El juego desplegado por la UD Las Palmas esta temporada no esta ilusionando ni convenciendo a una gran parte de la afición, que duda que el camino para retornar a Primera División pase por planteamientos tan austeros y defensivos. Un planteamiento resultadista que no consigue los resultados que se esperan de un equipo candidato al ascenso.
Jiménez apostó desde un principio por poner un candado a la portería amarilla, trabajando las victorias desde la parcela defensiva, teniendo como principal objetivo en cada partido mantener a cero el casillero del rival. Las Palmas arrancó el campeonato haciendo gala de ese estilo sobrio y eficiente que consiguió dar unos buenos resultados. Sin embargo, los amarillos han ganado tan solo un partido de los últimos siete, lo que ha despertado las críticas de muchos, pues ya no solo es que no se practique un fútbol bonito o divertido, el problema está en que no se gana. La profesionalidad del entrenador no es cuestionable, tiene un compromiso firme con el club y una trayectoria que abala su método de trabajo, pero por ahora el técnico sevillano no ha logrado dotar de solvencia al equipo canario y es algo que ya comienza a preocupar.
La apuesta por tener a jugadores como Javi Castellano, Maikel Mesa o Galarreta en posiciones de banda para cerrar las entradas del rival se ha convertido en una práctica habitual que ha restado potencial a una plantilla confeccionada para poder dominar los partidos y no para adaptarse al rival en cada encuentro. La UD es uno de los candidatos a estar en los puestos de arriba por la calidad de los jugadores que tiene en nómina, pero el juego desplegado en lo que llevamos de competición dista mucho de un opositor al ascenso. Frente al Deportivo de la Coruña y al Elche prácticamente no se disparó a puerta en los primeros cuarenta y cinco minutos, tampoco se creó sensación de peligro ni se propuso un juego que hiciese pensar en conseguir los tres puntos. Una situación que comienza a desanimar a muchos, incluyendo a los jugadores.
En el partido en el Martínez Valero solo había un jugador que buscaba el balón para hacer algo con él en los pies, que intentaba combinar con los compañeros con la portería rival en la mente, y ese fue Tanausú Domínguez. El centrocampista grancanario fue el único en salirse del plan establecido. Encaró al rival, buscó el balón para tenerlo y crear peligro, pero a base de faltas fue parado por los ilicitanos. El futbolista salió molesto del terreno de juego cuando fue sustituido y no tuvo problemas en hacer declaraciones al terminó del encuentro. Para Tana, el equipo se precipitó con el juego directo: «Demasiado balón largo por nuestra parte, sobre todo en la primera mitad. Creo que fuimos mejores pero no supimos tener el balón en su campo». Además reconoció que tienen un problema a la hora de salir con el balón jugado: «Nos cuesta salir de atrás y decidimos dar balones arriba a Rafa y a Sergio para ganarlas, pero así es difícil». Sus declaraciones manifiestan que el camino escogido quizás no sea el más acertado y que un cambio de rumbo, con respecto al estilo de juego se refiere, aún es posible con Manolo Jiménez al mando. El entrenador amarillo contará con una oportunidad inmejorable para cambiar la imagen de los últimos partidos este viernes con la visita del Granada.
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Este artículo se modificó el 13/11/2018 14:35 14:35