Francamente, al principio de semana pensaba que los 9 mil y pico abonados colocarían sin problemas del orden de 7-8 mil entradas con esos precios tan competitivos, y que se rondarían de nuevo los 17 mil o incluso más. Pero no hay forma, no hay manera de enganchar a la gente, más allá de las excusas habituales de estadio, frio, lejanía, televisión o semana santa. No me valen esas excusas porque si la gente vino en ese número hace quince dias y encima pagando bastante más, hay que buscar por otro sitio.
Y creo que, aun estando arriba en la clasificación, con un mes de marzo perfecto y con todas las opciones posibles, la única explicación que encuentro es que el equipo no engancha, que no termina de hacerlo, que la gente no termina de creérselo, que están muy frescas todavía las decepciones del año pasado contra Guadalajara y cia., o que ante el Sporting se pudo encajar un saco y que lo de Alcorcón es una vuelta a las andadas.
Debe ser eso, algo psicológico, falta de confianza, unido a la larga travesía del desierto en segunda en que se ha perdido pasión por muchos incondicionales y una llama sin encender en los que deben encabezar la paulatina renovación generacional que toda afición necesita.
Es sólo un intento de entender la situación, nada más. Lo importante es que los 12 mil que vayamos disfrutemos y lo demos todo.
Como siempre digo, ya vendráaaan, ya vendráaaaan...