Hoy no he podido ver el partido y me he ido informando por el foro. Me ha quedado claro que ha sido un pésimo partido, con un desastre defensivo y con jugadores que han ofrecido un rendimiento casi dantesco, siendo el ejemplo más claro el de Sidnei, que es algo nada sorprendente.
Sin embargo, acudo a una crónica de un periodista deportivo, imagino que especializado, en concreto Kevin Fontecha, del Canarias7, y me he quedado a cuadros y con la boca abierta.
Según este periodista, el partido ha sido antológico por parte de la UD, que ha barrido al Albacete, ha disparado hasta en 24 ocasiones a puerta y ha mostrado una superioridad brutal, en el que sólo dos errores puntuales ha inclinado el resultado a favor de los manchegos.
Miren ustedes:
Los caprichos y las injusticias del fútbol niegan el liderato a la UD
El fútbol es tan incomprensible como atractivo. Por eso levanta pasiones. Uno puede merecer más y recibir nada. Que se lo digan a la UD ante el Albacete. Superior en todos los aspectos del juego salvo en la fortuna. Poco hizo de más el conjunto de Albés para facturar tres puntos que nunca debieron escaparse del Gran Canaria. No bastó con el recital de Moleiro y el puñal de Pejiño. Dos errores, dos zarpazos manchegos. No hubo más. Las Palmas sucumbió y cedió el liderato en un encuentro donde disparó hasta en 24 ocasiones. También lo complicó Bernabé, no solo por los minutos que le arañó al reloj, sino también por la cantidad de reflejos que exhibió.
Marc exhibía zancada, Óscar pegamento para dominar cada pelota que le caía y Suárez y Mfulu regalaban un doctorado de cómo recuperar balones. Y hasta Sidnei se animaba a regatear en área rival.
Por lo civil o lo criminal. Era un asedio total. Pejiño y Moleiro probaban fortuna. Los amarillos se lanzaban sin cadenas y sin frenos a por el triunfo, comandados por un Moleiro imperial a quien nadie era capaz siquiera de agarrar.
Pero, a veces, el fútbol es caprichoso, como todo en la vida. Y mientras Las Palmas aceleraba por el triunfo, en una pérdida de Eric Curbelo en el centro del campo, donde todo el Estadio pidió falta, llegó el desenlace fatal. Coco fue con todo y cometió penalti. Álex Domínguez se hizo gigante para escupir el intento de Maikel Mesa en dos ocasiones, pero ya en el tercero no pudo hacer más. Higinio descuartizó ilusiones (1-2). Ver para creer y adiós al liderato.
https://www.canarias7.es/deportes/ud-la ... 14-nt.html
¿Qué explicación tiene esto?
¿Quien dice la verdad, los foreros o el periodista?
¿Cómo puede haber una diferencia tan brutal entre una opinión y otras?
Yo estoy flipando, me gustaría saber la verdad, porque el partido ya no lo puedo ver.
Ahora nos vamos a La Provincia y al ínclito Paco Cabrera y tenemos esto:
LA FORMACIÓN AMARILLA DEJÓ
BASTANTE QUE DESEAR EN EL PLANO OFENSIVO Y FUE VÍCTIMA DE SUS
OCURRENCIAS. DE SUS AIRES ANTE UN RIVAL PRAGMÁTICO.
La idea de incluir a Álvaro Lemos por la derecha no terminó de abrir
el campo y el papel de Marc Cardona quedó en un cuarto plano. Hasta
que se vio reforzado por Florin, con dos puntas, en el segundo tiempo,
la UD maravilló y cautivó. Un ejercicio de impacto.
El zaguero brasileño Sidnei se destapó como uno de los
mejores actores en ese monólogo de fe.
UNA GENIALIDAD DE
MOLEIRO PUSO EL ESFÉRICO PARA PEJIÑO QUE HIZO EL 1-1 DE FORMA
MAGISTRAL. EMULANDO A BALE. GOLES DE FANTASÍA. EN PLENA FASE DE
SUSPENSE, DUBASIN, TRAS UNA ACCIÓN DE MESA, ESTRELLÓ EL BALÓN EN
EL POSTE. Se puso la cosa seria. Y en el 65', el genio de los goles
imposibles. Pejiño desde la frontal ejecutó a Bernabé. Con Florin
y Marc, los dos llaneros solitarios, la UD le dio una marcha más.
Dominó y cautivó desde la velocidad industrial. Registro
supersónico.
Disparo de Enrique Clemente y paradón de Bernabé. El arte de Moleiro
bien vale una entrada. El Tana 2.0.Penalti de Coco sobre Higinio y lo
tira Maikel Mesa. Doble parada de Álex Domínguez y tanto de Higinio
en una noche macabra. Rebajas Coco. Regalos, concesiones y una manera
tragicómica. Curbelo y Coco quedaron retratados.
https://www.laprovincia.es/ud-las-palma ... 42275.html
¿En qué quedamos?