Publicado: Sab Oct 07, 2006 1:44 pm
Si no lo ves claro, léete el artículo en el Blog "Tirando a dar" de Fernando Carreño para Marca
http://www.marca.com/blogs/tirandoadar
¿Ahora te enteras, Fernando?
Querido Fernando:
No sé si has leído las tiras cómicas de Mafalda. Me figuro que sí, porque las conoce todo el mundo. Tu situación en estos días me ha recordado mucho a una de ellas: Felipe, el amigo idealista de Mafalda, se indigna al enterarse de que se gasta más dinero en investigar sobre armas que sobre medicina y Mafalda reflexiona para sí: “Pobre Felipe. Acaba de darse cuenta de que este mundo es este mundo”.
Y me parece, Fernando, que a ti te está pasando lo mismo: que te estás dando cuenta de que tu mundo, la Fórmula 1, es así. Te quejas de que los rectores favorecen a tu gran rival con el reglamento. Te quejas de que tu equipo no te apoya. Es decir, que te quejas de que tienes el enemigo en casa, fuera y enfrente. En otras circunstancias, a muchas personas que hacen lo que tú se les dice que no vean fantasmas, que dejen de lloriquear, y que vayan a lo suyo. Pero lo más grande, Fernando, es que probablemente tú tengas razón. Que Schumacher, que ya es muy bueno por sí mismo, tenga el apoyo de quien manda en tu mundo (al que por algo se le llama ‘El Circo’, con perdón para payasos y domadores) y que en tu mismo equipo no se te vea con muy buenos ojos.
Volvemos a lo mismo. En otras circunstancias, a los supuestos jueces les cae un paquete y los rectores de tu equipo mandan al INEM a los dudosos (que hasta en el fútbol ha pasado eso, no te digo más. Fíjate en lo de Italia). Pero es que, Fernando, en tu mundo vale todo. Sí. Todo. O al menos, desde fuera lo parece.
No me digas que no sabes que cuando Michael Schumacher se ha visto apurado en la lucha por el Mundial ha recurrido a provocar la salida de pista del rival, y que sólo se le ha sancionado cuando falló. No vamos a decir que en la Fórmula 1, entonces, lo que se castiga no es la trampa, sino que te salga mal, pero lo parece ¿Por qué? Pues porque Fernando, en tu mundo lo único que importa es el dinero y ahora parece haberse decidido que el que Michael Schumacher tenga un final legendario ‘vende’ más que el que el joven león que eres tú le discuta el reinado, y por dinero es posible que alguien piense que ganará menos si el año que viene hay en las pistas un campeón del mundo, y está en otro equipo. Igual no es así, pero desde fuera lo parece.
¿Exagero? No lo sé, Fernando, pero piensa que en tu mundo muchas veces no corre quien mejor lleva un coche, sino quien más paga por un volante. Piensa que en tu mundo se tiene por ídolo a Enzo Ferrari, el hombre que decía que “los pilotos son como las bombillas, cuando se funden, se cambian”, y eso que ya se le habían matado varios. Piensa que en tu mundo vuestros jefes y patrones tiran a la mínima de ‘top model’ y helicóptero. Piensa que como tienen mucho dinero nadie se atreve reírse de la patética estampa que ofrece el tuyo cuando se exhibe con un tanga azul celeste. Piensa que cuando Ecclestone y Mosley, vuestros jefes supremos, abren la boca, dicen la palabra ‘dinero’ seis veces cada diez segundos… Probablemente tú no lo sabrás, pero hace no mucho tiempo, en el Parque de Atracciones de Madrid, tenían tu coche junto a la entrada… y junto a él un vigilante de seguridad para que nadie se hiciera fotos con él por motivo de derechos de imagen, como anunciaba un cartelón adyacente. Eso sí: al otro lado, había un tenderete donde se vendían Renaults.
Así, Fernando ¿Te extraña que pase lo que pasa? Desde fuera no mucho, la verdad.
Y tal vez por eso ganéis la millonada que ganáis. No solamente porque os jugáis la vida en la pista, sino por ser capaces de sobrevivir en una jungla de ese calibre. Y no es de ahora, Fernando, porque en los primeros tiempos era peor, cuando se mataban diez pilotos por temporada y todo el mundo se resistía a hacer cambios en los circuitos y los coches, igual porque costaban mucho o bien porque ganarían mucho más dinero si en cada carrera era probable una muerte. Hace unos veinte años, un tema de Siniestro Total (un grupo de rock, me figuro que lo conocerás. ‘Keke Rosberg’, se llamaba) hablaba ya de un ‘mecánico traidor, que trabaja para Brabham’. Una vez más, la realidad imita al arte. O al menos podría ser posible que lo imitase.
¿Qué te quiero decir con esto, Fernando? Que probablemente lo tengas mal, pero si algo pudiera aconsejarte es que apliques el refrán español de que allí donde fueres, haz lo que vieres. Si estás en la selva y tienes dientes, muerde. Si tienes garras, clava. Si tienes aguijón, pica. Te irá mejor que aullando, seguro. Así es tu mundo.
http://www.marca.com/blogs/tirandoadar
¿Ahora te enteras, Fernando?
Querido Fernando:
No sé si has leído las tiras cómicas de Mafalda. Me figuro que sí, porque las conoce todo el mundo. Tu situación en estos días me ha recordado mucho a una de ellas: Felipe, el amigo idealista de Mafalda, se indigna al enterarse de que se gasta más dinero en investigar sobre armas que sobre medicina y Mafalda reflexiona para sí: “Pobre Felipe. Acaba de darse cuenta de que este mundo es este mundo”.
Y me parece, Fernando, que a ti te está pasando lo mismo: que te estás dando cuenta de que tu mundo, la Fórmula 1, es así. Te quejas de que los rectores favorecen a tu gran rival con el reglamento. Te quejas de que tu equipo no te apoya. Es decir, que te quejas de que tienes el enemigo en casa, fuera y enfrente. En otras circunstancias, a muchas personas que hacen lo que tú se les dice que no vean fantasmas, que dejen de lloriquear, y que vayan a lo suyo. Pero lo más grande, Fernando, es que probablemente tú tengas razón. Que Schumacher, que ya es muy bueno por sí mismo, tenga el apoyo de quien manda en tu mundo (al que por algo se le llama ‘El Circo’, con perdón para payasos y domadores) y que en tu mismo equipo no se te vea con muy buenos ojos.
Volvemos a lo mismo. En otras circunstancias, a los supuestos jueces les cae un paquete y los rectores de tu equipo mandan al INEM a los dudosos (que hasta en el fútbol ha pasado eso, no te digo más. Fíjate en lo de Italia). Pero es que, Fernando, en tu mundo vale todo. Sí. Todo. O al menos, desde fuera lo parece.
No me digas que no sabes que cuando Michael Schumacher se ha visto apurado en la lucha por el Mundial ha recurrido a provocar la salida de pista del rival, y que sólo se le ha sancionado cuando falló. No vamos a decir que en la Fórmula 1, entonces, lo que se castiga no es la trampa, sino que te salga mal, pero lo parece ¿Por qué? Pues porque Fernando, en tu mundo lo único que importa es el dinero y ahora parece haberse decidido que el que Michael Schumacher tenga un final legendario ‘vende’ más que el que el joven león que eres tú le discuta el reinado, y por dinero es posible que alguien piense que ganará menos si el año que viene hay en las pistas un campeón del mundo, y está en otro equipo. Igual no es así, pero desde fuera lo parece.
¿Exagero? No lo sé, Fernando, pero piensa que en tu mundo muchas veces no corre quien mejor lleva un coche, sino quien más paga por un volante. Piensa que en tu mundo se tiene por ídolo a Enzo Ferrari, el hombre que decía que “los pilotos son como las bombillas, cuando se funden, se cambian”, y eso que ya se le habían matado varios. Piensa que en tu mundo vuestros jefes y patrones tiran a la mínima de ‘top model’ y helicóptero. Piensa que como tienen mucho dinero nadie se atreve reírse de la patética estampa que ofrece el tuyo cuando se exhibe con un tanga azul celeste. Piensa que cuando Ecclestone y Mosley, vuestros jefes supremos, abren la boca, dicen la palabra ‘dinero’ seis veces cada diez segundos… Probablemente tú no lo sabrás, pero hace no mucho tiempo, en el Parque de Atracciones de Madrid, tenían tu coche junto a la entrada… y junto a él un vigilante de seguridad para que nadie se hiciera fotos con él por motivo de derechos de imagen, como anunciaba un cartelón adyacente. Eso sí: al otro lado, había un tenderete donde se vendían Renaults.
Así, Fernando ¿Te extraña que pase lo que pasa? Desde fuera no mucho, la verdad.
Y tal vez por eso ganéis la millonada que ganáis. No solamente porque os jugáis la vida en la pista, sino por ser capaces de sobrevivir en una jungla de ese calibre. Y no es de ahora, Fernando, porque en los primeros tiempos era peor, cuando se mataban diez pilotos por temporada y todo el mundo se resistía a hacer cambios en los circuitos y los coches, igual porque costaban mucho o bien porque ganarían mucho más dinero si en cada carrera era probable una muerte. Hace unos veinte años, un tema de Siniestro Total (un grupo de rock, me figuro que lo conocerás. ‘Keke Rosberg’, se llamaba) hablaba ya de un ‘mecánico traidor, que trabaja para Brabham’. Una vez más, la realidad imita al arte. O al menos podría ser posible que lo imitase.
¿Qué te quiero decir con esto, Fernando? Que probablemente lo tengas mal, pero si algo pudiera aconsejarte es que apliques el refrán español de que allí donde fueres, haz lo que vieres. Si estás en la selva y tienes dientes, muerde. Si tienes garras, clava. Si tienes aguijón, pica. Te irá mejor que aullando, seguro. Así es tu mundo.
