BORJA ESTUPIÑAN escribió:
De un modo general, de acuerdo. Pero estar en primera division en este siglo, no hace 40 años, tiene un interés de impacto para el propio club, para la isla y la capital, para su fomento exterior, que traspasa cualquier impedimento ideologico o de cariño.
A otro nivel, es para estar orgulloso de la Sanidad canaria y española en genral, . Cuando hacemos uso de ella, no se nos ocurre preguntarle al cirujano que nos va a operar, si es de aqui o de Cuenca. Valoraremos su capacidad, y no su procedencia. Lo mismo con el maestro que da clase a nuestro hijo. Cuando vamos a un espectáculo, cine, opera, musica, etc.. vamos porque queremos que nos devuelvan en "arte", el valor de nuestra entrada.
Es por eso, que si el equipo tiene mas o menos canarios, para mi , es un motivo menor para ir al estadio o seguirlo. Gritaba y grito, los goles de Marquez, de Araujo, de Viera con la misma fruición y entusiasmo y nunca miro si pronuncia las zetas o si hablo "isletero". Porque por encima de todo esta que mi equipo gane, triunfe y yo esté feliz y contento.
Saludos
Estoy completamente de acuerdo.
La preferencia irracional por lo local o lo foráneo no trae nada bueno y ha de evitarse, pero para ello se ha de afinar mucho más el
Análisis de la Situación General, al menos tanto como el de las situaciones particulares de cada caso.
De no ser así, estaríamos ante un debate vacío entre chovinistas —con complejo de superioridad— y antichovinistas —con complejo de inferioridad—.
Los primeros no se distinguen mucho del aficionado ideal: apoyo incondicional a cualquiera que vista la camiseta y defienda el escudo, porque "su suerte será la nuestra". Sabe que el estado de ánimo también es importante para el rendimiento y muestra mayor tolerancia a los errores: resiliencia en los malos momentos.
A los últimos resulta más fácil distinguirlos, porque su sloganes son: "lo aprecian porque es de aquí"/ "lo desprecian porque no es de aquí", y como aficionados reclaman el mayor nivel para el equipo (cueste lo que cueste). Abogan por el rendimiento inmediato y jamás pestañean en dar bajas y altas, totalmente integrados en el "Futbolpoly" moderno.
El partidario del Mercado —informado— es un apasionado del Scouting y el fútbol internacional. Al ser en teoría más exigente, no le importa invertir más a un jugador, ya que eso le permite ser todo lo exigente que quiere. Se guía por el imperativo del rendimiento inmediato y espera grandes inversiones.
El partidario de la Cantera —informado— ha seguido la evolución de los jugadores en las distintas fases de formación, por lo que basándose en su experiencia puede aventurar su rendimiento al máximo nivel. Si un canterano destaca de modo similar en el filial a como lo hacía otro jugador ya consolidado (un Viera o un Vitolo) a edad temprana, sabe que las circunstancias que facilitaron su explosión están siempre a la vuelta de la esquina. Además considera que a los fichajes foráneos se suman riesgos de mala adaptación. El canterano se adapta a un equipo en el que ya hay jugadores a los que admira y a los que ha tratado, está plenamente integrado en la sociedad y solo arroja la duda del nivel de exigencia de la categoría. Todo fichaje tiene que adaptarse al equipo y a la ciudad y, aunque se le presupone que dará el nivel competitivo de la categoría por la confianza de la DT, esto es asimismo una incógnita cuando se trata de jugadores que provienen de competiciones extranjeras. Si bien es cierto que a laDT le avala el hecho de que estos jugadores ya tienen un caché y un mercado creado, por lo que si no funcionan siempre pueden devolverse al mar, cosa que no ocurre con los canteranos.
Todo eso son generalizaciones que no llevan a ningún sitio más que a describir posturas diametralmente opuestas. Si hablásemos de médicos, los numerosos casos de fraudes y falsificaciones de credenciales facultativas por parte de extranjeros más bien nos ha conducido a controles estatales de homologación que se pretenden estrictos pero siguen siendo bastante difusos. Naturalmente siempre serán una incógnita mayor que los profesionales formados localmente, sin mencionar las dificultades idiomáticas que presentan los no hispanoparlantes; algo que en el mundo del espectáculo directamente es una imposibilidad por norma general, excepto quizás en la música (que hemos aprendido a no entender), ya que se requiere de un esfuerzo de adaptación extra, como los subtítulos o el doblaje, lo que se traduce en tiempo y dinero.
Una dicotomía más apropiada para el debate Cantera sería reducirlo a una
Cuestión de Paciencia vs Impaciencia.
Pero bueno, somos conscientes de las urgencias de la competición y como aficionado no podría estar más de acuerdo contigo en que está por encima de todo.
Ni siquiera como Pro-Cantera me importa centrar el debate general en lo competitivo, al fin y al cabo es el criterio único de la mayoría de aficionados y no me parece que una cosa esté reñida con la otra. Considero que los jugadores canarios que destacan en las grandes ligas son un fracaso de nuestro departamento de Captación y/o Retención. No niego que tiene su aspecto "romántico", pero debería recalcarse que no se puede ser más pragmático.
La Cantera es nuestro Diferencial Competitivo.
No se puede pretender competir contra las superpotencias del fútbol con sus mismas armas. Sería un suicidio. De hecho, ni siquiera podemos competir en Cantera contra las Ciudades Deportivas, Dptos. de Captación y Cadenas de Formación de las superpotencias. También hemos de ser diferentes en nuestro tratamiento de la Cantera.
Actualmente lo único que nos hace diferentes y nos otorga no sólo cierta Entidad sino también cierta Identidad es meramente la mayor confianza que depositamos en ella. Aunque sea algo en lo que también nos aventajan otros clubes.
Yo no pretendería que de la Cantera saliera en cada generación un crack que aumentara
ipso facto nuestro nivel competitivo. Sino más bien que en cada generación se consolidaran sociedades que garantizaran el fútbol combinativo del primer equipo, de modo que éste pueda aprovechar esa mayor confianza —o determinación por sostener un Proyecto de Cantera— para dar continuidad y relevo generacional a un Estilo y una apuesta futbolística muy particular.
Esto se parecería un poco más al Modelo Academia blaugrana, pero no tanto, ya que éste se fundamenta más exactamente en facilitar la adaptación de canteranos al sistema del primer equipo. Y yo hablo de algo más sencillo que consistiría en la creencia de que jugadores que llevan jugando juntos desde alevines nos ofrecerían combinaciones más consolidadas que la asociación o adaptación que cabría esperar de unos cuantos recién llegados, independientemente de su talento o calidad futbolística.