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¿Quiénes son las Brigadas Alcalaínas, ultras del Alcalá?

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Brigadas Alcalaínas, el grupo ultra de la RSD Alcalá, vinculado a la extrema derecha y con un historial de incidentes violentos en Madrid y fuera de la península, volvieron a ser protagonistas este domingo. 50 miembros del grupo viajaron a Gran Canaria vestidos de negros y con un brazalete que les identificaba con un único objetivo: liarla.

Los disturbios ocurridos este domingo en los alrededores del Anexo al Estadio de Gran Canaria, antes del partido entre Las Palmas Atlético y el RSD Alcalá, han devuelto a la actualidad a un grupo cuya existencia es conocida en el fútbol madrileño desde hace décadas: las Brigadas Alcalaínas, el colectivo ultra vinculado al club madrileño. Para muchos aficionados canarios este nombre resultará desconocido, pero en Alcalá de Henares y en varios puntos de la Comunidad de Madrid son tristemente célebres por su historial de violencia e ideología radical.

Un grupo nacido a finales de los ochenta

Las Brigadas Alcalaínas se reivindican a sí mismas “junto a la RSD desde 1989”, como recogen en su propia actividad en redes sociales. Desde entonces han ocupado un espacio en la grada del histórico club rojillo, que milita en categorías modestas del fútbol español pero mantiene una afición fiel. El grupo se ha caracterizado por una estética propia de los colectivos hooligans: atuendos oscuros, capuchas y un estilo de animación basado en el enfrentamiento con rivales más que en el apoyo festivo al equipo.

Ideología de extrema derecha

Diversas fuentes periodísticas y listados especializados en movimientos ultras los sitúan dentro del espectro de la ultraderecha. En las gradas, su simbología y cánticos han dejado claro ese posicionamiento, que también conecta con un clima político de radicalización vivido en Alcalá de Henares, donde en los últimos años se han producido manifestaciones con presencia de colectivos ultras y de extrema derecha.

Aunque no existe reconocimiento oficial por parte de la RSD Alcalá, la asociación del club con estos radicales es inevitable, al menos en la percepción pública. Sin ir más lejos, viajaron a Gran Canaria este fin de semana con motivo del encuentro entre Las Palmas Atlético y el propio RSD Alcalá.

Antecedentes de violencia

Las Brigadas Alcalaínas han protagonizado varios episodios graves en los últimos años. En 2017, tras un encuentro entre el San Fernando y el Alcalá, se produjo una invasión de campo que acabó en una trifulca con jugadores locales. En 2018, asociaciones vecinales y colectivos sociales pidieron medidas legales contra el grupo por su reiterada implicación en incidentes y por su carácter de extrema derecha.

El episodio más mediático tuvo lugar en enero de 2024 en Vallecas, en la previa de un partido de Tercera RFEF entre el filial del Rayo Vallecano y el Alcalá. Allí se enfrentaron violentamente con los Bukaneros, el grupo ultra rayista, en una auténtica batalla campal que dejó siete heridos y cinco detenidos. Posteriormente, la Comisión Antiviolencia sancionó a 52 aficionados con multas de 3.001 euros por su participación en aquella pelea con palos, botellas y objetos contundentes. Estos antecedentes reflejan el nivel de conflictividad que acompaña a este colectivo.

La “exportación” de la violencia

El salto a la actualidad en Canarias no es casual. El desplazamiento de aficionados radicales del Alcalá a la isla para apoyar a su equipo derivó en nuevos disturbios. Testigos presenciales y vídeos difundidos en redes sociales mostraron a encapuchados vestidos de negro lanzando objetos, realizando saludos fascistas y provocando daños materiales. Incluso se registró una mujer herida durante los incidentes.

Este episodio confirma un patrón: allí donde viaja el Alcalá en competiciones con mayor visibilidad, como la Copa del Rey o partidos contra filiales de clubes profesionales, las Brigadas Alcalaínas aprovechan para proyectar su presencia, trasladando su violencia a nuevos escenarios.

Un problema que trasciende al club

La RSD Alcalá, como tantas otras entidades modestas, se enfrenta al desafío de tener un grupo ultra en su entorno sin disponer de los recursos de seguridad de los grandes clubes. Aunque oficialmente no los reconoce, los hechos demuestran que los Brigadas Alcalaínas forman parte de su ecosistema, al menos en el imaginario de los rivales y en la realidad de los desplazamientos.

El caso de Gran Canaria pone sobre la mesa que el fenómeno ultra no es exclusivo de la Primera División. También en campos más pequeños, en ligas menos mediáticas, actúan colectivos radicales con ideologías extremistas y con una disposición permanente a la violencia. Y en este caso, el nombre propio es claro: Brigadas Alcalaínas, los ultras del Alcalá que ya han dejado su huella en Madrid y ahora también en Gran Canaria.

Redacción

Este artículo se modificó el 19/10/2025 14:22 14:22