Ramírez ¡DIMISIÓN!

[Tikkaboo]

Estamos cogidos por los huevos. Enfádense, amenácenle con no abonarse o cáguense en su calavera. Pero la realidad es que el ególatra éste sabe que con poco que dé la UDLP, la afición siempre estará de vuelta. Y da igual el calvario que pasemos como Club, que siempre formará parte de nuestras pesadillas y alegrías. Puto psicópata de los cojones.

[Avalancha]

Si nos mantenemos en Primera, cobra bonus. Si bajamos a Segunda, cobra bonus. Falta que se salve el Tenerife y vuelvan a poner el himno en UD Radio.

[Tikkaboo]

Mirando la situación con perspectiva, no dejo de pensar que, si fueras una persona coherente y con valores, te darías cabezazos contra la pared cuando llegaras a tu casa, por descender nuevamente el equipo al que representas. No solamente te darías cabezazos contra la pared por el descenso en sí, sino porque demostrarte a ti mismo que eres un perdedor y un auténtico fracasado. Ni siquiera el paso de los años es capaz de ocultar lo mediocre, pésimo y deplorable de tu gestión al mando de la Unión Deportiva Las Palmas. Te darías cabezazos también por el mero hecho de tropezar en la misma piedra tropecientas veces, prostituyendo la identidad y seña del equipo, preguntándote cómo puedes ser tan inútil, estéril y estúpido de repetir el mismo error. Si fueras coherente, en un ejercicio de honestidad contigo mismo, darías un paso al costado y admitirías que no cuentas con las habilidades ni agallas para enfrentar un proyecto de este calibre. Admitirías que eres un empresario del tres al cuarto, incapaz de cumplir el objetivo de consolidar a un Club en primera división.

Por el contrario, tu carácter narcisista, egocentrista y ególatra nos va a sumir en esta constante desesperación. Después de este nuevo ridículo espantoso y bochornoso, darás la cara ante la afición con tu habitual soberbia, pero ya no te servirá aquello de "es el primer año que tengo un fracaso deportivo" o "lo primero que quiero hacer es pedir perdón a la afición". Nadie cree en ti, tan sólo los voceros y estómagos agradecidos a los que alimentas. Y volverás a afirmar que “es una decepción pero no es un drama”, que "no hemos acertado con los entrenadores ni con la gran mayoría de los jugadores" y harás referencia nuevamente al "finiquito de 10 millones de euros al miserable de Jonathan Viera" o echarás mano del manido argumento "somos los más pobres de primera".

Podrás hacer lo que quieras con el Club y podrás amargarle la existencia a esta afición, pero cuando ésta saque a la palestra tu nombre y se transmita de generación en generación, serás recordado como un auténtico dolor de muelas. Y bien sabes que cuando pasen los años, lejos de la presidencia de la UDLP, en un retiro dorado probablemente lejos de Gran Canaria, te recordarás a ti mismo como aquel presidente que fracasó estrepitosamente en intentar llevar este Club a la gloria. Gesta que pudieron hacer otros, y que sirvió para escribir la historia de la época más dorada de este club. Gesta a la que tú nunca estuviste ni a unos pocos centímetros de alcanzar.

[GUAYRE]

Mirando la situación con perspectiva, no dejo de pensar que, si fueras una persona coherente y con valores, te darías cabezazos contra la pared cuando llegaras a tu casa, por descender nuevamente el equipo al que representas. No solamente te darías cabezazos contra la pared por el descenso en sí, sino porque demostrarte a ti mismo que eres un perdedor y un auténtico fracasado. Ni siquiera el paso de los años es capaz de ocultar lo mediocre, pésimo y deplorable de tu gestión al mando de la Unión Deportiva Las Palmas. Te darías cabezazos también por el mero hecho de tropezar en la misma piedra tropecientas veces, prostituyendo la identidad y seña del equipo, preguntándote cómo puedes ser tan inútil, estéril y estúpido de repetir el mismo error. Si fueras coherente, en un ejercicio de honestidad contigo mismo, darías un paso al costado y admitirías que no cuentas con las habilidades ni agallas para enfrentar un proyecto de este calibre. Admitirías que eres un empresario del tres al cuarto, incapaz de cumplir el objetivo de consolidar a un Club en primera división.

Por el contrario, tu carácter narcisista, egocentrista y ególatra nos va a sumir en esta constante desesperación. Después de este nuevo ridículo espantoso y bochornoso, darás la cara ante la afición con tu habitual soberbia, pero ya no te servirá aquello de "es el primer año que tengo un fracaso deportivo" o "lo primero que quiero hacer es pedir perdón a la afición". Nadie cree en ti, tan sólo los voceros y estómagos agradecidos a los que alimentas. Y volverás a afirmar que “es una decepción pero no es un drama”, que "no hemos acertado con los entrenadores ni con la gran mayoría de los jugadores" y harás referencia nuevamente al "finiquito de 10 millones de euros al miserable de Jonathan Viera" o echarás mano del manido argumento "somos los más pobres de primera".

Podrás hacer lo que quieras con el Club y podrás amargarle la existencia a esta afición, pero cuando ésta saque a la palestra tu nombre y se transmita de generación en generación, serás recordado como un auténtico dolor de muelas. Y bien sabes que cuando pasen los años, lejos de la presidencia de la UDLP, en un retiro dorado probablemente lejos de Gran Canaria, te recordarás a ti mismo como aquel presidente que fracasó estrepitosamente en intentar llevar este Club a la gloria. Gesta que pudieron hacer otros, y que sirvió para escribir la historia de la época más dorada de este club. Gesta a la que tú nunca estuviste ni a unos pocos centímetros de alcanzar.

Bravo, bravo , bravo, y mil veces bravo.

[GUAYRE]

A diferencia del anterior descenso , es que en este ya no engaña a nadie,

[pio pio UDLP]

Mirando la situación con perspectiva, no dejo de pensar que, si fueras una persona coherente y con valores, te darías cabezazos contra la pared cuando llegaras a tu casa, por descender nuevamente el equipo al que representas. No solamente te darías cabezazos contra la pared por el descenso en sí, sino porque demostrarte a ti mismo que eres un perdedor y un auténtico fracasado. Ni siquiera el paso de los años es capaz de ocultar lo mediocre, pésimo y deplorable de tu gestión al mando de la Unión Deportiva Las Palmas. Te darías cabezazos también por el mero hecho de tropezar en la misma piedra tropecientas veces, prostituyendo la identidad y seña del equipo, preguntándote cómo puedes ser tan inútil, estéril y estúpido de repetir el mismo error. Si fueras coherente, en un ejercicio de honestidad contigo mismo, darías un paso al costado y admitirías que no cuentas con las habilidades ni agallas para enfrentar un proyecto de este calibre. Admitirías que eres un empresario del tres al cuarto, incapaz de cumplir el objetivo de consolidar a un Club en primera división.

Por el contrario, tu carácter narcisista, egocentrista y ególatra nos va a sumir en esta constante desesperación. Después de este nuevo ridículo espantoso y bochornoso, darás la cara ante la afición con tu habitual soberbia, pero ya no te servirá aquello de "es el primer año que tengo un fracaso deportivo" o "lo primero que quiero hacer es pedir perdón a la afición". Nadie cree en ti, tan sólo los voceros y estómagos agradecidos a los que alimentas. Y volverás a afirmar que “es una decepción pero no es un drama”, que "no hemos acertado con los entrenadores ni con la gran mayoría de los jugadores" y harás referencia nuevamente al "finiquito de 10 millones de euros al miserable de Jonathan Viera" o echarás mano del manido argumento "somos los más pobres de primera".

Podrás hacer lo que quieras con el Club y podrás amargarle la existencia a esta afición, pero cuando ésta saque a la palestra tu nombre y se transmita de generación en generación, serás recordado como un auténtico dolor de muelas. Y bien sabes que cuando pasen los años, lejos de la presidencia de la UDLP, en un retiro dorado probablemente lejos de Gran Canaria, te recordarás a ti mismo como aquel presidente que fracasó estrepitosamente en intentar llevar este Club a la gloria. Gesta que pudieron hacer otros, y que sirvió para escribir la historia de la época más dorada de este club. Gesta a la que tú nunca estuviste ni a unos pocos centímetros de alcanzar.

Que alguien le haga llegar esto al innombrable, por favor y gracias.

[Kokealca]

Mirando la situación con perspectiva, no dejo de pensar que, si fueras una persona coherente y con valores, te darías cabezazos contra la pared cuando llegaras a tu casa, por descender nuevamente el equipo al que representas. No solamente te darías cabezazos contra la pared por el descenso en sí, sino porque demostrarte a ti mismo que eres un perdedor y un auténtico fracasado. Ni siquiera el paso de los años es capaz de ocultar lo mediocre, pésimo y deplorable de tu gestión al mando de la Unión Deportiva Las Palmas. Te darías cabezazos también por el mero hecho de tropezar en la misma piedra tropecientas veces, prostituyendo la identidad y seña del equipo, preguntándote cómo puedes ser tan inútil, estéril y estúpido de repetir el mismo error. Si fueras coherente, en un ejercicio de honestidad contigo mismo, darías un paso al costado y admitirías que no cuentas con las habilidades ni agallas para enfrentar un proyecto de este calibre. Admitirías que eres un empresario del tres al cuarto, incapaz de cumplir el objetivo de consolidar a un Club en primera división.

Por el contrario, tu carácter narcisista, egocentrista y ególatra nos va a sumir en esta constante desesperación. Después de este nuevo ridículo espantoso y bochornoso, darás la cara ante la afición con tu habitual soberbia, pero ya no te servirá aquello de "es el primer año que tengo un fracaso deportivo" o "lo primero que quiero hacer es pedir perdón a la afición". Nadie cree en ti, tan sólo los voceros y estómagos agradecidos a los que alimentas. Y volverás a afirmar que “es una decepción pero no es un drama”, que "no hemos acertado con los entrenadores ni con la gran mayoría de los jugadores" y harás referencia nuevamente al "finiquito de 10 millones de euros al miserable de Jonathan Viera" o echarás mano del manido argumento "somos los más pobres de primera".

Podrás hacer lo que quieras con el Club y podrás amargarle la existencia a esta afición, pero cuando ésta saque a la palestra tu nombre y se transmita de generación en generación, serás recordado como un auténtico dolor de muelas. Y bien sabes que cuando pasen los años, lejos de la presidencia de la UDLP, en un retiro dorado probablemente lejos de Gran Canaria, te recordarás a ti mismo como aquel presidente que fracasó estrepitosamente en intentar llevar este Club a la gloria. Gesta que pudieron hacer otros, y que sirvió para escribir la historia de la época más dorada de este club. Gesta a la que tú nunca estuviste ni a unos pocos centímetros de alcanzar.

[GUAYRE]

Se está haciendo viral, que todo el mundo lo ponga en sus Redes Sociales. IG, X , Tik Tok. YA NO ENGAÑA A NADIE.

[Canary]

Mirando la situación con perspectiva, no dejo de pensar que, si fueras una persona coherente y con valores, te darías cabezazos contra la pared cuando llegaras a tu casa, por descender nuevamente el equipo al que representas. No solamente te darías cabezazos contra la pared por el descenso en sí, sino porque demostrarte a ti mismo que eres un perdedor y un auténtico fracasado. Ni siquiera el paso de los años es capaz de ocultar lo mediocre, pésimo y deplorable de tu gestión al mando de la Unión Deportiva Las Palmas. Te darías cabezazos también por el mero hecho de tropezar en la misma piedra tropecientas veces, prostituyendo la identidad y seña del equipo, preguntándote cómo puedes ser tan inútil, estéril y estúpido de repetir el mismo error. Si fueras coherente, en un ejercicio de honestidad contigo mismo, darías un paso al costado y admitirías que no cuentas con las habilidades ni agallas para enfrentar un proyecto de este calibre. Admitirías que eres un empresario del tres al cuarto, incapaz de cumplir el objetivo de consolidar a un Club en primera división.

Por el contrario, tu carácter narcisista, egocentrista y ególatra nos va a sumir en esta constante desesperación. Después de este nuevo ridículo espantoso y bochornoso, darás la cara ante la afición con tu habitual soberbia, pero ya no te servirá aquello de "es el primer año que tengo un fracaso deportivo" o "lo primero que quiero hacer es pedir perdón a la afición". Nadie cree en ti, tan sólo los voceros y estómagos agradecidos a los que alimentas. Y volverás a afirmar que “es una decepción pero no es un drama”, que "no hemos acertado con los entrenadores ni con la gran mayoría de los jugadores" y harás referencia nuevamente al "finiquito de 10 millones de euros al miserable de Jonathan Viera" o echarás mano del manido argumento "somos los más pobres de primera".

Podrás hacer lo que quieras con el Club y podrás amargarle la existencia a esta afición, pero cuando ésta saque a la palestra tu nombre y se transmita de generación en generación, serás recordado como un auténtico dolor de muelas. Y bien sabes que cuando pasen los años, lejos de la presidencia de la UDLP, en un retiro dorado probablemente lejos de Gran Canaria, te recordarás a ti mismo como aquel presidente que fracasó estrepitosamente en intentar llevar este Club a la gloria. Gesta que pudieron hacer otros, y que sirvió para escribir la historia de la época más dorada de este club. Gesta a la que tú nunca estuviste ni a unos pocos centímetros de alcanzar.

Sublime.

[Edu]

Veo a mucha gente hablando de su incompetencia a la hora de gestionar sus empresas (lo comparto en parte) pero yo más que incompetencia empresarial veo una clara intencionalidad. Nadie se hace de oro sin un mínimo de visión empresarial. En mi opinión ha ido liquidando empresas a conveniencia, al fin y al cabo luego se declara insolvente y aquí no ha pasado nada. Deja deudas atrás y se va con los bolsillos llenos.
En la UDLP pienso que ha puesto en práctica la misma estrategia con la diferencia de que no va a dejar morir al club porque le conviene seguir en la palestra (contactos, influencias...) y además porque la caería buena parte de la sociedad encima. Que por qué le conviene que descendamos? Sinceramente lo desconozco, pero no hay más que echar un ojo a su gestión para ver que es casi imposible ser tan cenutrio, y el caso del anterior descenso es un claro ejemplo de ello.

[Avalancha]

Mirando la situación con perspectiva, no dejo de pensar que, si fueras una persona coherente y con valores, te darías cabezazos contra la pared cuando llegaras a tu casa, por descender nuevamente el equipo al que representas. No solamente te darías cabezazos contra la pared por el descenso en sí, sino porque demostrarte a ti mismo que eres un perdedor y un auténtico fracasado. Ni siquiera el paso de los años es capaz de ocultar lo mediocre, pésimo y deplorable de tu gestión al mando de la Unión Deportiva Las Palmas. Te darías cabezazos también por el mero hecho de tropezar en la misma piedra tropecientas veces, prostituyendo la identidad y seña del equipo, preguntándote cómo puedes ser tan inútil, estéril y estúpido de repetir el mismo error. Si fueras coherente, en un ejercicio de honestidad contigo mismo, darías un paso al costado y admitirías que no cuentas con las habilidades ni agallas para enfrentar un proyecto de este calibre. Admitirías que eres un empresario del tres al cuarto, incapaz de cumplir el objetivo de consolidar a un Club en primera división.

Por el contrario, tu carácter narcisista, egocentrista y ególatra nos va a sumir en esta constante desesperación. Después de este nuevo ridículo espantoso y bochornoso, darás la cara ante la afición con tu habitual soberbia, pero ya no te servirá aquello de "es el primer año que tengo un fracaso deportivo" o "lo primero que quiero hacer es pedir perdón a la afición". Nadie cree en ti, tan sólo los voceros y estómagos agradecidos a los que alimentas. Y volverás a afirmar que “es una decepción pero no es un drama”, que "no hemos acertado con los entrenadores ni con la gran mayoría de los jugadores" y harás referencia nuevamente al "finiquito de 10 millones de euros al miserable de Jonathan Viera" o echarás mano del manido argumento "somos los más pobres de primera".

Podrás hacer lo que quieras con el Club y podrás amargarle la existencia a esta afición, pero cuando ésta saque a la palestra tu nombre y se transmita de generación en generación, serás recordado como un auténtico dolor de muelas. Y bien sabes que cuando pasen los años, lejos de la presidencia de la UDLP, en un retiro dorado probablemente lejos de Gran Canaria, te recordarás a ti mismo como aquel presidente que fracasó estrepitosamente en intentar llevar este Club a la gloria. Gesta que pudieron hacer otros, y que sirvió para escribir la historia de la época más dorada de este club. Gesta a la que tú nunca estuviste ni a unos pocos centímetros de alcanzar.

La Virgen de la Papadita ha guiado ese escrito, porque es magnífico.

[Amanecer_Amarillo]

Yo me sigo acordando de la época de Setien y de como su ego tiró al traste un momento que pudo haber cambiado la historia. Su ego y la complacencia con los niños mimados de la plantilla.

[Canary]

Veo a mucha gente hablando de su incompetencia a la hora de gestionar sus empresas (lo comparto en parte) pero yo más que incompetencia empresarial veo una clara intencionalidad. Nadie se hace de oro sin un mínimo de visión empresarial. En mi opinión ha ido liquidando empresas a conveniencia, al fin y al cabo luego se declara insolvente y aquí no ha pasado nada. Deja deudas atrás y se va con los bolsillos llenos.
En la UDLP pienso que ha puesto en práctica la misma estrategia con la diferencia de que no va a dejar morir al club porque le conviene seguir en la palestra (contactos, influencias...) y además porque la caería buena parte de la sociedad encima. Que por qué le conviene que descendamos? Sinceramente lo desconozco, pero no hay más que echar un ojo a su gestión para ver que es casi imposible ser tan cenutrio, y el caso del anterior descenso es un claro ejemplo de ello.

Toda la razón.

Si yo quisiese descender a mi equipo para ganar dinero, lo haría mediante casas de apuestas y "vendiendo la plaza" a otros equipos en la cuerda floja.

[AmarillismoIlustrado]

Mirando la situación con perspectiva, no dejo de pensar que, si fueras una persona coherente y con valores, te darías cabezazos contra la pared cuando llegaras a tu casa, por descender nuevamente el equipo al que representas. No solamente te darías cabezazos contra la pared por el descenso en sí, sino porque demostrarte a ti mismo que eres un perdedor y un auténtico fracasado. Ni siquiera el paso de los años es capaz de ocultar lo mediocre, pésimo y deplorable de tu gestión al mando de la Unión Deportiva Las Palmas. Te darías cabezazos también por el mero hecho de tropezar en la misma piedra tropecientas veces, prostituyendo la identidad y seña del equipo, preguntándote cómo puedes ser tan inútil, estéril y estúpido de repetir el mismo error. Si fueras coherente, en un ejercicio de honestidad contigo mismo, darías un paso al costado y admitirías que no cuentas con las habilidades ni agallas para enfrentar un proyecto de este calibre. Admitirías que eres un empresario del tres al cuarto, incapaz de cumplir el objetivo de consolidar a un Club en primera división.

Por el contrario, tu carácter narcisista, egocentrista y ególatra nos va a sumir en esta constante desesperación. Después de este nuevo ridículo espantoso y bochornoso, darás la cara ante la afición con tu habitual soberbia, pero ya no te servirá aquello de "es el primer año que tengo un fracaso deportivo" o "lo primero que quiero hacer es pedir perdón a la afición". Nadie cree en ti, tan sólo los voceros y estómagos agradecidos a los que alimentas. Y volverás a afirmar que “es una decepción pero no es un drama”, que "no hemos acertado con los entrenadores ni con la gran mayoría de los jugadores" y harás referencia nuevamente al "finiquito de 10 millones de euros al miserable de Jonathan Viera" o echarás mano del manido argumento "somos los más pobres de primera".

Podrás hacer lo que quieras con el Club y podrás amargarle la existencia a esta afición, pero cuando ésta saque a la palestra tu nombre y se transmita de generación en generación, serás recordado como un auténtico dolor de muelas. Y bien sabes que cuando pasen los años, lejos de la presidencia de la UDLP, en un retiro dorado probablemente lejos de Gran Canaria, te recordarás a ti mismo como aquel presidente que fracasó estrepitosamente en intentar llevar este Club a la gloria. Gesta que pudieron hacer otros, y que sirvió para escribir la historia de la época más dorada de este club. Gesta a la que tú nunca estuviste ni a unos pocos centímetros de alcanzar.

Estás rulando por Twitter de lo bueno que es el mensaje. Honor.

[pitasabila]

Mirando la situación con perspectiva, no dejo de pensar que, si fueras una persona coherente y con valores, te darías cabezazos contra la pared cuando llegaras a tu casa, por descender nuevamente el equipo al que representas. No solamente te darías cabezazos contra la pared por el descenso en sí, sino porque demostrarte a ti mismo que eres un perdedor y un auténtico fracasado. Ni siquiera el paso de los años es capaz de ocultar lo mediocre, pésimo y deplorable de tu gestión al mando de la Unión Deportiva Las Palmas. Te darías cabezazos también por el mero hecho de tropezar en la misma piedra tropecientas veces, prostituyendo la identidad y seña del equipo, preguntándote cómo puedes ser tan inútil, estéril y estúpido de repetir el mismo error. Si fueras coherente, en un ejercicio de honestidad contigo mismo, darías un paso al costado y admitirías que no cuentas con las habilidades ni agallas para enfrentar un proyecto de este calibre. Admitirías que eres un empresario del tres al cuarto, incapaz de cumplir el objetivo de consolidar a un Club en primera división.

Por el contrario, tu carácter narcisista, egocentrista y ególatra nos va a sumir en esta constante desesperación. Después de este nuevo ridículo espantoso y bochornoso, darás la cara ante la afición con tu habitual soberbia, pero ya no te servirá aquello de "es el primer año que tengo un fracaso deportivo" o "lo primero que quiero hacer es pedir perdón a la afición". Nadie cree en ti, tan sólo los voceros y estómagos agradecidos a los que alimentas. Y volverás a afirmar que “es una decepción pero no es un drama”, que "no hemos acertado con los entrenadores ni con la gran mayoría de los jugadores" y harás referencia nuevamente al "finiquito de 10 millones de euros al miserable de Jonathan Viera" o echarás mano del manido argumento "somos los más pobres de primera".

Podrás hacer lo que quieras con el Club y podrás amargarle la existencia a esta afición, pero cuando ésta saque a la palestra tu nombre y se transmita de generación en generación, serás recordado como un auténtico dolor de muelas. Y bien sabes que cuando pasen los años, lejos de la presidencia de la UDLP, en un retiro dorado probablemente lejos de Gran Canaria, te recordarás a ti mismo como aquel presidente que fracasó estrepitosamente en intentar llevar este Club a la gloria. Gesta que pudieron hacer otros, y que sirvió para escribir la historia de la época más dorada de este club. Gesta a la que tú nunca estuviste ni a unos pocos centímetros de alcanzar.

Estás rulando por Twitter de lo bueno que es el mensaje. Honor.

A mí aún no me ha llegado. Debo vivir en una cueva.