...en recuerdo del inolvidable 6 amarillo....

Sección principal del foro donde se debate la actualidad del club y del primer equipo amarillo. La Unión Deportiva Las Palmas es nuestra razón de ser, opina en el punto de encuentro de la afición más concurrido de Internet.
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mongolo
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Registrado: Mié Nov 03, 2004 2:22 pm

...en recuerdo del inolvidable 6 amarillo....

Mensaje por mongolo »

Nuestro equipo noble y fuerte con coraje, vista y suerte pulveriza
al adversario...
Juanito Guedes, la cabeza alta, el golpeo exacto, conduce a la
escuadra amarilla a la primera división de nuestro fútbol una
temporada y media después de debutar en Ceuta.
Juanito Guedes, la calidad, el cambio de juego, gana el Campeonato
del Mundo Militar para España con Rodri, Ufarte, y otros que
van a ser figuras frente al Portugal de Eusebio. Todos los grandes
le quieren y él responde a un modo muy Guedes: firma en blanco
por la Unión Deportiva Las Palmas.
Juanito Guedes, la perfección táctica, la elegancia, debuta con
España frente a Suecia en Malmoe y a su lado Tonono, Germán,
Castellano. Eleuterio Santos, el interior derecho del Zaragoza
jugó con el 8. Orgulloso de sus compañeros, decía: yo también
soy canario.
Juanito Guedes, la estampa, el dominio del campo, acarició el
Campeonato de Liga en las temporadas 68-69 y 69-70. La orquesta
canariona no jugaba al fútbol, bordaba el fútbol.
Juanito Guedes, flor de fútbol, arquitecto de aquel equipo inolvidable,
puntal de toda su historia, cayó como del trueno golpeado. Un
estrépito interior de muerte lleno, le hirió con saña. Y la sonrisa
de Juan Guedes respondió a la llamada terrible. Me pongo la camiseta
hasta que no pueda más. Enfermo de muerte, jugó 11 partidos.
El último en diciembre del 70. Ni tres meses se habían cumplido
de aquella tarde en Sarriá ante el Español. Un 9 de marzo, el
del 71, nos adelantó con su paso largo, camino del cielo, Juanito
Guedes. En las noches silenciosas del Insular hay una sombra
parecida a la de Campos que golpea suave a la luna con el empeine
de la zurda; a 60 metros la desplaza. Esa sombra tan señorial,
es la suya.
La afición te sigue atenta, con cariño siempre alienta el final
de la porfía esperando confiada...
El partido se dormía en un empate cruel para el cuadro amarillo.
La Unión Deportiva Las Palmas no podía deshacerlo ante la abrigada
defensa celeste. El Celta vigués cargaba el positivo en la bodega
para cruzar el Atlántico. Entonces, de la cueva salió el libre,
el mejor libre, el reloj del balompié español, Antonio Afonso
Moreno, Tonono, el capitán de Las Palmas y de la selección de
la patria; ganó el medio campo, alzó la vista... en el Estadio
no se oía ni pío, ni pío pío, desalentada la grada ante la muralla
celtiña... Tonono podía abrir a las bandas y esperar el centro
desde el costado para que los zagueros hicieran lo de toda la
tarde, devolverla sin riesgo. Podía dársela a uno de los puntas
para que intentara lo que mil veces intentado había fracasado
en el partido. Podía entregársela al medio que ocupaba el sitio
de su hermano Juanito Guedes, la mitad de su media, y que éste
resolviera la ecuación como se le ocurriera . Pero Tonono el
sabio, recordó como inspirado por un reflejo venido de arriba
que nueve años antes, en la misma, exacta, posición, con el formidable
Atleti de Madrid enfrente, se había jugado la suerte del partido
a un golpe mágico. Y había salido cara. Claro que el recuerdo
venía de arriba. Ante su vista cubierta de amarillos amigos y
celestes rivales, se abrió un hueco mínimo, como 9 años antes
contra el Atleti campeón de liga. Y por el ángulo casi cerrado,
desde el medio del campo que mira al mar, marcó Tonono el imposible
gol de la victoria. La alegría se convirtió en emoción, la emoción
en aplausos, los aplausos en una de las ovaciones más largas
y sentidas que nunca escuchó el glorioso Insular. Y en el medio
de ella, los brazos al cielo, uno de los defensas más limpios,
inteligentes y precisos que vio el fútbol: Tonono. El capitán
de todos.
Esperando confiada la victoria más rotunda un día tras otro día...
Puede que la melancolía fuera la razón y no la septicemia galopante
que le produjo el roce del pantalón de juego. Puede que muriera
un poco cada vez que miraba a quién dársela y no encontrara a
Juanito Guedes. Puede que Juanito convenciera a Dios de que si
quería ganar todo sin tener que usar los poderes divinos, lo
mejor era formar otra vez el eje de la Unión Deportiva Las Palmas,
él de libre, Guedes por delante. Y una de dos: o le dejaba bajar
y fichar otra vez en blanco por su equipo o subía a su amigo
y empezaban la temporada juntos. Dios debió descartar la primera
por no sentar un precedente complicado, así que convocó a Tonono
para la selección del cielo. Él ganó el mejor defensa escoba.
A nosotros nos regaló la tristeza. Sin cumplir 32 años, sin empezar
la temporada de aquí abajo, sin avisarnos. Puede que la melancolía
fuera la razón...
Ra, ra, ra, nuestro equipo vencerá.

DIEZ RAZONES. Las tardes, las noches tibias de fútbol, son un
maravilloso piar en Las Palmas. Amigos, os hablaré por mí. Desgraciadamente,
no jugué en todos los campos en los que hubiera querido jugar,
sobre todo ahora que lo pienso. Aun así, disfruté en el Bernabéu,
en San Mamés, en el Calderón, en Atocha, en Riazor, en Balaídos,
en el Sadar, en el Carlos Belmonte, en el Alcoraz, en Las Gaunas
y el Heliodoro. En el Molinón. En Pasarón y La Romareda. Ah,
sí, y en el campo del Arenas de Guecho. En muchos más. Pero en
ninguno me sentí tan de acuerdo con el aficionado del adversario
como en aquel campo del Paseo de Chil. Otras razones tengo además
del Insular para querer a la Unión Deportiva Las Palmas: los
canarios del Atleti ya dichos y los no mencionados, de Miguel
a Jorge Larena. Por mi querido Manolo Quevedo "Pantaleón", por
mis amigos Quintanita, el entrenador que lo logró, y Óliver Mayor,
nuestro secretario. Se fueron casi juntos. Por Mini y Juanma
que ama esa bandera hasta en la ingratitud. Por Paquito, capitán
desde Escocia. Por Antonio Ayala, Julio Calvo, Benito, Farías,
Julio Suárez y el míster León, antes rayo de la banda, que un
día preguntó por aquel interior del Carabanchel de diecinueve
años, y era yo. Por Loli y por sus tres hijos que vistieron juntos
la amarilla. Por todos los que están en las malas... Todas éstas
son mis razones, pero no tienen peso. Mas hay 10 razones que
sí pesan, que no tienen contestación. Que son definitivas y han
de valer para que no dejemos morir a la Unión Deportiva Las Palmas.
- PRIMERA. Por todo lo que nos ha dado ese club. Por jugar bien.
Por hacernos saber que el fútbol tiene música. Por defender al
jugador técnico. Por Alfonso Silva y por Valerón. Todas son una:
por su estilo.
- SEGUNDA. Por la grada que pagaba y por el tendido que no. Por
el Pío Pío.
- TERCERA. Por un récord imposible que nadie igualará; nadie
es capaz de jugar una temporada completa con once jugadores de
campo y dos porteros, los vascos Ulacia y Oregui que se repartían
el marco. Y once canarios para diez puestos: Martín II, Castellano,
Tonono, Guedes, Aparicio, José Luis, León, Gilberto I, José Juan,
Germán y Gilberto II. Nadie puede hacerlo. Las Palmas lo hizo
en la 68-69 y salió subcampeón.
- CUARTA. Por obligar a jugar a Cruyff de libre en una final
que Las Palmas perdió en el Bernabéu.
- QUINTA. Por sobrevivir a sus propios desastres mientras otros
históricos refundaban sus equipos perdiendo el origen.
- SEXTA. Porque dejar morir a la Unión Deportiva Las Palmas no
es matar 55 años de historia. Son esos 55 y las 5 historias de
los 5 equipos que entregaron las suyas para crear una nueva.
- SÉPTIMA. Porque alguien tendrá que descubrir aún una metáfora
más hermosa que la que una tarde de agosto firmaron Arenas, Marino,
Atlético, Victoria y Gran Canaria, renunciando a sus destinos
pequeños para construir uno grande, un proyecto sugestivo de
vida en común, y regalárselo a Las Palmas.
- OCTAVA. Porque hasta los políticos tendrán que admitir que
pocas cosas vertebran más que el fútbol y pocos embajadores tiene
Las Palmas que puedan empatar con la Unión Deportiva a la hora
de llevar por el mundo el nombre de la ciudad, la imagen de la
isla.
- NOVENA. Por todos los que fueron. Por todos los que son. Porque
una generación no puede consentir la disolución de algo que es
obra de muchas generaciones. Por un niño que se llama Ruymán
que cada semana escribe a este programa para que ayudemos, no
sabemos cómo, quizás así.
- DÉCIMA. Por los diablillos amarillos. Por la mejor cantera
del fútbol español. Por Tonono y Juanito Guedes.
Es la UD Las Palmas nuestro equipo señero sin par, con su juego
brioso y brillante, vencerá, vencerá, vencerá.
Aquella noche de viernes, El Fútbol tiene Música rindió gratitudes
enamoradas al balompié de seda que como nadie ha trenzado la
Unión Deportiva Las Palmas. Si unir a través del fútbol, de la
mística del fútbol tan alejada de violencias, es lo que busca
ese programa, surgía de natural mirar a Gran Canaria. El flexo
que sin explicación científica tornó su luz en amarilla, lo había
entendido todo. Y un chavalín que se llama Ruymán va desde entonces
a animar en la tribuna con un abono que es nuestro orgullo porque
donde pone el nombre del titular aparece el del programa menos
escuchado de la radio española. Por siempre: ¡ARRIBA D´ELLOS!

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Tamarán
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Mensaje por Tamarán »

Echa un vistacito al foro y te ahorrarías el cortar y pegar.

Saludos
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