canarion_92 escribió: ↑Mar Dic 12, 2017 6:32 pm
Amanecer_Amarillo escribió: ↑Mar Dic 12, 2017 5:04 pm
Yo me quedo con aquello de "Da igual el entrenador porque los jugadores son los mismos y venga quien venga el equipo seguirá jugando bien".
Para mí esa es la más grande. La que mejor resume el presidente que tenemos, un tío que no sabe un puto carajo de fútbol y que se cree que esto es el FIFA, lo importante son los jugadores el entrenador da igual
Es que con esa frase ya todo lo demás ni te sorprende, diciendo eso cualquier cosa que venga por muy surrealista que sea me la creo si viene de parte de Ramírez
Es una bocachanclada gordísima, pero coherente con el actuar de Ramírez. Y me explico.
Para Ramírez el futbolista lo es todo dentro del club. Por ello hay que cuidarlo, mimarlo, consentirle... Son los payasos del circo, las estrellas de este negocio llamado fútbol. Son los futbolistas los que meten los goles, los que venden camisetas, los que te sacan de pobres, los que te llevan al éxito o al fracaso en última instancia. Son la piedra angular sobre la que se cimenta todo un seguimiento masivo de paganinis, que cada 15 días acuden a fichar al Estadio de Gran Canaria para disfrutar de un espectáCULO digno de ser contado.
Es por ello que, para Ramírez, lo fundamental no es quién esté en el banquillo, sino quién está en el verde. De ahí esos fichajes de estrellas y estrellados; ese traer de fuera a lo loco como solución a los problemas; ese "subir" canteranos para la foto porque eso también tiene su público; ese interés por tener contacto directo con la plantilla; esa sobreprotección del vestuario; ese dejar hacer al futbolista fuera del verde, que si no se enfada y no me rinde; esa puñetera manía de desautorizar al entrenador (máxima autoridad dentro de la caseta); esa puñetera manía de dejar vendido al entrenador cuando hay conflicto plantilla-técnico; esa puñetera
forma de hacer las cosas consistente en tenerlo todo controladito y no dejar hacer su trabajo a los demás; esa manía de poner el colegueo por encima de la profesionalidad; etc., etc., etc.
¿Y todo eso por qué? Pues porque a Ramírez le encanta arrimarse a lo que pueda darle beneficio. Le encanta arrimarse al poderoso, y el poderoso en el fútbol es el futbolista. De ahí que menosprecie e infravalore todos los demás estamentos. Y de ahí que menosprecie e insulte a la masa social del club, porque para él son unos pobres diablos que, haga lo que haga, van a dejarse lo que no tienen para
animar al equipillo. Y cuando le convenga los mandará a ver los partidos por la tele o apelará al sentimiento amarillo para atraerlos.
Y es que, como dije en otra ocasión, Ramírez no trata al aficionado como un cliente, sino como un empleado más de su empresa. ¿No quieres estas condiciones laborales miserables? Pues ahí tienes la puerta. ¿Les suena? ¿No quieres pagar abonos de champions para ver al equipo? Pues vete a verlo por la tele. En un caso aprovecha la necesidad de comer y en otro la fidelidad a unos colores, pero el proceder es el mismo.
¿Pero no se supone que los empleados son los futbolistas? En los esquemas mentales de Ramírez, no. ¿Acaso se imaginan un trato semejante al que recibe el futbolista hacia un empleado de SIC?
¿No, verdad? Pues claro que no, porque para Ramírez los futbolistas son los reyes del mambo, por lo que se les perdona cualquier cosa. Y para hacerse el fuerte ya tiene al débil aficionado.
Es por ello que para su graciosidad papadil la figura del entrenador es una cuestión menor. Si mimando al futbolista, fichando a golpe de escroto, y permitiendo la
autogestión del vestuario piensas que puedes conseguir el éxito, ¿para qué necesitas a un entrenador? Se ficha a uno cualquiera y pista.
¿Mi opinión? El entrenador es el eje fundamental de todo equipo. De tal forma que su competencia determinará la diferencia entre ser un gran equipo o un pésimo equipo. Detrás de todo gran equipo hay un gran entrenador, con independencia de la calidad de la plantilla.
Y ejemplos hay muchos. Equipos con una gran plantilla que no acaban cumpliendo las expectativas por carecer de un entrenador adecuado; y al contrario, equipos con pocos recursos en plantilla que, contra todo pronóstico, alcanzan cotas a las que no estaban llamados, notándose la mano de un gran técnico detrás.
Dejando claro que en ambos casos al final se acaban notando las limitaciones, para mí es preferible un gran entrenador a una gran plantilla.
Todo proyecto serio que se precie de serlo se sustenta sobre el entrenador. Partiendo de ahí se comienza a cimentar el crecimiento del club.