Eso no quita que tengamos que aguantar todos sus caprichos, porque la UD es sagrada y tiene la obligación de seguir respetándola como el primer día.
Es obvio que es más cómodo pedir responsabilidades a los tres o cuatro de arriba:
Pero, ¿y los jugadores qué? Claro, ellos no van a dimitir, y lo que más me jode es que nunca sabremos quiénes son los MAFIOSOS que hay en el vestuario. Tampoco sabemos por tanto quiénes no lo son, y quizá juzguemos de forma injusta a jugadores que trabajan con profesionalidad y honestidad. Aunque si TODOS se negaron a entrenar, TODOS me han decepcionado.¡Ramirez dimisión!
¡Juanito dimisión!
¡Vidales dimisión!