Quizá lo de Granada no era una final, como dijo Pimienta, para no meter mucha presión a los muchachos, tan poca intensidad que llegaron 45 minutos tarde al vital encuentro, tal vez el día del Levante con cero goles, solo era el partido del año. Me temo que era de una importancia superior. De lo que no hay duda es que en estas fechas nos jugamos mucho más que una final o el partido del año. Pocas veces haremos una campaña con 20 partidos con la portería a cero, con siete victorias a domicilio, solo tres derrotas fuera de Canarias, a dos puntos del ascenso directo. Eso no pasará el año que viene, ni el siguiente, ni el siguiente, por eso no es una final, ni el partido del año lo que nos jugamos, ponemos en riesgo una década.
Si no subimos ahora pasará un lustro hasta volver a repetirlo. El año que viene el ascenso será mucho más caro, mucho más lejano, mucho más difícil, pueden sumarse Español, Valencia, Getafe y Deportivo de la Coruña a la pelea en la liga Smarthbank, a eso hay añadir un nuevo Tenerife, un Zaragoza que parece que ha encontrado el camino, un ambicioso Oviedo, más dos de los favoritos de este año que se queden en la puerta de la gloria. Eibar, Granada, Levante o Alavés. Tarea casi imposible para el 2023/24. Si añadimos que si no subimos el equipo se puede romper, Coco, Moleiro, Sidnei, Cardona, Vallés, podrían dejar el equipo, por ofertas millonarias de Primera….Se parte la plantilla, y a empezar de cero. Por cierto hemos echado de menos algún ascenso de canteranos al primer equipo. Estamos a cinco partidos de la gloria, es más que una final, porque finales hay cada año, el ascenso directo a dos puntos ocurre cada lustro o cada década.
Recordemos al Deportivo de La Coruña después de ganar 2-0 en play off al Mallorca, bajó a los infiernos, no supo aprovechar su momento a 8 minutos del final de la eliminatoria sus ilusiones terminaron. En la orilla de Primera. Y al año siguiente perdió la categoría. Ahí sigue. Arde en el infierno.
El Real Zaragoza, con Las Palmas, estuvo a 7 minutos de subir a primera, pero llegó el gol de Araujo. Perdió ese tren y ya lleva diez años vagando por segunda. En el fútbol la gloria y el inferno a veces están muy cerca.
No podemos permitir que eso suceda, que el vagón se pasé de estación, hay que luchar cada minuto, cada centímetro del campo, cada oportunidad de estos cinco encuentros.
Es mucho más que el partido del año, mucho más que una final, nos jugamos un lustro en cinco partidos, un equipo, un proyecto, una ilusión largamente trabajada, todo esfuerzo es poco en estos momentos. Suena dramático, pero si no lo logramos hay gente que morirá sin ver a la UD Las Palmas en Primera. No hay excusas, la mejor plantilla, la mejor campaña. Es ahora o nunca.
por Javier Fernández de Angulo
Editor de la revista Gentleman en México
Ex director de GQ, y subdirector de ELLE y VOGUE en España
Este artículo se modificó el 30/04/2023 09:39 09:39