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El nuevo formato de la UEFA Champions League funciona

Imagen de David Bayliss en Unsplash

Llegados al ecuador de la fase liga de la UEFA Champions League, pocas cosas sorprenden. Bayern, Arsenal y otros grandes nombres lideran una tabla en la que quizá esperábamos ver al FC Barcelona un poco más arriba.

Desde un principio, el nuevo formato se diseñó para que los clubes disputaran más partidos, lo que supone mayores ingresos. Sin embargo, la acumulación de encuentros en un calendario tan congestionado puede suponer una carga demasiado alta para los jugadores.

En este sentido, cabe preguntarse si el nuevo formato de la UCL ha conseguido su objetivo. Según los expertos, la nueva competición es un éxito desde el punto de vista económico, ya que además de ofrecer más partidos, son más los clubes participantes que lo reciben. El último campeón del torneo, el PSG, se embolsó algo más de 100 millones de euros a lo largo de su campaña europea.

Tras dos temporadas usando el nuevo formato, parece que la nueva Champions League funciona a pesar de que también tiene sus defectos. En este artículo hemos querido analizar por qué ha tenido tan buena acogida y quiénes han sido los principales beneficiados.

Cómo funciona el nuevo formato de la UCL

El antiguo modelo contaba con una fase de grupos, con 32 equipos divididos en ocho grupos de cuatro. Mediante un sistema de liguilla, los equipos se enfrentaban a sus rivales de grupo tanto en casa como fuera y los dos equipos con más puntos al final de la fase pasaban a octavos de final, mientras que el tercero tenía el consuelo de caer en la Europa League.

Con el nuevo formato, instaurado en 2024, los participantes han aumentado a 36. Todos los equipos forman parte de un mismo grupo, en el que cada club debe disputar ocho partidos, cuatro como local y cuatro como visitante.

La elección de los ocho rivales es aleatoria, pero con ciertos condicionantes: los clubes no pueden enfrentarse a rivales de su misma liga doméstica ni tampoco jugar contra más de dos equipos del mismo país. Además, el sorteo garantiza que el nivel de los rivales esté más o menos equilibrado.

Más partidos entre equipos grandes

Una de las bazas del nuevo sistema era que iba a propiciar más enfrentamientos entre rivales de peso en la primera fase de la competición. Con el antiguo formato, había que esperar a la fase de eliminación directa para ver, por ejemplo, un Real Madrid – Bayern de Múnich. Ahora, un partido así puede darse fácilmente en la fase liga.

Sin ir más lejos, la temporada pasada nos regaló un Arsenal-PSG, un Liverpool-Real Madrid o un Barça-Bayern a las primeras de cambio. 

Más dinero para los clubes

El impacto económico del nuevo formato ha conquistado a todos los equipos, incluso a aquellos que no parten como favoritos. Los clubes reciben un premio por participar de unos 18,6 millones de euros, por encima de los 15,6 millones del modelo anterior. El conjunto de premios ha aumentado en un 33 %, alcanzando los 771 millones de euros.

Esto ha beneficiado también a los clubes menores. Y es que la UEFA destinará 440 millones de euros para ayudar a clubes que nunca han disputado un partido de Champions League y a aquellos que caen eliminados en la fase previa.

Para los equipos de nivel medio que logran superar la fase liga, como el Brest, que debutaba en Europa, o el Mónaco, que se mostró muy competitivo, el nuevo formato se ha convertido en una mina de oro. Con el sistema antiguo, estos equipos muy probablemente habrían caído eliminados antes de Navidad. Con el nuevo, acumulan puntos y dinero partido tras partido.

Los grandes triunfadores

Equipos como el Celtic o el Feyenoord fueron de los clubes que más partido sacaron al nuevo formato. Se trata de dos clubes que siempre lo habían pasado mal en la fase de grupos del sistema antiguo. La temporada pasada, sin embargo, el Celtic ganó tres partidos y se mostró competitivo hasta el final, al igual que el Feyenoord.

Los clubes franceses (PSG aparte) también resultaron beneficiados. Además de los ya mencionados Brest y Mónaco, el Lille obtuvo un resultado mejor de lo esperado. 

El nuevo sistema también permite que jugadores de equipos de nivel medio tengan más partidos para demostrar su valía y poder fichar por algún equipo de renombre. Además, las ligas menores también se benefician si sus clubes rinden a buen nivel.

Los grandes perdedores

Básicamente, los principales damnificados del nuevo sistema son los propios futbolistas, que se ven obligados a jugar como mínimo dos partidos más, lo que supone una mayor carga de minutos en las piernas. Rodri, centrocampista español del Manchester City, dijo que los jugadores estuvieron cerca de montar una huelga antes del inicio de la competición, lo cual es comprensible.

A los analistas de los clubes también se les ha acumulado el trabajo. Ahora, en lugar de estudiar a los tres equipos del grupo, tienen que preparar informes detallados de hasta ocho equipos diferentes. Ello supone el triple de trabajo en el mismo tiempo, lo cual puede explicar en parte por qué se produjeron más sorpresas y goleadas que en años anteriores.

Primera fase de aclimatación

Algunos expertos han dado a entender que la fase liga de la nueva UCL es como una fase de entrenamiento para clubes de la talla de PSG, Bayern o Liverpool. Y, en realidad, tiene todo el sentido del mundo. Los mejores fondos de cobertura utilizan carteras simuladas y operaciones con dinero simbólico para formar a quienes se inician en el sector. De la misma manera, los jugadores expertos suelen utilizar los juegos gratuitos en modo demo para familiarizarse con ellos y afinar su estrategia antes de apostar dinero en ellos. Los grandes clubes usan la fase liga de la Champions League para ponerse a tono de cara a la fase de eliminación directa que se disputa en la segunda mitad de la temporada. Por ello, es habitual ver que los mejores equipos hacen rotaciones o hacen debutar a jóvenes de la cantera en esta primera fase de la competición.

Ahora bien, el nuevo formato es también terreno abonado para las sorpresas. El año pasado, el Mónaco logró derrotar al Barça y empatar con el Manchester City. El Aston Villa también protagonizó una primera fase excelente, con cinco victorias, una de ellas contra el Bayern. De hecho, el año pasado, equipos como el PSG, el Real Madrid o el Manchester City no lograron clasificarse entre los ocho primeros y tuvieron que acudir a la repesca para pasar a octavos de final.

Redacción

Este artículo se modificó el 24/11/2025 16:37 16:37