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Veinte minutos de desconexión que valen dos puntos

Juan Cala, en el encuentro de este sábado / LFP.es

La UD Las Palmas no cuajó un mal partido en tierras baleares. Los jugadores salieron a tope desde el principio y consiguieron adelantarse en el marcador gracias a las combinaciones del tridente. Sin embargo, esta categoría no te perdona que desconectes ni un solo minuto, algo que a Las Palmas le costó muy caro.

Todo parecía presagiar que los grancanarios conseguirían su segunda victoria consecutiva tras adelantarse en el marcador y ampliar distancias a los quince minutos de partido. Pero nada más lejos de la realidad. El conjunto insular se desinfló poco a poco tras el segundo gol y se fue encerrando atrás, dejando que el Mallorca llegara a posiciones de centros y remates, lo que posteriormente haría que en dos minutos, todo el trabajo realizado se fuera al traste.

Un equipo con las aspiraciones que tiene la UD no puede permitirse relajarse y esperar que el equipo contrario no esté acertado. Los futbolistas amarillos perdieron la tensión en los minutos finales del primer tiempo, y con esa pérdida de tensión, se escaparon dos puntos. No obstante, hay que señalar que Las Palmas fue mejor que su rival, tuvo ocasiones para ganar el partido y ha demostrado que tiene una pegada espectacular.

Hay que ser justos: entender que el partido era complicado y saber que no es tan fácil ganar en Soin Moix, a pesar de tener dos goles de ventaja a las primeras de cambio. No todo ha sido negativo en el día de hoy. La imagen mostrada por Sergio Araujo ha sido impecable. Organizó, asistió, luchó y creó ocasiones de gol, una pena que no se llevará el premio de la victoria. Rafa Mir también estuvo a un gran nivel, siendo clave en los dos goles amarillos.

El partido de hoy tiene que servir para aprender y no conformarse nunca con el resultado, sea cual sea. La semana que viene los amarillos tendrán otra oportunidad para hacer bueno este punto que deja un sabor agridulce.

Este artículo se modificó el 28/10/2018 12:34 12:34