría una nueva vía para Tana al año siguiente…
Pero Paco Herrera siguió la línea de Josico. En el curso que culminaría con el esperado ascenso a Primera, Tana jugó un total de 47 minutos. Relegado constantemente de las convocatorias, parecía el final de la carrera de un jugador siempre bajo sospecha. Pese a ello, continuó en la plantilla de la UD en Primera y el tempranero despido de Herrera le abriría las puertas de par en par.
Tardes de gloria de la mano de Quique
Y es que, si a alguien debe estarle agradecido Tana, es a Quique Setién. Nada más aterrizar, el cántabro alineó al 24 ante el Villarreal en un centro del campo que empezaría a asimilar la idea del entrenador. Junto a Roque, Vicente y Viera, Tana se convertiría en un fijo en los esquemas de la UD: 62 partidos, más de 1.500 minutos, 9 tantos y otros 9 pases de gol. Cifras y rendimiento que elevaron el caché de un futbolista que pronto atrajo el interés de otros clubes de Primera.
Sin embargo, la esperpéntica temporada 2017-2018 de la UD Las Palmas volvió a situar a Tana al borde del abismo. Los cuatro entrenadores que desfilaron por el banquillo comenzaron confiando en el de San Cristóbal, pero poco a poco fue desapareciendo del mapa hasta volver a ser motivo de polémicas. Su nivel fue decreciendo, al igual que el del resto de compañeros, y desde mediados de marzo Tana fue casi invisible. El jugador tiene contrato en vigor con la UD y, si quiere volver a ser importante, deberá convencer a Manolo Jiménez. ¿Qué corriente tomará el sevillano? Veremos si la ‘setienista‘ o la ‘herrerista‘…
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Este artículo se modificó el 26/06/2018 12:06 12:06