"Es la hora de Gran Canaria y desde hoy todos debemos hacer el esfuerzo necesario para que esta isla recupere el lugar que le corresponde en el Archipiélago". José Miguel Bravo de Laguna, nuevo presidente del Cabildo Insular, inició ayer su discurso de toma de posesión con este desafío a la nueva corporación insular y a las demás administraciones, a las que ofreció "mano tendida, diálogo y concordia" para superar la actual crisis económica.
Favorecer la creación de empleo será el principal objetivo del grupo de gobierno del PP y de CC-CCN para los próximos cuatro años, pero antes habrá que garantizar la propia financiación del Cabildo. Ahí es donde Bravo de Laguna lanzó el primer órdago al futuro Gobierno de Canarias, la reclamación de que la totalidad de los tributos del Régimen Económico y Fiscal (REF) se distribuyan entre los cabildos y los ayuntamientos.
"Hay que precisar las competencias de la Comunidad Autónoma, los cabildos y los ayuntamientos, y también tener una mapa financiero claro, donde el REF se atribuya en su totalidad a las instituciones locales porque la Comunidad Autónoma tiene otras maneras de financiarse, como los impuestos propios y las transferencias desde el Estado", señaló Bravo.
La propuesta del Cabildo grancanario dejaría a la Comunidad Autónoma sin el 42% de la recaudación de los impuestos del REF. Actualmente, las corporaciones locales ingresan el otro 58%, que se reparten en un 60% para los cabildos y un 40% los ayuntamientos.
Motor de la isla
En su primer discurso como presidente, Bravo resaltó que su conciencia política y personal "siempre ha estado en la isla" y defendió el papel del Cabildo como motor del desarrollo económico y social. Al respecto, recordó que el llamado "problema canario" no se resolvió hasta la constitución del primer cabildo grancanario el 16 de marzo de 1913 y luego con la división provincial del año 1927.
Tras agradecer el apoyo de los 146.000 votantes del PP, aseguró que va presidir el Cabildo con "perspectiva general" para atender a los 900.000 habitantes de la isla, en especial a los desempleados y a las personas en peligro de exclusión social. "Detrás de los 115.000 parados hay otros tantos dramas personales; el Cabildo no puede crear empleo de forma directa, pero sí impulsar actividades empresariales que generen esos puestos de trabajo", añadió.
Pese a sus apelaciones a "la hora de Gran Canaria" y a la recuperación del terreno perdido en el conjunto del Archipiélago, Bravo tuvo palabras de elogio y felicitación hacia el trabajo realizado por los 29 consejeros de la anterior corporación. "En el ámbito político no es frecuente el agradecimiento a los antecesores, pero todos ellos han intentado hacer lo mejor por Gran Canaria", añadió.
Por tanto, Bravo destacó las actitudes de "la mano tendida, el diálogo y la concordia", que aprendió en sus inicios políticos de la mano de Adolfo Suárez, Felipe González o Manuel Fraga. En su opinión, esos valores, que facilitaron la transición de la dictadura hacia la democracia, son los que deben imperar en esta etapa de grave crisis económica.
Bravo también se refirió a ese periodo para contestar a los que piden un nuevo sistema político, en referencia a los indignados del movimiento del 15M. "Un cambio de sistema nos conduciría a la anarquía, que es el caos, o a la dictadura, que es la represión", señaló antes de terminar su discurso con una cita de Benito Pérez Galdós. "El decía que no hay dificultad que no se pueda resolver con paciencia y voluntad y yo espero demostrar que las tengo", agregó.
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