La llamada entre Miguel Ángel Ramírez y Gregorio Pérez era necesaria. Esta se produjo durante la mañana del martes, antes de la presentación de la campaña de abonados. El empresario majorero, que quiere invertir más de un millón de euros en el capital social de la UD Las Palmas, se encontró con la negativa de su presidente y con un ofrecimiento inesperado.
Gregorio Pérez no se rinde. «Voy a agotar todas las vías de diálogo con el presidente y con el consejo de administración de la UD, que es el responsable de que se subsane un error humano del staff del club», anunciaba ayer en sus entrevistas en 7.7 Radio y la Cadena Ser.
El empresario, que forma parte de la empresa Maxorata Recreativa, quiere ir sin pausa pero sin prisa: «Estamos en una fase de sosiego y tranquilidad. Me preparo para un largo recorrido. Nunca he conseguido nada a la primera, trabajaré desde el cumplimiento de la ley para lo que le manifesté a los aficionados y a Ramírez el otro día: me gustaría ser una accionista significativo sin ser nada más», señalaba.
Pérez desveló el contenido de su reunión con Ramírez y el ofrecimiento que le hizo el presidente: «Me manifestó que no va a permitir que ningún otro inversor entre en el consejo de administracion. En esa línea, le expuse que quería ser accionista significativo. Me invitó a tener un puesto en el consejo de administracion, y decliné esa opción. Quiero ser accionista y nos hemos emplazado al mes de julio cuando regrese de Miami para sentarnos y buscar una solución».
Así, la situación se presenta «bastante complicada» a ojos de Gregorio Pérez: «No veo una salida muy a corto plazo que satisfaga a todo el mundo. Soy positivo y agotaremos las vías de dialogo y de posibilidades de acuerdo. Estamos preparados para un largo recorrido», sentenciaba.
Este artículo se modificó el 30/06/2018 09:04 09:04