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perreta# escribió:He vivido 4 años en España, hay gente buena y gente mala como en todos lados.

Universitario escribió:

perreta# escribió:He vivido 4 años en España, hay gente buena y gente mala como en todos lados.

Coicido totalmente contigo en esa frase, solo que en vez de 4 años llevo 30 viviendo en España xDDD

ayozelahesa escribió:

Universitario escribió:

perreta# escribió:He vivido 4 años en España, hay gente buena y gente mala como en todos lados.

Coicido totalmente contigo en esa frase, solo que en vez de 4 años llevo 30 viviendo en España xDDD

¿Y los otros 30?











PD: Es broma eh!

Morete-Markov. escribió:Racismo+ignorancia+incultura+estupidez+gen moro+porqueyolovalguismo= Hispanistaní, muy cerca del lumpen mundial, de los peores paises del planeta, subdesarrollados, gandules, inútiles, zafios y retrasados.

Tiene mucha gracia leer comentarios venidos de semejantes australopithecus; ciertamente, al generalizar, habrá algo de injusticia, porque un pequeño número de españoles lo son, y se quedan al margen de la raza hispanistaní. Estos últimos son comparables a la peor calaña que habita la Tierra: chusma, gentuza, bestias con vestimenta, animales que hablan, bastardos primitivos, los hispanistaníes, esos que siempre dan la nota, no sólo en Hispanistán, sino, sobre todo, cuando entran en Europa, por ejemplo. Verlos en Suiza, Austria, Holanda, Alemania, Bélgica, Suecia o Noruega, personalmente, me ha dado vergüenza ajena, procurando siempre pasar por individuo de otra nacionalidad. Altivos, chillones, sucios, con la educación en el culo, sin enterarse ni de una jodida palabra en inglés o alemán, gesticulando como monos y siempre, siempre, dando la nota, por supuesto para mal. Preocuparse por cómo habla un pequeñin nuestro, con su deje peculiar, tan tierno y dulce, y tan campeón, es de psicópatas, de garrulos.

A Hispanistán y sus hispanistaníes nadie en Europa los quiere ver ni en pintura, y eso es mucho decir porque inmediatamente vienen detrás italianos, griegos, portugueses, turcos, moros, gitanos y rumanos. Esa es la champions league en donde juega Hispanistán y donde ocupa, siempre, la primera posición. Una ruina de pais, con horarios de trabajadores que suponen una auténtica locura; con una cultura empresarial que es capaz de despedir a una mujer por quedarse embarazada, por competir quien la tiene más grande o cual es el mejor coche, cómo viste o a dónde va de vacaciones. Porque es un pais con una única industria, porque la otra, la construccion, también se la cargaron. Un pais sin futuro, con jóvenes pegados a una consola y borrachos los fines de semana a la espera de un subsidio, y con los que valen, saliendo por patas a cualquier lugar del mundo. Con una generación que tendrá que acostumbrarse a vivir de prestaciones porque su vida laboral, por mucha preparación y méritos, está acabada. Un pais empepitado hasta las trancas, con una natalidad por los suelos y que se acerca a pasos de gigante a sus hermanos genéticos, en costumbres y cultura: los moros, medianamente trufados con sudacas de la peor calaña y algunos gitanos: el culmen de Hispanistan.

Salvajes que desprecian la convivencia; vecinos ruidosos, con perros que cagan en cualquier esquina, con equipos de sonido de 2 millones de watios, con imbéciles que tienen por hobby el bricolage más estruendoso, con conversaciones de bar en las que parecen competir por quien tiene más voz que un barítono y que tiran al suelo toda clase de desperdicios, cáscaras de manises, pipas de aceituna o bolsas de papas fritas. Que van por la calle en un coche tuneado con más altavoces que los de una discoteca, beben mientras conducen y disponen de celular de última generación exclusivamente para twitear o grabar chuminadas, a veces peligrosas.

Tiene gracia que los hispanistaníes venga a reirse de un chiquillo canario: ellos, que son monos chillones, odiados en medio mundo y hermanos del otro medio: el de los afganos, somalíes, irakíes o keniatas: sucia basura del planeta, guarros sin cultura, con costumbres que, nosotros, los europeos, no soportamos, ni aceptamos, ni comprendemos, ni justificamos. Lo mejor sería que cerraran su frontera en los Pirineos al norte, porque la del sur la pueden dejar abierta para que siga entrando toda la escoria de Africa, y ellos puedan seguir esas costumbres de homínidos.

Mientras tanto, ese chiquillo seguirá hablando en canario, a lo mejor un poco más brutito, a lo mejor un poco menos, pero seguro que cuando se le presente un turista teutón, le responderá en perfecto aleman Mientras tanto, el mono hispanistaní, gesticulará y gritará, porque es lo único que su ridículo cerebro le permitirá.

En Madrid y Badajoz me han llamado alguna vez africano y moro de mierda, pero por lo general me han tratado bien

meridiano cero escribió:

Morete-Markov. escribió:Racismo+ignorancia+incultura+estupidez+gen moro+porqueyolovalguismo= Hispanistaní, muy cerca del lumpen mundial, de los peores paises del planeta, subdesarrollados, gandules, inútiles, zafios y retrasados.

Tiene mucha gracia leer comentarios venidos de semejantes australopithecus; ciertamente, al generalizar, habrá algo de injusticia, porque un pequeño número de españoles lo son, y se quedan al margen de la raza hispanistaní. Estos últimos son comparables a la peor calaña que habita la Tierra: chusma, gentuza, bestias con vestimenta, animales que hablan, bastardos primitivos, los hispanistaníes, esos que siempre dan la nota, no sólo en Hispanistán, sino, sobre todo, cuando entran en Europa, por ejemplo. Verlos en Suiza, Austria, Holanda, Alemania, Bélgica, Suecia o Noruega, personalmente, me ha dado vergüenza ajena, procurando siempre pasar por individuo de otra nacionalidad. Altivos, chillones, sucios, con la educación en el culo, sin enterarse ni de una jodida palabra en inglés o alemán, gesticulando como monos y siempre, siempre, dando la nota, por supuesto para mal. Preocuparse por cómo habla un pequeñin nuestro, con su deje peculiar, tan tierno y dulce, y tan campeón, es de psicópatas, de garrulos.

A Hispanistán y sus hispanistaníes nadie en Europa los quiere ver ni en pintura, y eso es mucho decir porque inmediatamente vienen detrás italianos, griegos, portugueses, turcos, moros, gitanos y rumanos. Esa es la champions league en donde juega Hispanistán y donde ocupa, siempre, la primera posición. Una ruina de pais, con horarios de trabajadores que suponen una auténtica locura; con una cultura empresarial que es capaz de despedir a una mujer por quedarse embarazada, por competir quien la tiene más grande o cual es el mejor coche, cómo viste o a dónde va de vacaciones. Porque es un pais con una única industria, porque la otra, la construccion, también se la cargaron. Un pais sin futuro, con jóvenes pegados a una consola y borrachos los fines de semana a la espera de un subsidio, y con los que valen, saliendo por patas a cualquier lugar del mundo. Con una generación que tendrá que acostumbrarse a vivir de prestaciones porque su vida laboral, por mucha preparación y méritos, está acabada. Un pais empepitado hasta las trancas, con una natalidad por los suelos y que se acerca a pasos de gigante a sus hermanos genéticos, en costumbres y cultura: los moros, medianamente trufados con sudacas de la peor calaña y algunos gitanos: el culmen de Hispanistan.

Salvajes que desprecian la convivencia; vecinos ruidosos, con perros que cagan en cualquier esquina, con equipos de sonido de 2 millones de watios, con imbéciles que tienen por hobby el bricolage más estruendoso, con conversaciones de bar en las que parecen competir por quien tiene más voz que un barítono y que tiran al suelo toda clase de desperdicios, cáscaras de manises, pipas de aceituna o bolsas de papas fritas. Que van por la calle en un coche tuneado con más altavoces que los de una discoteca, beben mientras conducen y disponen de celular de última generación exclusivamente para twitear o grabar chuminadas, a veces peligrosas.

Tiene gracia que los hispanistaníes venga a reirse de un chiquillo canario: ellos, que son monos chillones, odiados en medio mundo y hermanos del otro medio: el de los afganos, somalíes, irakíes o keniatas: sucia basura del planeta, guarros sin cultura, con costumbres que, nosotros, los europeos, no soportamos, ni aceptamos, ni comprendemos, ni justificamos. Lo mejor sería que cerraran su frontera en los Pirineos al norte, porque la del sur la pueden dejar abierta para que siga entrando toda la escoria de Africa, y ellos puedan seguir esas costumbres de homínidos.

Mientras tanto, ese chiquillo seguirá hablando en canario, a lo mejor un poco más brutito, a lo mejor un poco menos, pero seguro que cuando se le presente un turista teutón, le responderá en perfecto aleman Mientras tanto, el mono hispanistaní, gesticulará y gritará, porque es lo único que su ridículo cerebro le permitirá.

Totalmente de acuerdo, si no generalizas tanto ni descalificas a otras razas.Contenido perfecto, formas un tanto insultantes.

Por eso, el uso mas generalizado por algunos del "vosotros" en Canarias es de bastardos, simplemente de ignorantes.

Saludos.