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015. ESTADOS DE ÁNIMO

Ya han pasado dos horas. Han pasado dos horas y sigo temblando. Estoy solo ante el ordenador. Intento escribir algo coherente pero no puedo. Cada cierto tiempo, se me escapa una sonrisa. Cada cierto tiempo apreto el puño y digo en voz baja: ¡Bien coño bien!

Hace dos horas y un minuto la situación era bien distinta. Una cocina. Una pequeña televisión sin volumen. Tres sufridores. Cabezas gachas y ojos llorosos. Ni un murmullo.

¿Qué es capaz de provocar tal cambio en mi estado de ánimo? Un “simple” derechazo a la escuadra.

“ BUM BUM ALEMÁN”

016. EL PRÓXIMO GOL

Soy un gol de la Unión Deportiva Las Palmas. No sé mucho más de mi.

No me conoces ni me conozco por que todavía no me han marcado.
Vivo en una especie de limbo en donde todos mis hermanitos esperamos que el destino nos depare un brillante futuro en la historia de nuestro equipo.
Aquí pasamos los días atentos al juego del equipillo como si se tratara de un banquillo infinito, una recámara inagotable en la que se encuentran todos los goles que marcará la UD Las Palmas hasta el final de los tiempos.

Somos todos jóvenes, mejor, somos menos que jóvenes, no hemos nacido aún.
Creo que en tu mundo sería algo así como una semilla, si le quieres llamar así.
La minúscula semilla de algo grande. Muy grande.

Eso esperamos aquí todos, claro. Como iba a ser si no. Para eso estamos.
Nuestra ilusión es hacer vibrar Gran Canaria, hacerte olvidar las penas, hacer que te bebas las lágrimas de alegría, conseguir que la gente vuelva a llevar en volandas a nuestro equipo a Primera División.

¿Tú qué crees? ¿Qué nosotros no seguimos el transcurso del campeonato?
Nosotros seguimos hasta los entrenamientos de los muchachos.
¿O es que no se marcan goles en las pachangas de Barranco Seco?

Los goles no cantados de UD Las Palmas al igual que tú también tenemos nuestro corazoncito amarillo y nuestras ilusiones, nuestros sueños.

Algunos soñamos con ser el esperado gol que decante una eliminatoria hacia el lado amarillo, una semifinal de Copa, el gol de un meritado ascenso, el que evita el agónico descenso, el que se retransmite en toda Europa, un gol cualquiera de falta, de penalti, o de rebote...Con decirte que el otro día uno del piso de arriba dijo que un día iba a nacer en medio de un partido de eliminatoria europea.
Todos se echaron a reír. Menos algunos de nosotros.

Yo tengo fe en este equipo y sobre todo en el sentimiento amarillo.
Tengo fe en como se están haciendo las cosas y en el espíritu que ahora rodea al equipo. Aunque no consigamos el ascenso este año, después de haber jugado tantos partidos, el año que viene seguiremos intentándolo. Y si no el otro.

Somos muchos goles aquí, ¿Sabes? Estamos esperando tranquilos el momento justo para que nos puedas celebrar con tus amigos, con tu familia, con los que ya no están.
Por que algunos de nosotros permanecemos toda la vida en la mente de los aficionados.

A eso aspiramos todos juntos aquí arriba, esperando. En el cielo amarillo.
Esperando la orden suprema del Altísimo para saltar al césped y desatar la euforia en la grada, en los bares de amigos, en las casas amarillas…

Cuando hay partido el siguiente gol en la lista de espera se prepara, junto con el que va después y el otro por se acaso, y se ponen en fila atentos a las pantallas para nacer en cuanto sea necesario.

En el recuerdo de todos está uno de nosotros que vio la luz en la Catedral del fútbol español. Ustedes no se lo van a creer pero nosotros no sabemos tampoco cuando nos van a llamar y esa tarde nuestro compañero se tuvo que frotar los ojos.
Vaya púa. Menudo testarazo. Un recordado en nuestra especie. Cuando le dijeron que era su momento de gloria se puso nervioso: San Mamés en pie aplaudiendo.

Yendo más atrás en el tiempo, conservamos fotografías en blanco y negro con los primeros goles de UD Las Palmas. Sabemos por ejemplo que un tal Polo marcó el padre de todos los goles, el padre de todos nosotros.

A muchos nos han hablado de la Prehistoria de Unión Deportiva Las Palmas, de equipos de los que ya casi nadie habla: Del Marino y del Arenas, del Atlético y del Victoria, y el del CD Gran Canaria, equipos fundadores de este sentimiento. Aquellos goles en blanco y negro, y luego en color, que se marcaban en todos los campos de España, y en Europa.

Pero eso fue hace ya tanto tiempo. Ya casi nadie se acuerda.
Y es que ser un gol de Unión Deportiva Las Palmas es importante, único.
Casi siempre. Hay veces que no es así. Hay veces que nacemos sin pena ni gloria y esto es lo peor que te puede pasar. Que te conviertas en un gol de entrenamiento, anónimo e inservible, donde nadie te celebra, bueno nadie a excepción del que lo marca. Por que los goles se celebran siempre, o al menos así debería ser.

Y peor aún que eso, lo que más rabia nos da, es que en medio del partido te arregles, te vistas, y cuando ya estás camino del videomarcador te digan que has sido anulado por fuera de juego, o que el balón entre con la mano y todos lo vean menos el árbitro.
¡Qué vergüenza! No quiero esa fama. Yo quiero ser un gol de fuerza, yo quiero ser un gol de coraje, de levantada de partido, de nueve contra once, de último minuto.

Sí, ese sería mi sueño, convertirme en gol en tiempo de descuento, resolver una eliminatoria, que toda la isla de Gran Canaria, que toda Canarias me celebre, que toda España me respete, que en todo el mundo los aficionados amarillos me coreen y me pasen de boca en boca. Estar en todas las oficinas los lunes por la mañana, en todos los telediarios, en la prensa escrita y en la radio, colgado en el emule con máximo de disponibilidad, ocupando un lugar de privilegio en udlaspalmas.net.

Sé de un compañero nuestro que estuvo un montón de tiempo de avatar de un forero.
Le tocó salir frente a otro equipo de esta ciudad. No me acuerdo bien del nombre y ni siquiera sé si todavía existe. Lo que sí que desconozco es la razón por la que ese compañero gol fue celebrado con tantísima rabia en el Estadio de Gran Canaria. Ni siquiera él mismo lo sabe. Las cosas locas de este juego.

El Estadio de Gran Canaria. Ahora si vale la pena. El primer año después de la mudanza estuvimos prácticamente de brazos caídos. Estábamos todos en el paro.
Sequía goleadora. Nosotros queremos vivir, formar parte activa de la trayectoria de este club.

En algunos encuentros salimos de uno en uno y hay veces que salimos de golpe, sin casi estar preparados. Normalmente siempre estamos dos o tres listos para pasar a la historia pero cuando las cosas giran bien y se marcan cuatro, cinco, seis…, la cosa se complica.

Un amigo mío que estaba todo el tiempo soñando con ser gol de ascenso fue el otro día el gol de la honrilla en un partido sin historia. Cuando eso sucede te lamentas por la ocasión perdida. Por que todos los goles no somos iguales.

Otra cosa que me da mucha rabia es que a veces salimos de maravilla y somos unos golazos pero sucede que como jugamos en esta categoría olvidada, nadie se acuerda de ti. Al menos fuera de la afición local, por que ellos siempre nos celebran, aunque sean goles en partidos amistosos.

Estoy nervioso. No sé por qué te cuento todo esto. Yo tendría que estar atento a las pantallas. He olvidado decirte que soy el próximo gol de la UD Las Palmas.
Hoy me tenía que haber tocado a mí. Pero visto como se están las cosas esta tarde, me da que voy a ser un insulso gol de pretemporada para preparar la campaña de nuevo en la División de Bronce. La cosa está complicada.

Te voy a confesar algo personal: Conozco personalmente al protagonista ante el Rayo, que para nuestra alegría y algo de envidia sana, fue celebrado por miles de amarillos en todo el mundo. Matábamos el tiempo muerto en la fila con el gol del Lanzarote y con el que se jugó la semana pasada en Siete Palmas ante este mismo equipo.
Le pedimos en oración al Altísimo que los tres fuéramos convocados en uno de los partidos finales de esta temporada pero me da que nos vamos a quedar con las ganas. Pero ya no queda tiempo. Esto se acabó.

Mis entonces compañeros ahora forman parte de una ilusión frustrada, de un no haber llegado, de un haber muerto en la orilla. ¡Estábamos tan cerca de conseguirlo!
En fin. Estoy resignado. Seré un gol de pretemporada sin mayores aspiraciones que servir para dar moral al maltrecho equipo para el año venidero.
Se acabó, hoy no va a ser mi noche.

Pero vamos a ver, espera un momento que esto no se ha acabado!
¿Ya sacaron la tablilla con el tiempo de descuento?
¡Mira, mira, mira, la tiene Aythami en la banda!
Centro del canario, remata, ¿Quién es?, falla, ¡¡¡Nauzet, Nauzet, Nauzet!!!
¡Escucha! Me está llamando. Mira la grada. Mira esos colores. Somos nosotros.
Tengo una cosa segura. Volvemos a ser grandes.
Gracias, Señor, por permitirme formar parte de esta historia, de este sueño.
Un sueño amarillo hecho realidad.
¡ Arriba d’ellos !

017. EL DÍA QUE FUI FELIZ

Me desperté y no sabía dónde estaba. Miré a mi alrededor y no logré identificar el sitio donde me encontraba. Parecía un local amplio, sin ventanas, lleno de máquinas por todos lados. Miré hacia abajo y vi a otros como yo. Había muchos como yo. Sin previo aviso, nos cogieron y nos introdujeron en una pequeña furgoneta. Me pilló tan de improviso que no pude resistirme.

Viajamos durante una hora y noté como se detenía el vehículo. Nos pasaron a todos a otra nave, ésta bastante más pequeña que la inicial, pero igualmente llena de máquinas. Nos fueron pasando uno por uno. No sabía qué es lo que nos iban a hacer. Reconozco que estaba bastante asustado. Cuando me tocó a mi, noté que me tatuaban algo en la espalda y en el pecho. Mentiría si dijera que no me dolió. Pero a la vez, tenía una sensación de placer, de regocijo, de orgullo. No sabría explicar muy bien qué es lo que sentí en ese momento. Después de ponernos esos tatuajes a todos, nos volvieron a introducir en la furgoneta y viajamos durante una hora más. Nuevamente, nos sacaron a todos y entramos a un pequeño habitáculo. Nos sentaron uno al lado del otro en unos bancos que recorrían todo el perímetro de aquel pequeño local. Empecé a pensar que desde que desperté, no entendía nada de lo que estaba pasando, ni porqué estaba allí, ni qué iban a hacer conmigo. Observaba a mis compañeros de viaje y los notaba también asustados y confusos. Creo que nadie sabía qué es lo que iba a pasar y esa incertidumbre nos ponía bastante nerviosos. Pasaron sólo dos horas, pero a mi se me hicieron eternas. Sentado allí, sin saber qué hacer, el miedo me recorría todo el cuerpo. Sin embargo, el cansancio del viaje y la quietud del ambiente, hicieron que poco a poco fuera cerrando los ojos. Me quedé dormido.

Lo siguiente que recuerdo es verme en movimiento, mientras alguien me cargaba. Vi que mis compañeros estaban igual, todos en fila, ordenados. Pasamos de aquel lugar oscuro y silencioso a uno muy luminoso y ruidoso. Estábamos al aire libre. Sentí un escalofrío recorriendo todo mi ser, no sé si por el frío que reinaba en aquel lugar tan despejado o por la emoción de ver a tanta gente mirando, gritando, aplaudiendo. Me fijé mejor y pude ver incluso a algunos que lloraban. ¿Qué estaba pasando? Mientras salíamos, se escuchaba una bonita melodía. Nunca la había escuchado, pero lo cierto es que me gustaba mucho. Empezaba a estar más cómodo en aquella situación, pues aunque no sabía dónde estaba ni qué estaba haciendo, sentía mucha emoción por el momento que estaba viviendo. Tanta gente pendiente de mi me hacía ser consciente de la responsabilidad que tenía al estar allí, de la emoción que generaba mi presencia en aquel lugar, de las miles de ilusiones que despertaba mi aparición.

El hombre que me cargaba empezó a moverse cada vez más rápido, con más violencia. Incluso algunos que portaban a otros compañeros míos (a los que, por cierto, no había visto antes, parecían distintos a nosotros) me agarraban y me golpeaban, ¿por qué hacían eso? Debido al fragor de la lucha, empecé a sudar, cada vez más, hasta que terminé completamente empapado. A pesar de los golpes y los agarrones, cada vez me sentía más integrado en aquel grupo. Luchaba por los míos, sin saber muy bien cuál era el objetivo. De pronto, sucedió algo que me dejó atónito. La gente empezó a gritar más fuerte que nunca mientras saltaban, se abrazaban, lloraban y movían unas telas, ondeándolas al viento. Mientras, la persona que me portaba también empezó a gritar y a dar saltos, mientras se dirigía al gentío. Y, sin darme cuenta, me besó. Besaba el tatuaje que portaba en el pecho una y otra vez, mientras los presentes le vitoreaban. Ese gesto también me hizo emocionar y lloré. Estaba eufórico, no podría explicar lo que sentía en ese momento. Todo lo que había sufrido antes, había valido la pena. Nunca había sentido nada igual y estoy seguro que no hay nada en el mundo que pueda superar las sensaciones que me producía esa situación. En ese instante fui consciente de quién era y qué hacía allí. Empezaba a entender qué es lo que había pasado y de dónde había venido. Daba las gracias a la vida por darme el magnífico privilegio de estar en ese momento, en ese lugar, en ese papel. Di las gracias por permitirme ser, al menos por una vez en la vida, LA CAMISETA DE LA UNIÓN DEPORTIVA LAS PALMAS.

018. QUERIDO ABUELO

11/08/2006. Querido abuelo:
Gracias por llevarme a hacer las pruebas para entrar en Las Palmas, a mi me gustaba jugar en mi equipo anterior, sabía que ayudaba a mis compañeros, pero llevar la camiseta amarilla, con mis 12 años, es una ilusión muy grande. Estoy muy nervioso, la prueba no me ha salido muy bien, pero lo intenté, si no me cogen volveré a mi equipo, lo único que te pido es que no hables mal de la U.D. por eso, como muchos otros familiares de mis compañeros.

12/08/2006. Querido abuelo:
¡Me han escogido! Ya soy jugador de U.D. Las Palmas, en el pueblo se pondrán muy contentos, hoy es un día muy feliz para mí, aunque la cara de los compañeros a los que no han escogido lo ha empañado un poco. Delante de ellos he intentado no mostrar mi alegría, aunque se me hacia muy difícil, puede hacerlo e intentar consolarlos. Gracias nuevamente por llevarme a entrenar, sabes que mi padre trabaja y está muy ocupado siempre con “sus cosas”.

14/09/2006. Querido abuelo:
Después de una larga y dura pretemporada –nunca me habían hecho correr tanto-, mañana empieza la liga. Es muy tarde y no puedo dormir, tengo un cosquilleo en el estomago que nunca había sentido. En los partidos de preparación el entrenador ha contado mucho conmigo, y creo que no lo he hecho mal. ¡Incluso he marcado algún que otro gol! De todas formas, no creo que mañana llegue a jugar, en mi puesto hay un chico muy bueno, la estrella del equipo, y que además es el capitán de la selección canaria. Bueno abuelito, sigo sin poder dormir, pero mi madre me dice que me acueste ya. ¡Hasta mañana!

15/09/2006. Querido abuelo:
Hoy debería ser un día feliz, hemos ganado el primer partido de liga, pero para mi es agridulce. El mister no ha creído conveniente que juegue. Se que me has enseñado a no ser egoísta y que lo primero es el equipo, así que intentaré mejorar y hacerme con un puesto en el equipo. Gracias por ir al partido a verme, me hacía mucha ilusión que estuvieras allí, y por eso aún estoy un poco mas triste, quería que me vieras debutar con la camiseta amarilla –bueno, este año lleva también rayas azules-, que tu tanto adoras.

8/05/2007. Querido abuelo:
¡Campeones, campeones! Hoy hemos ganado la liga regional, atrás quedan muchos partidos jugados, y también muchos banquillos “calentados”, cuando llegué al equipo sabía que iba a ser así, es muy difícil jugar en Las Palmas, pero poco a poco me fui haciendo un hueco y he terminado jugando muchos minutos a pesar de ser de primer año. La temporada que viene seré de segundo año y Armide –el capitán del equipo que juega en mi mismo puesto- pasará a la siguiente categoría. El mister confía mucho en mí, y siempre ha sabido arroparme al verme triste porque no jugaba. La próxima temporada espero volver a ganar la liga regional y hacerme un puesto como titular, voy a trabajar muy duro, te lo prometo. Como siempre, abuelito, quiero darte las gracias por llevarme a los partidos y por estar siempre conmigo, a pesar de que me has reñido por suspender dos, se que lo haces por mi bien. ¡Gracias abuelito!

[…]


31/07/2015. Querido abuelo:
¡Me ha llamado el mister del primer equipo! Quiere que haga la pretemporada con ellos. Que cantidad de cosas han pasado hasta este mágico día, he pasado por todas y cada una de las categorías del club, hemos ganado muchos derbis, he sido campeón en casi todas. ¡Incluso ganamos la Copa de España de juveniles! Y este último año he sido titular indiscutible con Las Palmas Atlético en 2ºB, donde hemos hecho un buen papel. También ha habido momentos malos, como los primeros años, donde más aprendí, pero menos jugué, o mi lesión en la rodilla de la que tanto me costó recuperarme. Y fuera del fútbol, tu enfermedad, esa operación de cáncer de la que gracias a Dios ya te has recuperado. Ahora todo ha cambiado, ya soy una persona madura, aunque con la misma ilusión que el día que me llevaste a hacer las pruebas para entrar en la U.D. hace ya casi diez años. Te alegrará saber que en los últimos meses mi padre ha venido a verme jugar con frecuencia, y últimamente hasta lo veo hablando de fútbol con unos señores encorbatados, me resulta raro, pues a el nunca le ha gustado especialmente este deporte.
Lo dicho abuelo, mañana parto con el primer equipo, ya he entrenado en alguna ocasión con ellos, y estar junto a algunos de los mejores jugadores de España es increíble, espero cumplir las expectativas.
PD: Se que ya soy casi un nombre, pero nunca me cansaré de escribirte y de llamarte abuelito.

28/08/2015. Querido abuelo:
¡Ha sido alucinante! Hoy he debutado con el primer equipo, la misma camisa que en su día vistieron Guedes, Tonono, German, Contreras, Chinea, Turu Flores, Aythami…Esos jugadores de los que tu tanto me hablas y de los que te sientes tan orgulloso. Ya que nunca los vi jugar, espero algún día ser como ellos. Al pisar el césped la gente me ha aplaudido mucho, y he mirado a tu asiento, pero con tanta gente fue imposible distinguirte. Da igual, pude imaginar tu felicidad al verme. Que el mister haya confiado en mi desde el primer partido de liga me da mucha moral, aunque también me da algo de reparo verme en todos los medios de comunicación, ya hablan de mi como el futuro Valerón, yo solo pienso en mejorar. Abuelito, quiero que sepas que si he llegado hasta aquí, es gracias a ti. Te lo debo todo.

08/01/2016. Querido abuelo:
Hoy me siento muy mal, estoy muy confuso, he visto en la tele y en los periódicos que soy nuevo jugador del Real Madrid. He salido a la calle a comprar el pan y no he visto las sonrisas con las que siempre me cruzo, sino caras de tristeza y de incomprensión. ¿Te acuerdas los hombres encorbatados con los que hablaba mi padre? Al parecer han llegado a un acuerdo con el y hoy dejo de pertenecer al equipo amarillo. Yo no he tenido nada que ver, ni siquiera se me ha preguntado. Al parecer, firmé un documento donde nombraba a mi padre como apoderado general. Solo espero que me perdones y me sigas apoyando, mañana partiré a Madrid, es un gran reto, aunque mi ilusión era la de quedarme aquí.

[…]

15/06/2020. Querido abuelo:
Aunque hayas fallecido hace algún tiempo habrás comprobado que no pierdo la costumbre de escribirte. Mi carrera como futbolista sigue y estoy muy contento, he ganado muchos títulos con el Madrid, he incluso he llegado a vestir la roja de la selección, aunque no olvido a mi equipo del alma y todos los días entro en www.udlaspalmas.net para informarme de lo que pasa allí. Cada vez que pienso en Gran Canaria, y en la U.D. Las Palmas se me parte el corazón, y solo espero poder regresar algún día. Abuelito, te hecho muchísimo de menos, y aunque tu me hablabas de que llegaría el día en el que no estuvieras, yo me sigo acordando de ti todos los días, y se que tu estas siempre velándome.

[…]

15/06/2030. Querido abuelo:
Atrás quedó mi carrera como futbolista, ha llegado el día de mi retirada, nada mas cumplir mi contrato en península volví a las islas. Afortunadamente expliqué como se dio mi salida del club y pude volver, aunque siempre me quedará la espinita clavada de no conseguir ningún titulo como amarillo. Creo que toda la afición, y sobre todo tú, lo merecías. Créeme que hice todo lo que pude. Mañana iré al cementerio y te presentaré a mi hijo, tengo muchas esperanzas puestas en el, dicen que se parece a mi jugando y pienso custodiarle y llevarlo siempre por el buen camino, le transmitiré todo lo que tu me has enseñado. Espero que el llegue a conseguir lo que yo no pude y triunfe en nuestro equipo. Se que desde el cielo vas a guiar sus pasos. Gracias por todo abuelo.

019. LOS CABALLEROS DE LA TABLA AMARILLA

Suenan trompetas para celebrar como se merece la vuelta de uno de los grandes clubes históricos de España: la UNIÓN DEPORTIVA LAS PALMAS. Lejos quedan los días de Tonono, Juan Guedes y compañía, que tantas y tantas alegrías nos dieron. Por entonces, éramos uno de los grandes, no sólo no teníamos miedo a equipos como el Real Madrid y el Barcelona, que ahora se discuten año tras año la supremacía de la Liga, sino que podría decirse más bien que ellos tenían miedo al submarino amarillo. El tiki taka, tan puesto de moda hoy día, era marca registrada del equipo grancanario, que día tras día llenaba no sólo el Estadio Insular con su particular marea amarilla, conocida allende los mares, sino los estadios de cada uno de los equipos contra los que jugaba.

Hoy, la cosa pinta bien distinta. Inmersos en un importante proyecto de austeridad económica, la UD Las Palmas regresa al lugar de donde nunca debió salir: la Liga de Fútbol Profesional. Con el objetivo a largo plazo del ascenso, lo cierto es que si bien esta temporada la meta es bastante baja, son muchos los aficionados que se encuentran ilusionados con el devenir del Amarillo. Es una ilusión diferente a la de hace diez años, cuando también ascendimos a Segunda División tras cuatro años en Segunda B. Curiosamente, esta vez no contamos con un equipo plagado de estrellas dispuesto a arrasar en la Liga BBVA. Sin embargo, y por paradójico que resulte, la ilusión es latente en la afición amarilla. No por juego, no por presupuesto, y no por grandes estrellas. Sino por algo, si cabe, aún más difícil: por los dos dedos de frente que, esta vez sí, tiene la directiva del conjunto canario, que ha sabido quitarse de encima una deuda que parecía ya eterna, y muchos temíamos que definitiva, para, además, en su primer año conseguir el ascenso y, con la euforia desmedida que ha adquirido tras dicho logro deportivo la afición, ha sabido poner frenos a una situación que, diez años atrás, como ya se ha dicho, no se supo controlar y pudo haber supuesto el final del Pío Pío.

Ahora, la temporada 2006-07 comienza, y con ella podrá verse cómo reacciona la afición y el equipo ante un proyecto conservador, pero con unas metas bastante definidas: volver a la élite del fútbol.

Esperemos, señores, que tras años de sufrimiento, esta entidad vuelva a vestirse de gala para recibir a los grandes del fútbol nacional y, quién sabe, quizás también vivamos para presenciar a la alta esfera del mundo mundial en un Estadio de Gran Canaria que, aunque a muchos no gusta, no cabe duda de que estaría bien bonito con las vallas de la actual Champions League. Ganas no faltan.

020. UNA CITA MUY ESPECIAL

Me desperté con el estómago algo revuelto. Según me levanto y espabilo un poco me doy cuenta que no es solo el estómago, también me encuentro algo intranquilo y agobiado, muy agobiado. Se notaba que no era un día como otro cualquiera, que no era un día normal, era un día muy especial porque tenía una cita muy especial. Lo que son las cosas, he pasado por esta situación miles de veces y aun no puedo evitar el ponerme nervioso.

Según pasa la mañana el estómago cada vez está peor. Tengo que salir, a donde sea, pero tengo que salir y entretenerme en algo. Campo, playa, un paseo, que más da, el todo es que se te pase la mañana lo más rápido posible, mantener la mente ocupada en otros menesteres. Se consigue a medias puesto que llevo esperando esta cita hace bastantes días.

Ya es mediodía y estoy como un flan. Leo un poco el periódico e intento comer algo, vano intento puesto que el estomago está lleno de nervios.

Se va acercando la hora de la cita y con ello el nerviosismo se acentúa un poco más si cabe. Empiezo a prepararme con la ilusión de siempre, me pongo la camisa que más le gusta, me la compré por ella, una bufanda de su color preferido y arranco para la cita.

La cita es siempre en el mismo sitio, nuestro santuario, y según me voy acercando veo con orgullo que no soy el único que acude a su llamada, son miles y miles sus fieles y todos llevan su color favorito.

Cuando por fin entro y veo la cantidad de fieles que allí hay reunidos para verla mí satisfacción aumenta más si cabe.

Ya la veo aparecer con su música preferida de fondo, el corazón no aguanta y me tengo que levantar, gritar y aplaudir hasta que me saluda desde el centro de nuestro santuario. Son momentos que uno no puede describir, dura poco pero es muy intenso y lleno de alegría. No para la cosa ahí, el tiempo que estamos juntos siempre me tiene pendiente de que haga las cosas bien y salga triunfante de sus comparecencias ante todos los que estamos allí con ella. Cada cosa que hace es constantemente animada por todos y cuando marca, dios mío cuando marca, eso hay que vivirlo, no dejes que te lo cuenten.

Es hora de descansar un poco para la segunda parte. Nos separamos un rato para reponer fuerzas y mientras ella se mete en su vestuario yo me como un buen bocata que bastante falta me hace.

Cuando sale para la segunda parte empieza la fiesta de nuevo, ahí estamos otra vez intentando, desde mí sitio, jugar con ella y darle fuerzas y aliento para terminar lo mejor posible nuestro encuentro.

Todo lo que dura nuestra cita es especial, no tengo ojos para otra cosa que no sea lo que hace y deja de hacer. No siempre hace lo que uno desea pero no por eso me desanimo, siempre estoy ahí para animarla a seguir por el buen camino. Siempre le dejo presente que haga lo que haga, esté donde esté y baile con quien baile, siempre estaré ahí, nunca caminará sola.
Cuando termina nuestra cita no salgo siempre igual, veces bien, veces regular, veces mal , lo único que tengo claro es una cosa ¡¡¡volveré!!!.

Sé que no soy el único, sé que apenas nota mí presencia y sé que siempre se dirigirá al plural de las masa y nunca al singular, pero no me importa mi amor es incondicional y pasa lo que pase, siempre, siempre la querré y estaré a su lado para animarla.

Hasta la próxima y esperada cita mi querida Unión Deportiva Las Palmas. Aunque nos veamos cada quince días mí amor por ti es diario.

021. UN SABADO MÁS

Salir, beber el rollo de siempre… ya lo decía la canción. Otro sábado más la cabeza apunto de explotar, aporreada, por los efectos secundarios de los productos del dios Baco.

Otra noche sumida en la rutina en la que caigo cuando el sol se esconde: comida, alcohol, música … Total, ¿para qué?

Como cada sábado me sigo planteando por qué tuve que gastar un dineral para encontrarme hoy destrozado. Me arrepiento de todas y cada una de las copas que tomé y juro que la próxima vez no se volverá a repetir.

Todo es igual, cada sábado lo mismo, lamentos, arrepentimientos, hechos que no debieron ocurrir y otros que quedaron por pasar.

Un sábado más, como tantos otros, destinado a borrarse de mi mente… lo único que podría hacerlo diferente es que hoy, mi Unión Deportiva vuelve a jugar en la Segunda División….

Realmente, ¿es un sábado más…?

Esto es todo, compañeros. Espero que hayan disfrutado con la lectura.
El lunes tendrán noticias acerca de cómo votar.
Solamente recordarles que, por favor…

NO ESCRIBAN MENSAJES EN ESTE POST, ES SOLO PARA LECTURA