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Se cumplen dos años del partido que indignó a la afición

1 de octubre de 2017. El día en el que se vivió uno de los momentos más tensos en Cataluña, que celebraba un referendum en el que cuestionaba a sus ciudadanos la siguiente pregunta: ¿Quiere que Cataluña sea un estado independiente en forma de república? Una llamada a los comicios declarada ilegal que provocó un día triste en la comunidad autónoma. Pero también fue para olvidar en lo futbolístico por el protagonismo que quiso tomar la UD Las Palmas.

El destino quiso que la UD visitara el Camp Nou el día menos indicado. Las calles de Barcelona – y del resto de Cataluña – se dividieron entre los que acudían a votar en el referendum de independencia, los que estaban en contra y las fuerzas de seguridad, que se desplegaron en Cataluña con contundencia y, para muchos, con una fuerza desmedida, para evitar que se celebrara la votación ilegal.

Entre este panorama, la UD estaba en la capital catalana para afrontar uno de los partidos más complicados del año como el de enfrentarse al FC Barcelona de Messi y compañía. Las horas previas al encuentro fueron de mucha tensión, hasta el punto que estuvo a punto de suspenderse el partido. Finalmente, se tomó la decisión de que se celebrara a puerta cerrada: el Barcelona, en un Camp Nou vacío, venció con claridad (3-0) ante la UD de Ayestarán.

Pero si algo causó la indignación en el aficionado amarillo no fue el resultado, sino el comunicado que el club lanzó horas antes del partido en el que anunciaba lo siguiente: «La UD Las Palmas podría haberse limitado a ser testigo mudo de esta encrucijada histórica o tomar partido. Nos decantamos por lo segundo. Decidimos bordar en nuestra camiseta una pequeña bandera española y la fecha de hoy, 1 de octubre de 2017, para testimoniar sin estridencias nuestra esperanza en el futuro de este país y en la buena voluntad de quienes convivimos en él, en busca del mejor entendimiento. Por muy lejos que esté el Estadio Gran Canaria, nunca hemos sentido la menor tentación de formar parte de un país que no sea este«, rezaba la nota.

El club quiso votar, según sus palabras, en «una imaginaria consulta a la que nadie nos ha convocado: creemos en la unidad de España«, y añadían: «Lo hacemos confiando en que a nadie le incomode este gesto«. No solo fue mal visto en Cataluña, sino también en Gran Canaria, donde buena parte de la afición amarilla rechazó este gesto en un día tan señalado.

Este artículo se modificó el 02/10/2019 16:04 16:04