Los Monty Pythons nos pedían que siempre miráramos el lado positivo de la vida. Entre el fiasco, el desapego y la crispación cuesta encontrarlo. La falta de intensidad en un partido de solteros contra casados como el vivido hoy tampoco ayuda. Pero los que salieron a jugar con el 30 y el 31 son la mejor noticia del día.
Tardó cuatro minutos en demostrar que tiene algo diferente. Una virtud que ha sido añorada este año en una plantilla repleta de deficiencias. Recibió en el centro del campo, vio una diagonal que le trazaba el extremo y lo dejó solo frente al portero. Una jugada de lo más sencilla en el fútbol pero que ha brillado por su ausencia este año. Y es que, a veces, lo más simple es lo más complicado. Y Kirian parece encontrar ese camino.
Entre las tinieblas de un viaje desganado para el 90% de los convocados, el tinerfeño pudo mostrar a Pepe Mel sus cualidades para ser considerado en la próxima temporada. Con 23 años ya cumplidos, le llega el turno de no poder alternar filial y primer equipo, por lo que la UD tiene la oportunidad de darle, por fin, la batuta de una plantilla profesional al futbolista con más talento de su filial. Kirian, junto a Fabio, están en disposición de liderar un centro del campo que tendrá menos nombre que el formado por Timor – Galarreta que ha dejado el listón tremendamente bajo.
Y el brote más verde de todos es el que encontramos en la portería. De no ser por Josep Martínez, este final de temporada habría sido aún más agónico. La seguridad que transmite el valenciano y la confianza que tiene Mel en él le convierten en el favorito para cubrir la portería con garantías. Será fundamental que no le cierren la puerta con un titular por decreto por delante. El futuro pasa por corregir errores y darle la alternativa a Josep evitaría caer en uno más.
Este artículo se modificó el 11/06/2019 09:14 09:14