Andan diciendo por ahí que el tiempo, juez implacable, da y quita razones. Si una competición empieza en agosto, nada de lo que se presencie en noviembre será nunca por casualidad. Ocurre que, 16 jornadas después de empezar la presente temporada, la Unión Deportiva Las Palmas anida en la clasificación de Segunda División en una posición de absoluto privilegio. Así, a la hora de teclear lo que ahora estás leyendo, ocupa el 5º puesto, tiene el ascenso directo a cuatro puntos y el Málaga, precisamente su rival de este fin de semana, es séptimo, y por tanto está fuera de los playoff, con 23 puntos por los 27 de la formación grancanaria.
Podrá jugar mejor o peor, mas tampoco merece mucho la pena hablar sobre ello de tan infinito como se convierte este debate. Pero al menos, tiene claro cómo hacerlo. Por ser, es la UD el equipo que más pases da y el que mejor porcentaje de pases acertados consume. Dominar a través de la posesión como axioma irrenunciable. Para doblegar al sopor de años anteriores bastaba con conservar y potenciar lo bueno (el dominio del balón) y defenestrar lo malo, como la fragilidad defensiva. Ahora arriesga menos, y tal vez por eso los cinco mejores pasadores del equipo son defensas: Curbelo, Raúl Navas, Cardona, Lemos y Ferigra.
Cierto es que todo es mucho más fácil si cuentas con Jonathan Viera, indiscutible Balón de Oro de Segunda División, acaso el futbolista más determinante de la categoría. Como no podía ser de otra forma, todo el juego de Las Palmas gravita en torno a él. Cómo para no hacerlo así. Sin su mejor futbolista, recientemente ganó la UD tres partidos de cuatro disputados, 10 de 12 puntos al zurrón como perfecta reivindicación de jugadores de ejemplar comportamiento como Kirian, Benito o Fabio. Generosidad individual al servicio de un grupo indestructible. Que se lo digan a Jesé, el primero en defender, 6 goles y 5 asistencias ya, reverdeciendo viejos laureles de su etapa madridista. No hay más que ver, por ejemplo, cómo se vació Sadiku, de los últimos de la fila, cuando salió en la segunda parte contra el Zaragoza. Nivel competitivo inalterable pese a la ausencia de elementos fundamentales como Pejiño, Peñaranda o Mfulu.
Precisamente, el partido contra el equipo maño fue el primero que perdió Las Palmas este curso en el Estadio Gran Canaria. Algo de sonrojo debe provocar que te marquen tres goles en casa, mas tampoco deben Pepe Mel y sus pibes acumular demasiados reproches. La fidelidad su idea, con más o menos suerte según el día, hasta conmueve. En la primera mitad pudo golear al Zaragoza, igual que pudo al menos empatar en los últimos segundos. Sin renunciar a lo que pretender ser, mas condenado por fallos puntuales. Cosas que pasan. “Si hay que perder, prefiero que sea así”, dijo Jonathan Viera. Nada más que añadir.
Opinión escrita por Pablo Checa, periodista del Diario AS
Este artículo se modificó el 18/11/2021 12:22 12:22